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La guerra olvidada del Escambray

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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:26 pm

Escambray: La Guerra Olvidada
Un Libro Historico De Los Combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966)

Enrique G. Encinosa




XI

EL HOMBRE DE MAISINICU

Y LA ETAPA FINAL DEL ESCAMBRAY

Incapaces de poder derrotar a las guerrillas utilizando solamente unidades militares, los comunistas intentaron infiltrarse en las guerrillas. El más connotado y conocido de estos infiltrados fue Alberto Delgado Delgado, al cual se le caracterizó como un héroe en una película propagandista producida en 1973 en Cuba, llamada FI Hombre de Maisinicú.

Alberto Delgado fue soldado del Ejército Rebelde y sargento de milicias en la zona de Morón. Licenciado por aparentes problemas nerviosos, fue reclutado por el Ministerio del Interior con la específica misión de infiltrarse en las filas de los alzados. Delgado, un individuo de bigote fino, baja estatura y personalidad cínica, se mudó para Las Villas, para administrar la finca Maisinicú. Desde el momento en que comenzó su trabajo, ofreció empleo en la finca a varios colaboradores de los alzados, ganandose así su simpatía. Poco tiempo después. Delgado se covertiría en un aparente colaborador de las guerrillas proporcionándoles medicinas, botas y comida Así fue ganándose la amistad y confianza de algunos de los hombres claves en la línea de suministros, llegando a proponerles la fuga de Cuba de algunos alzados, asegurándoles que él tenía a su disposición los contactos para llevar a cabo la salida clandestina de estos hombres.

Para principios de 1964, la situación de los grupos guerrilleros era desoladora. Centenares de alzados habían muerto en combate y o habían sido encarcelados y condenados a penas de hasta treinta años, las lineas de suministros estaban casi destruídas. Debido al racionamiento impuesto por el régimen, los bienes de consumo para avituallar a las guerrillas se hacían imposibles de obtener. Sin balas y sin comida, los pocos guerrilleros que lograron sobrevivir, se encontraban en una situación desesperada.

Una oportunidad para escapar al exilio, por riesgosa que fuera, era una baraja que bien merecía la pena jugarse, y fue también la oportunidad de Alberto Delgado y Delgado para entrar de lleno en su misión por encargo del Ministerio de Interior. El primer grupo que intentó salir de Cuba por la vía establecida por Delgado fue la guerrilla de Maro Borges. Maro, con su pecho marcado por la horrenda cicatriz, llevaba cuatro años alzado en los montes de Las Villas. Delgado le había dicho que si podían llegar hasta Morón, un contacto los llevaría hasta un cayo cerca de Camagüey, desde donde los alzados serían recogidos por una lancha norteamericana. Maro, el propio Delgado y quince guerrilleros mas, comenzaron la larga caminata, moviéndose de noche para no ser detectados.

Amador Acosta, uno de los sobrevivientes de la guerra campesina, era capitán en la guerrilla de Maro en aquel momento. Su versión de lo sucedido es muy diferente a la de la trama en la película castrista.

Acosta nos dijo: «Cerca de Jatibonico nos encontramos con un muchacho, y lo tomamos prisionero. Delgado quería matarlo, para así implicarnos a todos en un asesinato. Nosotros estábamos opuestos pues el muchacho aparentaba estar de nuestra parte. Delgado le empezó a dar cranque a Raúl Morel, el segundo de Maro, para que matara al muchacho. Raúl y su familia habían sufrido mucho, y no había que darle mucha cuerda. Delgado se dió cuenta de este detalle y le insistió a Raúl para que hiciéramos algo con el muchacho. Yo, dirigiéndome a Delgado, le dije: -'Mire, si aquí tenemos que matar a uno o a cien hombres, lo hacemos y se acabó. Pero esto, no es un asunto de usted. No se meta'. Pero Delgado me ignoró, y siguió jodiendo con el asunto. Yo rastrillé el Garand y le apuntándole al pecho, le dije: -'Si lo que tú quieres es ver a un muerto, entonces ponte espejuelos, que el muerto vas a ser tú.- Entonces se calmó y al muchacho lo dejamos que se fuera.»
Al llegar a las cercanías de Morón, Alberto Delgado fue al pueblo a coordinar contactos. Aunque en la película mencionan al Teniente Candelario Rubiel como el alzado que lo acompañó al pueblo, el guerrillero fue realmente Amador Acosta, vestido de civil y armado de una pistola. En la ciudad de Morón, ambos hombres se entrevistaron con Sánchez, el misterioso contacto clandestino de Delgado, quien era en realidad un agente de Seguridad del Estado. Sánchez les prometió un camión para trasladar a los alzados de Morón a Punta Alegre, desde donde serian transportados en el bote de un pescador, a un islote .

El cuatro de febrero de 1964, la guerrilla de Maro Borges fue recogida en un cayo por un barco pintado de blanco, con tripulantes rubios_ que hablaban inglés. Confiados en que estaban a salvo, los guerrilleros comieron emparedados y tomaron las cervezas que estos aparentes tripulantes norteamericanos les ofrecían. Inocentemente, entregaron las armas y se les dijo que bajaran al pañol del barco para recibir un exámen médico. Uno a uno, estos hombres fueron atacados por los agentes de Seguridad del Estado, que se encontraban allí escondidos. El viaje que esperaban concluyera en Miami, sólo los llevó a una celda en Villa Marista donde se encuentran las oficinas de Seguridad del Estado en la Habana.

Mientras esto sucedía, Delgado, de regreso al Escambray, comenzó a preparar otra trampa, esta vez para el Comandante Julio Emilio Carretero. En los preparativos para su fuga, y como ignoraba la suerte corrida por Maro Borges y su grupo, Carretero acordó que llegando a Miami, le enviaría un mensaje a su Lugarteniente José Cheito León. Carretero se proponía utilizar la onda de Radio Swam, en el programa del periodista Luis Conte Agüero. La clave sería transmitida por tres días consecutivos, garantizándole a Cheito León que la ruta vía-Delgado era segura. Al oir esto, Delgado no se inmutó. El infiltrado sabía que la Seguridad del Estado podía interferir las transmisiónes de Conte Agüero y sobreponer otras transmisiónes con la clave adecuada. Lo que Delgado no sabía, era que uno de los guerrilleros de Carretero había establecido una segunda clave privada entre él y un familiar en Trinidad. La segunda clave, una llamada de teléfono desde Miami, indicaría que la ruta era segura. Ese mensaje teléfonico que nunca llegó seria el principio del fin para Alberto Delgado.

El 9 de marzo de 1964, Carretero cayó en la trampa castrista con catorce de sus hombres y Zoila Aguila, La Niña de Placetas, la única mujer que dirigió una guerrilla en combate.

El balance siniestro de la misión del infiltrado castrista Alberto Delgado y Delgado, conocido como El Hambre de Maisinicú fue el siguiente: más de treinta guerrilleros fueron llevados a juicio en La Habana, dieciocho hombres -entre ellos Amador Acosta, y una mujer, Zoila Aguila Almeida (La Niña de Placetas)-, fueron sentenciados a largas condenas carcelarias, doce hombres incluyendo a los Comandantes Maro Borges y Julio Emilio Carretero, fueron condenados a morir fusilados. En el breve juicio, Maro declaró sus sentimientos hacia el sistema en una forma burda, pero muy clara: «¡Yo me cago en la Revolución y me limpio el culo con Fidel Castro!» dijo el jefe guerrillero.

El 22 de junio de 1964, en los fosos de la Fortaleza de La Cabaña, doce hombres se encararon al paredón de fusilamiento: Maro Borges, Irenio Borges, Raúl Morel, Macho Jiménez, Andrés Oramas, Toniás García Valle, Julio Emilio Carretero, Cuco Cedeño, Blas Ortega, Valentín Hernández, Manolo Munsó La Guardia y Benito Rodríguez Pedraja. Parados juntos, en la oscuridad de la noche, iluminados por la luz blanca de reflectores, los doce hombres cantaron el Himno Nacional mientras los rifles FAL disparaban, y los plomos destrozaban sus cuerpos.

Mientras tanto, en el Escambray, Cheíto León esperaba el mensaje radial. La primera clave fue dada, pero la segunda clave, la llamada telefónica, la que El Hombre de Maisinicú desconocía, nunca llegó. Che [lo, desconfiado como todo buen alzado, comenzó a tener dudas de Alberto Delgado.

El Comandante José Cheíto León Jiménez, que había asumido el mando de los pocos grupos que aún quedaban en el Escambray, se había ganado sus galones --al igual que todos los otros jefes guerrilleros- por sus méritos. Era un hombre joven, de 26 años, fuerte y afable, Cheíto había sido educado en Trinidad. Estaba trabajando como camionero, cuando decidió alzarse para combatir al comunismo. Él y su hermano Berardo habían reclutado diecinueve hombres de la zona, que se irían con ellos dos. Conscientes de que carecían de armamento y de experiencia militar, los veinte y un hombres se enlistaron en un batallón de milicia. Después de varias semanas de entrenamiento básico, los nuevos reclutas desertaron en abril de 1961 y se alzaron, llevándose con ellos los rifles checos M52. Con tres años de experiencia en el combate, Cheíto León era, a pesar de su juventud, un veterano curtido en docenas de encuentros contra fuerzas siempre superiores.

Con la sospecha escondida en lo más profundo de su pensamiento, Cheíto León se reunió con Alberto Delgado a la orilla de un río próximo a la finca Maisinicu. Delgado, cínicamente había mandado a matar a una res de la finca para festejar el viaje de la gruerrilla a Miami. Cheíto fingiéndole amistad, celebró junto a él, hasta que no pudo contenerse más, confrontó al traidor. En la panfletaria película castrista, Delgado murió valientemente y desafiante. Pero en la realidad -contado por los sobrevivientes- no fue así. Al ser emplazado por Cheito León, Delgado le negó repetidamente ser agente castrista. Después, llorando, declaró que había sido obligado a ayudar a la Seguridad del Estado cuando él había sido descubierto conspirando. En sus últimos momentos le pidió clemencia, aludiendo que él era un padre de familia. Cheíto León ignoró los gritos del traidor, también Carretero era un padre de familia y Delgado los había entregado miserablemente. Alberto Delgado fue ajusticiado. Al día siguiente su cuerpo colgado de una guásima, fue descubierto por campesinos de la zona.

Una vez desenmascarada la infiltración de Delgado, la Seguridad del Estado lanzó una redada, arrestando a toda persona que había tenido contacto con El Hombre de Maisinicú. Dos empleados de la finca -- Varela y Pepe Yoyo----, fueron fusilados, Siripio Hernández, otro empleado fue condenado al presidio político. Dos cuñados de Alberto Delgado, José y Alberto Nodal, recibieron condenas carcelarias por haber estado involucrados en la línea de suministros a los alzados.

El LCB continuó arremetiendo contra los alzados, tratando de ubicar a las bandas guerrilleras, para eliminarlas una a una. La guerrilla de Rubén Cordobés fue atrapada en un potrero, donde murieron cuatro alzados, combatiendo contra los cazadores. Pedro González, el jefe guerrillero al cual se le atribuían las muertes de dos docenas de milicianos, cayó en combate en el Cerco La Barca. A Cheíto León lo cercaron al norte de Trinidad, en un fuerte combate, en el que murieron hombres de ambos bandos, Cheíto León fue alcanzado por dos balas. Herido, Cheíto se arrastró hasta un matorral. Allí, cuando lo iban a capturar mató a dos milicianos con su última granada, inmolándose con ellos. Así murió el cuarto y último de los jefes guerrilleros del Escambray.

Aún quedaban dispersos algunos grupos en el Escambray. El más numeroso de estos grupos era dirigido por Blas Tardío, quien se había alzado en 1960. Tardío, un hombre de inmenso valor, era una leyenda viviente en el Escambray. Con su fama de bravo guerrero, logró en un día romper nueve cercos. En otra ocasión, que fue herido en una pierna, él mismo se sacó la bala y se cosió su herida, cauterizándola con un machete al rojo vivo. Blas Tardío Hernández fue capturado en 1965, en combate. Posteriormente fue fusilado. El era el quinto de los hermanos Tardío en morir peleando por la libertad de Cuba. El primero fue Lupe que murió en combate en 1961. Benlarnín que fue fusilado en 1963. Blas fue también fusilado en 1965. Poco después Camilo fue fusilado y Toto que se suicidó en el presidio. Sólo Genaro sobrevivió, pero cumplió años en el presidio político. La muerte de Blas Tardío selló el final de la lucha en el Escambray.

Durante los últimos meses del año de 1965 y durante todo el año de 1966, el LCB utilizando todos los recursos de la dictadura, fue ubicando y cazando a los últimos rezagados de las guerrillas. Luis Vargas, que se había alzado en 1960 y que fue el guerrillero que más tiempo se mantuvo en las lomas, fue capturado el día primero de diciembre de 1965 y fusilado posteriormente. El último guerrillero. José Rebozo Febles, fue atrapado en una cueva y capturado el primero de octubre de 1966. A Rebozo lo condenaron a treinta años de presidio político.

Después de ochenta meses de combate, la gesta heróica del Escambray había concluido. Fue una derrota física para los combatientes de la libertad, pero una victoria moral para un pueblo, que a través de tres décadas aún combate por sus derechos.

La guerra campesina tuvo sus detalles históricos que no concluyeron en 1966 con la captura del ultimo guerrillero. En 1968 y 1970 hubo infiltracic es de hombres del exilio en tres desembarcos, enfrentandose estos nuevos guerrilleros en combates con las fuerza del régimen, en los cuales murieron hombres de ambos lados. Figuras como Amancio Mosqueda, Vicente Méndez y José Rodríguez Pérez entraron verticalmente en la historia contemporanea de Cuba.

En 1970, hubo incendios en sembradíos en el Escambray, y rumores de que un grupo de alzados se encontraba en los montes. Las tropas del ejército castrista nuevamente mudaron a unos tres mil quinientos campesinos de la zona, trasladándolos para dos pueblos de Pinar del Río y otro de Camagüey.

Años más tarde, en 1975, Raúl Castro en una entrevista declaró: «Esa lucha es poco conocida ... fue una lucha esencialmente de clases.» y tenía toda la razón el comunista, la lucha --hasta hoy-- ha sido poco conocida, ignorada por ambos lados. También fue una lucha esencialmente de clases. Una era la nueva clase, los aristócratas del régimen comunista, los explotadores totalitarios del pueblo cubano. La otra clase eran los humildes guajiros, los pobres campesinos, la clase obrera cubana, luchando sin armas, y sólo con la vergüenza por la libertad de Cuba contra el comunismo.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:26 pm

Escambray: La Guerra Olvidada
Un Libro Historico De Los Combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966)

Enrique G. Encinosa

XII

LOS GUERRILLEROS

DE PINAR DEL RIO Y LA HABANA




Mientras en Las Villas los alzados se batían contra miles de milicianos la rebelión contra el sistema comunista se extendía a todas las Provincias de Cuba.
En Pinar del Río en 1960, se alzaron las guerrillas al mando de Clodomiro Miranda y de Bernardo Corrales, ambos ex oficiales de la lucha insurgente contra Batista. Ya por ese entonces, operaba en los montes de la Cordillera de los Organos una guerrilla dirigida por Pastor Rodríguez Roda, un ex-soldado conocido por Cara Linda. En 1961, se alzaron las guerrillas de Francisco Robaina, conocido por Machete, las guerrillas de Ismael Titi García Díaz y el grupo dirigido por Pedro Celestino Sánchez Figueredo.

En 1961 tuvieron lugar varios combates importantes entre las guerrillas y las milicias serranas. Estas peinaron la Cordillera de los Organos completa. Entre los primeros jefes guerrilleros que cayeron en estos encuentros estuvieron: Clodomiro Miranda, que fue herido de gravedad y con los gusanos comiéndole la carne de las piernas y la barriga, fue fusilado. y Bernardo Corrales, que delatado por uno de sus propios hombres, fue apresado y fusilado en diciembre de 1961.

Los alzados en la Provincia de Pinar del Río, aunque no eran muchos, hicieron lo que pudieron para combatir al régimen. El 11 de abril de 1961, en un encuentro entre los hombres de Cara Linda y las milicias, murieron dos alzados y tres milicianos, entre éstos últimos se encontraba el Teniente Polanco, jefe de la patrulla de milicias serranas. Durante el mes de agosto, tres guerrilleros fueron heridos y capturados cerca de Artemisa; y las guerrillas de Machete tomaron una cooperativa, desarmando a cuatro milicianos. El día cuatro los aliados al mando de Pedro Sánchez mataron al miliciano Modesto Serrano, connotado comunista de la zona.

El primero de septiembre las guerrillas atacaron Cinco Pesos, muriendo tres milicianos, también varios civiles fueron heridos en un cruce de fuego. El día nueve la guerrilla de Pedro Sánchez fue emboscada, resultando dos alzados muertos y el propio Sánchez herido en un brazo, pero logró escapar. En esta accion esta guerrilla practicamente fue aniquilada. El 6 de octubre de 1961, 7-ni García murió en combate peleando contra un cerco de milicias.
Los grupos que se formaron en el exilio intentaron auxiliar a los alzados de Pinar del Río. Uno de ellos, dirigido por Marciano Bello se infiltró en esa zona en 1961, pero no lograron mantenerse por mucho tiempo. Perseguidos por centenares de milicianos, fueron capturados y Bello murió fusilado. Otro fusilado del grupo fue un radio telegrafista llamado August McNair. El último grupo de infiltración guerrillera desde el exilio fue el dirigido por Gilberto Rodríguez San Román, el cual murió en combate el 16 de mayo de 1964.

Pero varias infiltraciones de armamentos si tuvieron éxito. En 1962, Cara Linda sostuvo una reunión secreta con el capitán Renán Llanes, enviado de Tomás San Gil en una gira por tres provincias, para establecer contactos clandestinos con otros grupos guerrilleros. Cara Linda había logrado recibir un cargamento de armas enviado desde el exilio. En la reunión, Cara Linda le entregó a Llanes veintiuna carabinas M I y una ametralladora calibre .30 para ayudar a los hombres que luchaban en el Escambray.

Cara Linda, el más conocido de los jefes guerrilleros de Pinar del Río, se mantuvo activo hasta que murió en una emboscada tendida por agentes de la Seguridad del Estado. Machete Robaina estuvo peleando hasta octubre de 1963 en que cayó bajo el fuego enemigo en un combate en el entronque de Cowley. El 12 de diciembre de 1963, Pedro Celestino Sánchez, -el jefe guerrillero que más tiempo estuvo alzado- murió con varios de sus hombres en un combate contra las fuerzas del régimen. Con la muerte de Pedro Celestino Sánchez y el arresto de más de cincuenta colaboradores de su linea de suministros, la lucha guerrillera organizada concluyó en la provincia, aunque quedaron algunos alzados rezagados por la región.

La Provincia de La Habana, que es la Provincia más carente de montes espesos y con las mejores lineas de comunicaciones por carreteras, no resultaba geográficamente propicia para la guerra partisana. Debido a estas condiciones, fue la región donde menos grupos guerrilleros existieron. En las zonas de Güines y Jaruco hubo guerrilleros activos desde 1961 hasta 1963. El más conocido de los alzados de la provincia fue Filiberto Coto, conocido por El Pipero, apodo que
había adquirido por su oficio de chofer de pipas de agua en la zona deGüines. La guerrilla organizada por Coto llegó a tener veinte hombres. Por intermedio de Renán Llanes (el enviado de San Gil), Coto logró obtener diez carabinas M 1. Con un modesto armamento el jefe de las guerrillas de La Habana se mantuvo en la lucha desde el verano de 1961 hasta mediados del 62, tiroteando vehículos del régimen en las carreteras y llevando a cabo sabotajes. Eventualmente el grupo fue atrapado en un gran cerco de tropas del Ministerio de las Fuerzas Armadas, dirigidas por el Comandante Arsenio García. Después de un corto combate contra fuerzas superiores, la guerrilla fue eliminada. Coto y varios de sus hombres fueron fusilados. La Seguridad del Estado realizó casi doscientos arrestos en diferentes ciudades de la Provincia, acusando a los arrestados de haber tener vinculos con la linea de suministros de El Pipero.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:28 pm

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Enrique G. Encinosa

XIII

TIGRES DE LOS LLANOS: LOS PATRIOTAS DE MATANZAS

En la Provincia de Matanzas se peleó con furia. Después de I as Villas, Matanzas fue la región donde más se combatió contra el comunismo, utilizando tácticas guerrilleras. Más de veinte grupos de alzados se mantuvieron activos desde 1960 hasta 1965.

El jefe guerrillero que más tiempo estuvo alzado en la Provincia fue Benito Campos, conocido por Campitos. Campitos era bajo de estatura, de pelo canoso, y usaba un sombrero Stetson negro y una ametralladora M3. Valiente y astuto, Campitos había sido capitán del Ejército Rebelde. Se había alzado en 1960 contra el régimen de Castro en Las Villas. Sus hijos, Chicho y José Martí Campos, también veteranos de la lucha contra Batista, iban con él. El alzamiento de los Campos fue auspiciado por el MRR Después de varios meses, operando en la zona de Las Villas, Campitos y sus hombres se trasladaron para la frontera entre las Provincias de Matanzas y Las Villas. Su guerrilla contaba con dos docenas de hombres y una amplia red de colaboradores que se extendía por las dos provincias.

A Campitos los comunistas lo llamaban El Majá, por su habilidad para eludir cercos. El propio régimen publicó que Campitos en el transcurso de un mes, burló veinte y siete operaciones militares. Este detalle nos dá una panorámica de quien era Campitos, de su coraje y valentía, pues eludir veinte y siete cercos en treinta días es una hazaña sobre humana. Por cuatro años Campitos y sus hombres mantuvieron en jaque a las fuerzas castristas, pero la guerrilla ya agotada en su
lucha constante contra fuerzas superiores, fue rodeada y aniquilada.

El cerco fue tendido por tropas del LCB dirigidas por L tardo Proenza, Campitos y su grupo pelearon su última batalla en un cañaveral cerca del Central Mercedes. Seis hombres del LCB murieron en la refriega. Chicho y José Martí Campos murieron en la acción. Campitos herido, se parapetó y continuó combatiendo solo y tratando de huir, pero al no poder romper el cerco, sintiéndose acorralado, se pegó un tiro, muriendo el 4 de septiembre de 1964.

Otro de los guerrilleros legendarios de Matanzas fue Perico Sánchez González, un ganadero y hombre de familia de la zona de Jagüey Grande. Se alzó a los 48 años de edad sin tener experiencia militar, pero con el deseo de pelear por la libertad de su Patria. Uno de sus hijos, Raúl, fue miliciano, y había participado en la Primera limpia del Escambray. El muchacho regresó de Las Villas lleno de asco y abochornado, al í había visto a los milicianos quemando los bohíos de los guajiros que se negaban a ser relocalizados. Esta experiencia lo llevó a conspirar junto con su padre, aunque permaneció en la milicia para facilitar sus actividades conspirativas. Bajo investigación por actividades clandestinas, Perico Sánchez fue arrestado en dos ocasiones. La tercera vez que la policía lo intentó detener, Perico se batió a tiros con la policía castrista, donde resultó herido en una mano. Perico logró escapar, alzándose en la zona sur de Matanzas, armado de una ametralladora Thompson. Dos de sus cinco hijos, Pedro y Raúl, se alzaron junto con él. Desde abril de 1961 hasta mediados de 1963, las guerrillas de Perico Sánchez causaron estragos en las filas castristas. Los delatores fueron ajusticiados y las patrullas emboscadas. La guerrilla de dieciocho hombres fue cercada en Palmar Bonito por un batallón de milicias y unidades militares del MINFAR. Perico y sus hombres rompieron el cerco, librando combates continuos por cinco días. Pedrito, uno de los hijos de Perico, logró evadir el cerco escondiéndose en la Ciénaga de Zapata. Allí, hambriento, logró sobrevivir alimentándose de lo que encontraba a su paso en aquel inhóspito lugar. Mientras tanto, su padre reorganizaba la guerrilla después del combate del Palmar Bonito, llevando a cabo una serie de emboscadas audaces contra tropas del régimen. Uno de los incidentes más conocidos ocurrió el 28 de enero de 1963, en las cercanías de Jagüey Grande. La guerrilla incendió un cañaveral y tendió una emboscada en los alrededores del incendio. Cuando un carro patrulla con cuatro policías se acercó al siniestro, los guerrilleros abrieron fuego, resultando muertos tres de los cuatro agentes. Unos días después, cercados nuevamente, los guerrilleros evadieron el cerco cruzando tembladeras pantanosas donde los castristas no se atrevían a pasar. El 7 de abril de 1963 en la finda Cantabria, entre Pedro Betancourt y Torriente; la guerrilla fue atrapada en otro cerco, estableciéndose un intenso combate donde murió el hijo de Perico, Pedrito Sánchez. Dos días más tarde y en la misma zona, su hermano
Raúl Sánchez y otro guerrillero, Wilfredo Rodríguez fueron ametrallados cuando intentaban cruzar la tercera línea de un triple cerco que habían tendido las fuerrzas del régimen. En este combate resultaron muertos cuatro milicianos y Perico con sus hombres lograron escapar. Deprimido por la muerte de sus dos hijos, y perseguido constantemente, Perico decide abandonar la Provincia de Matanzas, refugiándose por varias semanas en Güira de Melena en la Provincia de La Habana. Desde su escondite, Perico Sánchez mandó un último mensaje a sus hermanos: «Yo estoy vivo. Perdí a dos hijos. Intenté morir en el cerco, pero tengo que seguir luchando para acabar con estos comunistas». Cercado por unidades de la policía y agentes de la Seguridad del Estado, Perico Sánchez logró escapar de la casa donde se había refugiado, pero tropezó con otra patrulla frente a la fábrica de Carretas Comet a la entrada de Güira de Melena. Con su pistola en mano murió combatiendo al enemigo. Era la noche del 10 de mayo de 1963, en un mes tres miembros de la familia Sánchez de Jagüey Grande habían caido en combate.
Después de su muerte, el cadáver de Perico Sánchez fue transportado a su pueblo natal, siendo paseado por las calles del pueblo a la vista pública. Su primo, Tino Sánchez, un connotado comunista de la zona, iba sentado adentro del camión que llevaba el cadáver de Perico, y gritaba por un altoparlante, «al bandido Perico Sánchez lo eliminamos, ya el pueblo puede dormir tranquilo». El camión, con su carga macabra, pasó por frente a la casa de los padres de Perico Sánchez.

Otro de los más aguerridos jefes guerrilleros de Matanzas fue Juan José Catalá, conocido por el apodo de Pichi. Un hombre fuerte de baja estatura, el Pichi había sido teniente del Ejército Rebelde en la lucha contra Batista. Asignado como jefe militar de la zona de Jovellanos, y disgustado con el giro que tomaba la revolución, al Pichi no le tomó mucho tiempo comenzar a conspirar de nuevo. Auspiciado por el MRR, en 1960 se alzó en Matanzas. Su grupo, uno de los primeros, estaba bien organizado, operando en las zonas de Jovellanos y Bolondrón. Pichi logró coordinar con otros grupos de alzados acciones simultáneas. Sus ataques a vehículos del régimen se hicieron tan frecuentes, que en 1962 las tropas castristas sólo se movían en la tuna, de noche y en forma de convoys. Jeeps o camiones no se atrevían a moverse solos por las carreteras de Matanzas, ya que los hombres del Pichi estaban al acecho. En Pedroso, cerca de Pedro Betancourt, los guerrilleros incendiaron varios kilómetros de sembradío de caña que ardieron fuera de control. Los alzados coordinaron la acción para quemar la zona por varios lugares consecutivos. El fuego iluminó el cielo matancero como si fuera de día, y era tan intenso, que para apagarlo fue necesario llevar hasta Matanzas unidades de bomberos de la Provincia de la Habana. Después de cuatro días, más de veinte millones de arrobas de caña ardieron en el inmenso sabotaje, que se considera fue el mayor en toda la guerra.

Después de romper numerosos cercos, el 22 de marzo de 1963, Pichi con varios de sus hombres fueron atrapados en una finca cerca del Central Limonares. Armado de una carabina M2, Pichi Catalá murió en combate, enfrentándose a una tropa del LCB dirigida por el Comandante Lizardo Proenza. Al morir, el jefe guerrillero se encontraba cubriendo la retirada de sus hombres.

Hubieron numerosos jefes guerrilleros de probado valor y patriotismo, que combatieron contra el comunismo en la provincia de Matanzas. Uno de ellos fue el pintoresco jefe guerrillero Francisco Castañeda, conocido por Pancho Jutía, el cual adornaba los árboles de su región con letreros que proclamaban la zona: «Primer Territorio Libre de Pancho Jutía». Otros de los más conocidos jefes alzados fueron Gerardo Fundora, Gervasio Cabrera, Delio Almeida, Julio Falcón y Joaquín Benítez, conocido como El Capitán Bandera.

Los guerrilleros de Matanzas se mantuvieron activos pese a tremendos contratiempos. Hubieron guerrillas no sólo en las lomas y en los pantanos, sino también en los llanos, donde los alzados lograron funcionar escondiéndose en fincas, sembradíos y potreros. Muchos utilizaron cuevas para esconderse, llegando incluso a excavar cuartos subterráneos que cubrían con maleza para no ser detectados. Pese a que luchaban contra huestes muy superiores, los alzados de Matanzas pelearon heroicamente desde principios de 1960 hasta finales de 1964.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:30 pm

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XIV

EL FRENTE NORTE DE LAS VILLAS Y CAMAGÜEY

Al igual que en Pinar del Río, en la Provincia de Camagüey hubo pocos alzamientos en comparación con otras Provincias, donde miles de hombres se alzaron. Pero a pesar de los reducidos núcleos de alzados, el frente norte de Las Villas y Camagüey fue una zona muy activa de los focos guerrilleros.

El 10 de octubre de 1961, Rolando Martín Amodea, un ex piloto de la Fuerza Aérea y ex oficial del Ejército Rebelde, se alzó en Camagüey, con nueve hombres. Una de sus más destacadas acciones, fue el asalto a las minas de asfalto de Perea, donde los alzados destruyeron equipos, quemaron un edificio y capturaron las armas de la posta. La guerrilla se mantuvo activa por varios meses hasta que fue desmembrada. Martín Amodea se desplegó hacía La Habana, donde fue capturado el 25 de septiembre de 1964 y se presume que fue fusilado por el régimen.

El 8 de julio de 1961, otro ex miembro del Ejército Rebelde, Arnoldo Martínez Andrade, armado de un FAL belga comenzó a vertebrar una guerrilla en el norte de Las Villas. La primera acción significativa de la guerrilla de Amoldo Martínez, tuvo lugar el 18 de septiembre, cuando tomó el poblado de Río, donde nueve milicianos fueron heridos en cómbate. Al mes siguiente, en la finca Juan Velozo, la guerrilla rgmpió un cerco en el que murieron dos milicianos. El 20 de noviembre la milicia les tiende otro cerco en la finca Las Flores, pero la guerrilla logra huir. Pedro Pino, uno de los hombres de Arnoldo murió en este combate. A pesar del constante acoso, Arnoldo y sus hombres lograron quemar sembradíos en la zona Caibarién y Chambas, también tirotearon un vehículo del régimen en la carretera del circuito norte. En el mes de diciembre los alzados quemaron un jeep del Central Adelaida, mataron a dos milicianos en las cercanías de Sagua la Grande, destruyeron el tren del Central Narcisa y eludieron un cerco de milicia en Aguada de Pasajeros. A comienzos de 1962, y perseguidos por centenares de milicianos y soldados, el reducido grupo de valientes guerrilleros rompieron un cerco en Guavabo, capturaron seis rifles de la cooperativa del Barrio Amarillo, y quemaron un camión del régimen en la carretera de Meneses.

Aunque nunca existieron más de seis grupos con un total de setenta combatientes, los alzados del frente norte de Las Villas y Camagüey se mantuvieron activos desde 1961 hasta finales de 1965. Las bajas que le causaron al aparato militar del régimen fueron numerosas e incendiandos muchos edificios y vehículos del gobierno.

Entre los jefes guerrilleros más conocidos que operaron en esa zona y durante diferentes períodos de esta guerra, se encontraban Juan Martínez Andrade, el hermano de Arnoldo, y Manolito López, apodado El Loco. López era un muchacho de sangre fría que se había alzado a principios de 1960, cuando era menor de edad. Capturado, fue enviado a la cárcel para menores de Torrens, de la cual escapó para alzarse nuevamente. Para fines de 1961, López se había convertido en uno de los jefes guerrilleros más odiados por la milicia de Camagüey.

Otros jefes guerrilleros fueron Floro Camacho y Everardo Díaz Brunet, conocido por Frías, ambos veteranos del Ejércitd Rebelde, y Mario Bravo, que era barbero y en su historia guerrillera consta que logró eludir docenas de cercos. También se destacó mucho un carnicero de Iguara, Adalberto Méndez Esquijaroza, llamado El Quia, que medía seis pies y medio y pesaba más de doscientas libras de puro músculo. El Quija era un hombre arriesgado, en una ocasión logró romper un cerco robándose un caballo de un potrero y cruzando al galope las líneas de miicias, a la vez que disparaba dos ametralladoras M3 como si fueran pistolas. En otra acción El Quija fue herido por una ráfaga de ametralladora, y a pesar de tener cinco balas en su cuerpo, logró evadir el cerco. Adalberto Mendez Esquijaroza El Quija estuvo activo en la zona norte desde 1961 hasta 1963, año en que se desplazó a la zona del Escambray, donde supuestamente fue
capturado y fusilado.

El Quinto Cuerpo del Ejército de Camagüey contaba con aproximadamente treinta mil hombres dirigidos por el Comandante Demetrio Monseney Villa; y tenía varias compañías especiales de Lucha Contra Bandidos (LCB)que eran dirigidas por el primer teniente Manuel Castañeda, y los tenientes Dennis Carvajal, Teobaldo Castillo, Emilio Reyes, Francisco Márquez Mola y el Capitán Pedro Nodal Loyola, Jefe de Operaciones Provinciales del LCB. Las tropas especiales del LCB eran utilizadas para enfrentar a las guerrillas dentro del cerco, una vez que se ubicaba la posición de un grupo de alzados. El LCB era respaldado en los cercos por las unidades militares del M I N FA R y por las milicias provinciales de Camagüey. Todas estas unidades militares tenían a su disposición amplios recursos de transporatación, vehículos blindados, artillería ligera y morteros. El Quinto Cuerpo del Ejército de Camagüey también contaba con un amplio aparato de inteligencia militar y civil. El primer teniente Rubén Montero era el jefe del Departamento de Seguridad del Estado (Sección Bandas) a nivel provincial. Montero era asistido por el teniente Arturo Hernández. Ambos hombres dirigían un equipo represivo en el cual se encontraban los tenientes Valenzuela, Daniel Reche y Sergio Rodríguez del Rosario, ayudante de Montero. Este equipo coordinaba las labores con el Teniente Zamora, jefe de la policía en la zona de Chambas, y Hermitano Echemendía, jefe de milicias en la zona de Tamarindo.

Todo este inmenso aparato militar y represivo fue utilizado para aplastar a unas cuantas docenas de alzados, dispersos en varios grupos real armados. Es evidente que la lucha entre los alzados y las unidades castristas, en todos momentos de esta guerra fue una lucha desigual. Lo demuestra las tácticas empleadas por las guerrillas en Camagüey.

Durante los años 1962 y 1963 hubieron sangrientos combates en el Cayo de Las Mujeres, Boquerón, Monte La Cruz, Loma de Los Barriles, El Trillón, finca Jobo Rosado, Sabana de Imías, Colonia La Habana, Esmeralda, v la zona de Jatibonico. Entre las tropas castristas que perecieron en estos combates se encontraban dos importantes oficiales de LCB, el jefe de sector teniente Delfín Luis Paz, y un jefe de las Compañías Especiales, Oscar Figueredo. Paz fue muerto con dos de sus hombres en Monte La Cruz el 5 de febrero de 1963, al caer en una emboscada tendida por el Jefe Guerrillero Juan Alberto Martínez Andrade. El 18 de agosto de 1962, en la zona conocida por Los Barriles. Figueredo rodeó a la guerrilla de Manolito López López El Loco que murió en el combate, pero antes de caer, tres balas de su M 1 se incrustaron en el pecho y en el vientre de Figueredo, quien murió instantáneamente.

Después de la muerte en combate de Arnoldo Martínez Andrade en julio de 1962, cerca de Yaguajay, la zona del frente norte de Las Villas y Camagüey quedó bajo el mando de su hermano, Juan Alberto Martínez Andrade. Los Martínez Andrade estaban como muchas familias cubanas, divididas en sus sentimientos. Dos hermanos fueron guerrilleros y otros dos fueron milicianos.

A la guerrilla de Juan Alberto el régimen castrista le atribuyó más de un centenar de sabotajes y de crímenes contra el Estado. Elusivo, Juan Alberto logró escaparse en varias ocasiones de los cercos castristas. El 10 de diciembre de 1963, en las cercanías de Jatibonico fue rodeado y dos de sus hombres fueron capturados, pero Juan Alberto rompió el cerco matando en la refriega a un sargento del LCB. Tres meses más tarde, el 7 de marzo de 1964 en la loma Los Indios en la cordillera de Florencia, fueron sorprendidos y cercados por un operativo del LCB cuando Juan Alberto y sus hombres se reunían con la guerrilla de Mario Bravo Cervantes. Los dos jefes guerrilleros y sus hombres rompieron cerco, y se internaron en los montes de la zona. Dos soldados del LCB fueron heridos.
Sin embargo, las guerrillas estaban debilitándose, habían arrestado a centenares de colaboradores y suministros y muchos recibieron condenas carcelarias. Las condiciones para llevar adelante esta guerra no eran las más propicias, el país subsistía a base de tarjetas de racionamientos, los bienes de consumo para avituallar a las guerrillas cada día eran más difíciles de obtener, la represión desplegada por el régimen hacía casi imposible conseguir armamento y balas y perseguidos por miles de soldados enemigos, los grupos guerrilleros de la zona norte empezaron a desintegrarse.

En mayo de 1964, el LCB se apuntó una sangrienta y rápida victoria. Los guerrilleros sufrieron seis bajas y dos milicianos fueron muertos, en un breve pero muy mortífero combate en Aguacate. Un guerrillero herido, Estervino Gutiérrez, fue capturado por el LCB. Gutiérrez, un ex soldado del Ejército de Batista, pactó con el diablo para salvar su vida y delató a todos los campesinos que él conocía en la línea de suministros, y se ofreció para servir de práctico al LCB en
su búsqueda de alzados. Durante meses, el ex guerrillero armado con un rifle soviético, participó en numerosos cercos contra sus antiguos compañeros de lucha. Pero las cosas cambiaron para el traidor en 1965. Clemente Aragón, un alzado capturado por el LCB fue interrogado por oficiales de la Seguridad del Estado, los que lo trataron de implicar en el ahorcamiento del soldado y miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas Roberto Gutiérrez en 1964. Aragón admitió que él había ahorcado al soldado del LCB y que no lo había hecho solo. En la seguridad de que sería fusilado, Aragón narró el ajusticiamiento del comunista, implicando directamente a Estervino Gutiérrez en los hechos. Clemente Aragón fue fusilado, pero tuvo la satisfacción de ver morir a su lado a Estervino Gutiérrez, traidor de las guerrillas.

El 10 de junio de 1964, las guerrillas de Floro Camacho y Frías Brunet fueron cercadas en la zona de Nogueras. Brunet murió en el primer encuentro. Entre las bajas sufridas por el LCB, se encontraba el Capitán Pedro Nodal Loyola que fue herido en una pierna. Los alzados se parapetaron en una cueva desde donde resistieron a las tropas castristas durante cuatro días. El cuerpo de Brunet comenzó a descomponerse y el mal olor en la cueva se hizo insoportable; sin agua que tomar, los alzados chupaban pasta de dientes para mantenerse húmeda la boca. Floro Camacho tenía una herida infestada en una mano. Los hombres del LCB, habían sellado las entradas de la cueva y esperaban pacientemente, tocando música por los altoparlantes. El día 14, los guerrilleros, con heridas infestadas y las lenguas hinchadas por falta de agua, se rindieron. Floro Camacho fue fusilado.

Una semana después, en la Loma del Blanquizal de Mayajigua, el Comandante Lizardo Proenza del LCB dirigió un inmenso cerco para atrapar a Mario Bravo Cervantes y a ocho de sus hombres. En esta operación establecieron un cerco de siete kilómetros cuadrados para capturar a los nueve guerrilleros, destinándose ocho batallones del LCB con quinientos veinte y ocho hombres cada uno, que sumaban un total de más de cuatro mil hombres. Por largo tiempo el LCB había perseguido a Mario Bravo, el Comandante Guerrillero de 25 años de edad quien era uno de los hombres más dificiles de arrinconar en toda Cuba. Con melena larga, vestido de verde olivo y armado de un `rifle chaco M52, Mario Bravo era un líder natural. Sus hombres usaban jícaras como cascos, para desde la distancia lucir como soldados del MINFAR involucrados en el cerco. Fi .ás de una ocasion los alzados habían marchado a la retaguardia la de las columnas del ejército que se movían por las carreteras, confundiéndose con los miles de soldados que rastreaban is zona.

Pero el comandante Proenza se puso de suerte, lograron capturar a un alzado, quién delató la posición de la guerrilla. Rápidamente el LCR cerró el cerco. En la acción murió un soldado castrista y otro resultó herido. Un guerrillero murió en el combate y tres fueron capturados heridos. A pesar del cerco de cuatro mil hombres, tres alzados lograron escapar el anillo de la muerte. Mario Bravo fue capturado en grave estado, tenía la mandíbula destrozada por una bala de ametralladora VZ, y su pecho y cuello llenos de fragmentos de granada. El escritor castrista José Norberto Fuentes escribió varios relatos sobre la captura y muerte de Mario Bravo, pero los historia no se ajusta a las versiones ofrecidas por los hombres que estuvieron presentes en el combate como oficiales del régimen castrista y que hoy se encuentran en el exilio. Fuentes narra como Mario Bravo le besó las manos a sus captores, portándose cobardemente. Nada más incierto. El jefe guerrillero, en sus últimas horas se portó como el hombre que siempre fue, su último gesto fue el de regalarle su reloj de pulsera al enfermero que lo atendió.
Los combates continuaron. En julio de 1964 murió en un combate en Bella Mota el guerrillero Paco la Rosa. La Seguridad del Estado, utilizando delatores y por confesiones obtenidas por medio de torturas, fue ubicando a los grupos guerrilleros, cercándoloscon tenacidad. El 6 de julio de 1965 en el Valle de los Ramones, Juan Alberto Martínez Andrade fue cercado por tropas del LCR que eran dirigidas por Lizardo Proenza y el teniente Sergio Rodríguez. Sirviendo de práctico del LCR había otro ex guerrillero convertido en traidor, Eduvino García Aragón. Heriberto Bartolo Labrada y Juan Alberto Martínez Andrade murieron en el combate. Tres alzados lograron eludier el cerco.

Tres meses más tarde, el 6 de octubre de 1965, dos guerrilleros fueron capturados y el último alzado Rafael Labrada Martínez, murió en combate. Los Labrada Martínez eran tres hermanos, y todos murieron alzados contra el castrismo en la Provincia de Camagüey.

Todos los jefes guerrilleros de Camagüey, los hermanos Martínez Andrade, Floro Camacho, Frías Brunet, El Loco López, y Mario Bravo hoy descansan en tumbas anónimas en suelo cubano.

Así terminó, a finales de 1965, una operación militar en la que treinta mil hombres bien armados estuvieron cuatro años para derrotar a setenta alzados, mal armados y hambrientos.
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Enrique G. Encinosa

XV

LA LUCHA GUERRILLERA EN ORIENTE

Después del fallido desembarco de infiltración de 1959, en Navas, en el cual murió en combate el indio Feria y diez invasores fueron fusilados. los montes orientales se convirtieron en focos de conspiración, y llegaron a existir -según admitieron los castristasmás de cuarenta grupos guerrilleros.

La primera insurrección armada en la provincia de Oriente fue probablemente el alzamiento de los hermanos Manuel y Cipriano Beaton. A finales de 1959, Manuel Beaton era Capitán del Ejército Rebelde, y lo habían implicado en la muerte del Comandante Cristino Naranjo, un oficial rebelde del Campamento Militar de Columbia. Mucho se ha especulado sobre la muerte de Naranjo quien en esos momentos estaba involucrado en las investigaciones de la misteriosa desaparición de Camilo Cienfuegos. Posiblemente por esta circunstancia, Manuel Beaton, su hermano, y un reducido grupo de hombres se alzaron, internandose en la Sierra Maestra. Posteriormente fueron capturados después de varias escaramuzas. Ambos hermanos enfrentaron el paredón de fusilamientos.

A principios de 1961, cuando se preparaba y meses más tarde se ejecutaba el fallido plan de desembarco en Playa Girón, se realizaron dos alzamientos en la Sierra Maestra, dirigidos por Fernando Valle Galindo y Alberto Muller.

Valle Galindo era un ex oficial del Ejército Rebelde, que desde principios de 1960 había comenzado a conspirar contra el régimen castrista desde las filas del Movimiento 30 de Noviembre, dirigido por el líder obrero David Salvador. El Movimiento 30 de Noviembre auspició varios alzamientos, entre ellos se cuentan los importantes levantamientos de César Paez y Ramonín Quesada en el Escambray. A principios de 1961, Valle Galindo viajó a Oriente, transportando armas y hombres para iniciar una guerrilla. El grupo de valle Galindo se mantuvo activo en los montes orientales por más de tres meses. Durante este tiempo, tomaron el Cuartel La Pimienta y sostuvieron varios combates contra las tropas de Castro, en uno de los cuales murió el alzado y ex miembro del Ejército Rebelde, José Figueredo Boza. Aislados y perseguidos, los guerrilleros fueron eventualmente capturados. Valle Galindo y su lugarteniente, Reynaldo López Silvero, murieron fusilados en Santiago de Cuba.

Alberto Muller Quintana de 22 años de edad, era un joven estudiante de la Universidad de La Habana, y dirigente del Directorio Revolucionario Estudiantil. Muller fue uno de los forjadores del clandestinaje del Directorio. Se destacó públicamente como el organizador de una protesta estudiantil que se realizó en La Habana el día 5 de febrero de 1960, en ocasión de la visita a Cuba de Anastas Mikoyan. Ese día el representante del gobierno soviético fue a depositar una corona de flores a los pie de la estatua de José Martí en el Parque Central. Una hora más tarde, los cubanos encabezados por Muller y un grupo de estudiantes intentaron colocar en el mismo lugar otra corona de flores en desagravio a la figura de Martí. Esta acción fue impedida violentamente por los agentes represivos y simpatizantes del régimen. En la refriega hubieron heridos y se realizaron arrestos. Muller, perseguido salió de Cuba hacia Miami en agosto de ese año.

En el mes noviembre Muller regresó clandestinamente a Cuba, para coordinar acciones internas, vertebrando un plan de alzamientos, y planificando la organización de varios grupos guerrilleros simultáneos en la provincia oriental. Los organizadores del DRE en Oriente llegaron a estructurar células clandestinas, denominadas Comandos Rurales las cuales contaban con centenares de hombres dispuestos a alzarse pero que carecían de armamentos.

«Si las armas que esperábamos hubieran llegado», dijo Muller años después, «se habrían alzado simultáneamente en Oriente, más de un millar de hombres, creándole al régimen una situación muy dura. No creo que Castro estaba en condiciones de confrontar en Oriente, otro frente guerrillero de la magnitud del que ya existía en el Escambray. Pero las armas nunca llegaron.»

Reuniendo unos ochenta hombres del DRE, Muller se alzó en la Sierra Maestra a esperar estos cargamentos de suministros. En los montes orientales estaba aún esperando, cuando la Brigada 2506 fue derrotada en Playa Girón. Entre los planes de la Invasión se encontraba el desembarco con ciento cincuenta hombres y armamentos por la Provincia de Oriente. Esta operación dirigida por Nino Díaz, nunca se llevó a cabo. Sin armas ni suministros, Muller y sus hombres fueron rodeados y apresados. Marcelino Magañaz, un valiente guajiro que había sido vital en la organización de los Comandos Rurales fue asesinado por las tropas castristas. En ese año se realizaron alzamientos de policías en la zona de Guantánamo, y un levantamiento de varios grupos clandestinos en Arroyo Blanco, el que fue aplastado por la superioridad numérica de las milicias serranas.

En informaciones ofrecidas por el régimen se dieron las cifras de la existencia de más de cuarenta grupos guerrilleros en Oriente después de la invasión de Girón, en los cuales se alzaron más de seiscientos hombres (la mayoría humildes campesinos). También reportaron setenta y dos milicianos muertos en operaciones contra los alzados, además los incendios de 22 edificios por parte de los guerrilleros. Las cifras de las bajas castristas fueron desmentidas por sobrevivientes de ambos lados que nos han confirmado que éstas cifras fueron mucho más numerosas que las emitidas por el régimen.

En contraste con el Escambray, donde varios grupos se mantuvieron activos por cuatro o cinco años, los guerrilleros en la Provincia de Oriente no lograron participar en la lucha por tanto tiempo. El hecho de que los alzados de la región oriental estaban muy separados unos de los otros, y no podían ayudarse mutuamente, facilitaba al régimen el poder ubicarlos y capturarlos con más rapidez. Esta pudo haber sido la causa de que los alzados en Oriente no lograran presentar los combates que sí se dieron en el Escambray. Las guerrillas de Cholo Toledo y Jorge Rodríguez, conocido por balilo en la zona norte, en las cercanías de Holguín, lograron mantenerse en constante actividad por más de un año, hasta que ambos murieron en combate contra las tropas castristas, a finales de 1962.
Otros jefes guerrilleros de renombre fueron Tuto Pupo Cruz, Daniel Carmenate, Emilio Vera, Hatuey Casals, Marcial Ruiz Téllez, Tira el Cagueiro, Cusberto Guerra, y los hermanos Castro Cárdenas. En 1965 cinco hermanos de apellido Caldero se alzaron, pero posteriormente fueron capturados y fusilados juntos.
Diferentes grupos del exilio trataron de ayudar a los alzados de Oriente. Amancio Mosqueda, El Yarey realizó varios desembarcos en la Provincia, llevando grupos de infiltración para reforzar a los insurgentes. En 1968 Yarey fue capturado y fusilado.

Uno de los hombres que se infiltró por Oriente en la etapa de la lucha guerrillera fue José Gaspar Martínez Quiroga, conocido por el apodo de El Jabao. Martínez Quiroga se infiltró solo, en agosto de 1964 y armado de una carabina M f y explosivos, con la misión de establecer contactos con los focos guerrilleros activos en la región. En la Faldeguera, cercana al Río Toa, El Jabao fue rodeado por doscientos milicianos. El periódico Hoy (órgano de información castrista), publicó una información de la que extraemos que Martínez Quiroga, un ex guardia rural y que había cumplido dos años en el presidio político, se atrincheró en un pedregal y allí resistió en enfrentamiento con doscientos hombres durante seis horas, hiriendo y matando a varios de ellos, hasta que una bala le destrozó la frente.

En 1970 dos grupos de exiliados intentaron reabrir los focos guerrilleros. Uno de ellos, dirigido por José Rodríguez Pérez desembarcó en la provincia oriental, muriendo en la accion. El otro grupo era dirigido por Vicente Méndez, quien al desembarcar con sus hombres, inmediatamente entablaron duros combates con la fuerzas castristas. Vicente Méndez murió en la acción con varios de sus hombres y en un segundo combate, fueron capturados otros guerrilleros del grupo de Vicente Méndez, entre los que se encontraba Aurelio Yevito Nazario, que fue porteriormente fusilado. Yeyito era uno de los hijos del Comandante Aurelio Nazario Sargén.

Los alzados de Oriente nunca han recibido muchos comentario por parte de la prensa castrista. El régimen ha admitido que los alzados del Escambray fueron numerosos y que pelearon duro, pero de las guerrillas orientales poco se ha publicado en Cuba. Quizás a Fidel Castro le molesta admitir que en la Provincia donde él nació y precisamente en la misma Provincia que ellos ha llamado Cuna de la Revolución, centenares de humildes campesinos se inmolaran en una lucha cruenta y desigual contra el comunismo.
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EL ALZADO

Yo me alcé en el sesenta y uno, ante de la segunda limpia. Pa' ese entonce yo tenía dieciocho años y vivía en Manicaragua con los viejos míos. La milicia fue a velme varias veces pa' reclutarme, pero yo les di de la'o, por que yo no quería eso de comunismo. Entonce decidí que si iba a tener que fajarme, lo iba a hacer del la'o que me diera la gana y no obliga'o pol nadie. Pa' alsalme tenía que tener un hierro polque las guerrillas no querían a nadie que no estuviera arma'o.

Y me puse con suerte, compay. Mi tío me consiguió un Springfield viejo pero en buenas condiciones con ochenta balas. Me dijo que había sido de un guardia rural retira'o que vivía en Trinidá. El guardia estaba muy viejo pa' coger la loma, pero cuando tío le dijo que necesitaba un hierro pa' un alza'o. el guardia sacó el rifle de un escaparate y se lo dió. Y esa misma semana arranqué pa' la manigua. Tenía mi rifle bien engrasa'o, un cuchillo y una mochila vieja. En la mochila llevaba unas cuantas latas de comida v un trozo de nailon. El nailon era pa'dormil en el monte. Uno se envolvía en el nailon y con eso se tapaba de la lluvia y del frío.

La segunda limpia fue cabrona. Aquello, compay, era una bronca de león a mono amarra'o. A mí me han dicho que habían más de cien mil milicianos buscándonos. Yo no sé si eso es verdá, lo que sí te digo que aunque no tuve tiempo de contarlos, habían un burujón de miles. Habían veces que tiraban los peines proletarios y venían marchando uno al la'o del otro, hombro a hombro, cerrando el cerco. Una vez rompí un cerco de ésos encarama'o en un árbol. Estuve enguruña'o en la orqueta de un árbol sin moverme y me pasaron por abajo como sí ná'. Y desde allá arriba se veía bien aquel peine. Era una línea larga, azul y verde olivo. Ellos eran como ochocientos y nosotros éramos seis.

Los cercos eran tripéles y ellos venían peinando, mochando con fuego de ametralladoras y morteros. Y pa' salir de un cerco había dos maneras. Romper por arriba era salir fajao's a tiro limpio. Romper por abajo era esconderse y esperar a que no te vieran. Romper por arriba se hacía de noche. Nunca de día a no sel que empezaran a tirar el cerco y uno tenía que salir embala'o, antes de que el nudo se cerrara. Pero romper el cerco de día era una jodienda. Por la noche nos arrastrábamos de barriga hasta que estábamos tan celta de la primera línea que los sentíamos respirar, que los podíamos tocar con las puntas de los rifles. Entonces disparábamos y cruzábamos las líneas a to'o galope. Hubo veces que el nudo estaba tan apreta'o que ellos mismos se entraban a tiros tratando de agarrarnos.

Romper por abajo era difcil. Había que tener mucha calma, porque había cercos que duraban una semana. Y meterse en un aromal o una cueva por una semana era del carajo. Por el día hacía un calor que te cocinaba como a un plátano maduro, y por la noche un frío violento. Y los milicianos pasándome a dos metros. Yo estuve metí'o doce días en un aromal y por la noche me arrastraba a un potrero a tomar agua de un charco.

Eso del agua era un problema bien serio. Yo tenía una cantimplora que le quité a un miliciano muerto y siempre trataba de tenerla llena. Pero cuando no había agua había que inventar. Nosotros usábamos unas cañitas de tallo de la hoja de la calabaza y de tisibi, que son huecas y largas, y con eso chupábamos agua de lluvia de las grietas en las piedras. Yo siempre llevaba varias cañítas en el bolsillo. Y cuando la cosa estaba dura de verdá', con la lengua chupábamos la humedá' que había en la parte de abajo de las ojas de malanga.

La comida a veces era dificil, y a veces no. Había mucho guajiro que nos ayudaban, pero cuando los fideli'tas empesaron a sacar familias del Escambray y mudarlas pa' Pinar del Río, la cosa se puso más dura. Aún así resolvíamos. Pasábamos por un platanal y arrancábamos un par de plátanos, y los metíamos en la mochila, y a los dos días estaban listos pa' comer, bien maduritos. Y la línea de suministros a veces nos hacía llegar unas cuantas latas de comida. Y comíamos jutías y coles, y malangas, y maíz de los sembradíos. Y mascábamos caña de azúcar. Cuando matábamos un ternero no podíamos cocinar con candela, porque los milicianos podían ver el humo desde la distancia. Los palos de guava blanca no botaban humo, pero a beces eran difíciles de conseguir. Entonces, lo que hacíamos era cortar trozos de carne y ponerlos arriba de una cama de piedras. Mojábamos la carne bien con naranja agria y jugo de limón, y lo tapábamos con hojas de yagrumas. El sol cocinaba la carne to'o el día, y así teníamos carne, pero había que comérsela rápido, porque en un par de días se ponía mala. Allá arriba siempre había hambre, pero el alza'o se acostumbra a vivir con el hambre.

La vida de alza'o era dura, bien dura, compay. Dormíamos en cañadas, en cuevas, en aromales. Nos pasábamos el día escondidos y nos movíamos de noche. Y nos movíamos rápido. Aunque parezca imposible, había noches que nos movíamos cuarenta o cincuenta kilómetros por monte grueso.

La primera vez que tiré una caminata de esas se me engarrotaron to's los músculos de las piernas. Pensé que me iba a morir, compay. Cuando se acabó la marcha me metí en un matorral y dormí once horas, y cuando me desperté, todavía me dolían to'os los músculos, to'o el cuerpo. Pero uno se acostumbra.

Lo que más trabajo me costó acostumbrarme fue a estar sucio. Allá arriba no hay jabón ni ná' por el estilo. El cuerpo se bañaba cuando se cruzaba un río o cuando llovía. Teníamos olor a campo, un olor que era como el palmiche, que no se iba ni a jodías. Era sudor podrio, cuero moja'o, mugre, grasa de rifles, pólvora, ropa ripiá', yerba húmeda y mierda de potrero. Y como olíamos a monte, ni los perros nos olían.

Lo peor de to' eran las heridas. Allá arriba no habían médicos, ni medicinas, ni ná'. Yo he visto curar heridas con crenolina de caballos, con alco'l, con yerbas y tabaco. He visto cerrar la grieta de una herida pasándole la punta de un machete caliente. No hay ná'que huela peor que la carne de un guajiro echa chicharrón.
A los tres meses de estar alza'o, cambié el rifle del guardia por un rifle checo M52, que también le decían R2. Fue en una finca cerca de Pico Tuerto. Matamos a tres milicianos en una emboscada cuando se acercaron a un pozo a tomar agua. El M52 tiene la bayoneta calada y el peine carga diez balas. Es un rifle un poco pesa'o. pero es buen arma.

Ese problema de las armas era algo bien serio. Los fdeli'tas estaban bien armaos y tenían millones de balas. En mi guerrilla éramos doce y teníamos lo que podíamos conseguir. Había una ametralladora Thompson, tres M52 checos, un Springfield, un Garand, una carabina San Cristóbal dominicana y un par de escopetas de cacería. Había tres hombres que no tenían armas largas, na' más que pistolas y cuchillos. Y de las balas ni decir. Yo nunca tuve más de diez peines para el M52, y había quien entró en combate con ocho o diez balas en su rifle. Así no se podía hacer mucho.

Pero nos fajamos duro. Quemamos camiones y edificios, y rompimos cercos y tiroteamos cuarteles y les costó trabajo jodernos. Cada vez que la milicia paraba a un guajiro le abrían la camisa pa' ver si tenía marcas de mochila en los hombros. Nosotros vivíamos con las mochilas colgando y eso dejaban unas marcas que duraban meses en la piel.

En el sesenta y tres, cuando ya llevaba dos años alza'o, me hirieron rompiendo un cerco. La herida, un balazo de metralleta en el muslo, se infestó, y casi me quedo sin pierna. Me escondieron en una finca cerca de Báez, y de allí me llevaron en un camión de viandas a otra finca cerca de la playa de Varadero. Un médico me atendió clandestino hasta que me curé, lo cual tomó casi cuatro meses. Me quede un poco cojo y me di cuenta que para mí, con la pierna así, no había regreso a la loma. Entonces me puse a buscar la menera de irme pa' los Estados Unidos, y me tomó cuatro semanas hacer los arreglos, pero salió bien. Un pescador me sacó a mí y a cuatro alzaos más en un camaronero. En cuatro días llegamos a Miami. Yo fui uno de los que tuvo suerte, compay, salí cojo pero vivo. Hubieron muchos que cumplieron un seremil de años en el presidio. Hubieron muchos otros que dejaron sus huesos allá arriba, y ahora están enterraos en fosas comunes, tos juntos. Nos jodieron, compay. Pero mal armaos, sucios y sin comida, dimos linga dura. Sí, compay, bien dura fue nuestra linga.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:32 pm

Escambray: La Guerra Olvidada
Un Libro Historico De Los Combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966)

Enrique G. Encinosa

LA VIEJA ANDREA

Tiene casi un siglo. Ya los ojos no ven bien y tiene mucha sordera. Su piel está manchada por la edad, pero la voz es firme, y la mente está aún intacta, los recuerdos claros, las imágenes aún nítidas.

Está sentada en el portal de su casa en Hialeah, meciéndose lenta. mente. Su voz habla sobre su finca en el Escambray, y sobre Toma. sito San Gil.
«Mi finca era una tacita de oro,» dice la vieja, «y la trabajaba ye misma. Tenía dieciocho caballerías de tierra y veinte y cinco emplea dos. Mis ochenta vacas producían mucha leche y más de veinte libra: de queso diario. Tenía trescientas gallinas, y puercos de cría, matas de frutas, y siembras de maíz y tabaco. Teníamos agua caliente, planta eléctrica propia y una casa de curar tabaco. Y todo eso lo hicimos coa nuestro sudor, y a los setenta años yo todavía montaba a caballo 3 trabajaba los siete días de la semana.

»Mi finca estaba pegada a las Llanadas de Gómez y el Río Caracusey. Cuando empezaron a traer milicianos me pusieron quince en L - finca. Quince, y se pasaban el día jugando dominó. Me los pusieror para que los alzados no vinieran a buscar comida. Pero los alzado! venían de noche. Y a Tomasito y sus hombres yo le daba lo mejor que yo tenía. Con mis monteros les mandaba latas de galleta, pomo; de dulce de guayaba, y masas de puerco fritas. Muchas fueron la veces que yo misma les llevé alimentos; yo, montada en una burn negra que era mía. Y hasta sueros les puse a esos hombres en L manigua.

»Una vez los cercaron, pero ellos escaparon por unas zanjas después cruzaron el río. El Caracusey estaba hinchado. Uno lo cruzo a nado y amarraron una soga a un árbol y así cruzaron todos agarrándose a la soga. Perdieron las mochilas. Sólo tenían los rifles Llegaron a mi finca mojados y con hambre. En ese momento no había milicianos de posta en la finca. Yo recogí ropa entre mi empleados y les dimos pantalones, camisas, y medias. Picamos varia frazadas para hacer dos de cada una. Y les preparamos comida. Arroz con pollo y plátanos. Y al otro día se fueron unas horas antes de que llegara la milicia.

»A Tomasito yo lo quería mucho. Era jovencito y chiquito de estatura, pero era un león de valiente, y muy bueno. Su lugarteniente era Mandy Florencia, un hombre muy buen tipo. Tenía veinte y siete años y había sido farmacéutico, pero dejó a su familia para irse a la manigua.

»Tomasito venía mucho por mi finca. Y la Niña del £scmnbray también. Ella padecía de la garganta y yo siempre le tenía guardada medicina. Una vez yo fuí a Remedios y les llevé cartas a los Munso, la familia del esposo de La Niña. Y cuando regresé, traje doce rosarios de la Iglesia, rosarios que habían sido bendecidos por el Papa. Y se los llevé a La Niña.

»Una vez La Niña y Manolo estuvieron escondidos en mi finca por quince días. Y cuando aquello los milicianos estaban allí. Ellos dos estuvieron metidos en un matorral al lado de una ceiba grande que estaba cerca de mi casa. Ellos estaban cerca de un chiquero de puercos y uno de mis labriegos les llevaba comida. En un cubo había'. basura para los puercos y el otro cubo tenía comida y agua para La Niña y Manolo. Y a unos metros de los milicianos se pasaron más de dos semanas.
»A Tomasito lo mataron frente a mi finca,» dice la vieja Andrea, y su voz suena muy triste, «Y muchas veces les dije: -Muchachos, váyanse, que los comunistas los van a matar. Ellos tienen muchas armas y muchas balas.- Y Tomasito me decía: -No, Andrea, aquí nos quedamos.- Y allí se quedaron. Los rodearon y eran miles. Los milicianos empezaron a pasar frente a mi finca a las nueve de la mañana, y a las tres de la tarde todavía se veían tropas en el terraplen. Eran miles.

»Toda esa noche estuvieron fajados. Y murieron trece de los alzados, entre ellos Tomasito y Mandy. Y murieron veinte y siete milicianos esa noche. Y eso fue frente a mi finca. Al amanecer, mis labriegos vieron los cadáveres. Uno de los hombres de Tomasito era un negro muy valiente de Caracusey. Ese fue el último en morir. Lo capturaron herido y se murió esperando a los helicópteros, diciéndoles insultos a los milicianos. Y después vinieron los helicópteros y se llevaron los cadáveres. Y ni se los dieron a los familiares para póder enterrarlos.

»Y a los tres meses todavía se veían bien claras, las manchas de los coágulos de sangre en la yerba y en las piedras.»
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:33 pm

Escambray: La Guerra Olvidada
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Enrique G. Encinosa

EL ESCOPETERO

Yo tenía una escopeta de doble boca, una Remington calibre 16 que era la mejor arma que había en todo el Escambray. No necesitaba balas. Disparaba cualquier cosa. Cuando las pocas balas que tenía se me acabaron, comencé a inventar. De un caldero viejo y de alcayatas de una cerca saqué miles de pedacitos de metralla. Rellenaba los cartuchos vacíos con la metralla y estaba listo para el combate. Aquella escopeta pateaba como un mulo y tenía un poder expansivo tremendo. Una vez le disparé a un miliciano que estaba escondido dentro de un bohío y la metralla astilló toda la madera y arrancó la puerta de cuajo. El miliciano se rindió en seguida. Pensó que le habían disparado con una bazooka.

El que no se me olvida era un mensajero del ejército que emboscamos en la carretera a Seibabo. Venía en una motocicleta checa con con una alforja de documentos colgando de un hombro y una metralleta checa del otro. Lo vimos venir de lejos y El Zurdo y yo corrimos hacia la carretera para interceptarlo.

Me puse en la punta de la emboscada detrás de una ceiba. El Zurdo, con su ametralladora PPCha se escondió en unos arbustos cercanos, detrás de mí. Decidimos que yo sería el que disparara, y si fallaba, entonces le tocaría a El Zurdo abrir fuego. Estábamos en un recodo de la carretera muy propicio para una emboscada.

Escuché el sonido del motor, como un murmullo que se acercaba. Me arrodillé junto al tronco del árbol. Apreté la culata de la escopeta contra mi hombro, apuntando la doble boca hacia la carretera. La motocicleta con su jinete apareció frente a mí, inclinándose al doblar por la curva del recodo. Cuando se comenzó a enderezar, le vacié las dos bocas en el medio del cuerpo.

El hombre saltó por el aire, retorciéndose, rodando por la carretera, dejando un hilo largo de sangre. El cinto con los peines de la metralleta se desprendió del cuerpo, quedando en el medio de la carretera. La alforja estaba ripiada por la metralla, los papeles esparcidos. La metralleta, manchada de sangre, reposaba inmóvil al lado del cinto de balas. La motocicleta continuó sola por varios metros, cayéndose en una cuneta.

Cargué mi escopeta de nuevo. El Zurdo recogió la metralleta, el cinto y la alforja. Yo me acerqué al cuerpo. Era un hombre joven, bien afeitado, con un bigote grueso. Estaba acostado de lado, con los ojos abiertos, sin ver nada. Su camisa verde olivo estaba mojada de sangre. La barriga estaba abierta de lado a lado. Por la grieta de la herida salía arroz amarillo, cubriendo los bordes de la piel rajada, salpicando de comida la carretera.

Desde ese día, cada vez que como arroz amarillo me acuerdo de aquel hombre.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:34 pm

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Enrique G. Encinosa

EL FANTASMA

Era un cabo de milicias en su pueblo de Topes de Collantes. Desde muchacho había recibido el apodo de El Yanki, por su pelo rubio y cara pecosa. Fue movilizado para la lucha contra los guerrilleros, y como todo buen soldado, su preocupación era el sobrevivir las balas enemigas.

El 16 de abril de 1962, El Yanki fue a visitar a un pariente que vivía en un bohío cercano a las Aromas de Velázquez. Cuando El Yanki se acercaba a la vivienda, vió a una figura que se movía en la distancia, hacia una cañada. La figura llevaba un arma norteamericana, una carabina M1, y usaba un sombrero Stetson.
Guerrillero.

El Yanki rastrilló el rifle checo M52. La figura ya había desaparecido. Había movimientos de arbustos en la maleza, hacia el fondo de la cañada. El Yanki disparó a ciegas, el rifle checo culateando contra su hombro. Después del eco del disparo sólo hubo silencio.

Cuando la patrulla de milicianos llegó, atraída por el solitario disparo, peinaron la cañada. Encontraron un cadáver y quedaron sorprendidos. Al guerrillero muerto le faltaba la punta de un dedo en la mano izquierda.

-Felicidades, Yanki - dijo el jefe de la patrulla, -has matado a Osvaldo Ramirez.

El Yanki abrió los ojos sorprendido. Osvaldo Ramírez, el comandante en jefe de todos los alzados, el guerrillero más temido de todo el Escambray. El hombre que había escapado un centenar de cercos, que había eludido dos grandes limpias, se había lanzado por barrancos en saltos suicidas para evitar captura. Ramírez y sus hombres eran responsables de docenas de emboscadas y ataques a tropas de milicia.

El Yanki comenzó a sudar. «Ahora van a venir a buscarme,» pensó, «todos los alzados de Las Villas van a venir a vengarse. Me van a colgar de una guásirna. Me van a abrir el vientre a machetazos. Me van a meter un tiro en la nuca mientras yo esté durmiendo en mi cama.»

El Yanki comenzó a enloquecer. Cada guajiro que veía era un posible enemigo al acecho. Cada sonido en la noche era un alzado que se acercaba, arrastrándose de barriga, con un cuchillo en la mano. El Yanki no dormía bien. Se despertaba gritando, llorando, pidiendo clemencia. Cuando oía disparos en la distancia, comenzaba a sudar frío. Cuando se mencionaba a Osvaldo Ramírez, El Yanki comenzaba a sollozar.

A El Yanki lo enviaron a Europa. Dicen que recibió tratamiento médico en Alemania. Pero aún así, regresó a Topes de Collantes totalmente demente. Ya entonces no habían alzados en el Escambray, pero muchos aún merodeaban en la mente de El Yanki.

El tiempo pasó. Ningún guerrillero se apareció en su casa para degollarlo. Pero El Yanki se cuidaba. No salía de noche. Pasaba horas encerrado en su casa, mirando hacia el mundo por una rendija. Se sentaba algunas veces en el portal, pero siempre entraba en la casa antes de oscurecer.

Aún hoy, veinte y seis años después del disparo solitario en Las Aromas de Velázquez, El Yanki continúa acuartelado, viviendo en su infierno solitario, perseguido por el fantasma del legendario guerrillero. Hay días, en que sentado en el portal de su casa, aún escucha voces al anochecer. Son los muchachos del pueblo, que escondidos en los arbustos, asustan al demente.

-¡Escóndete, Yanki!- gritan las voces, --que Osvaldo viene a buscarte. Ya está aquí.

Y El Yanki, aullando y sollozando, brinca de su sillón, se esconde en la casa, y continúa mirando al mundo por una rendija.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:35 pm

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Enrique G. Encinosa

LA PELUA

Su nombre era Ramón Galindo, pero le decían La Pelúa por apariencia desgarbada. Todos los alzados vestíamos con ropa ripiada por el monte, oliamos a yerba y sudor agrio, teníamos melenas sombreros empercudidos por la tierra de los potreros.

Pero La Pelúa era algo excepcional. Su pelo estaba siempre engrifado. Su camisa, carente de botones, siempre estaba abierta. D botas de cuero rajado estaban amarradas con trozitos de cordel. Si pantalones tenían parches improvisados. Su mochila estaba deshile chada. La Pe/úa era el guerrillero más ripiado de toda la provincia de Las Villas.

Pero era un muchacho bragado. Cuando estaba con la guerrilla d Blanco Hernández se batió como un perro jíbaro. A la guerrilla 1 cayó atrás un batallón especial de combate dirigido por Gustavo Castellón, al que le decían El Caballo de Mayaguara. Era una fiera, i mejor de todos los oficiales de linea que tenía Fidel. El Caballo estuvo tratando de cercar a la guerrilla de Blanco Hernández por un semana, hasta que por fin los acorraló. Se formó una balacera violenta, y la guerrilla se disolvió, tratando de cruzar el cerco. La Pelú cruzó el triple anillo de tropas que los rodeaban y ya tenía camp libre para escapar, cuando vió a un alzado al que llamaban El Hué vilo caer herido dentro del cerco. La Pelúa dió media vuelta y regreso, al combate. Blanco Hernández había muerto, pero La Pelúa recogió a El Huevito y lo ayudó a escapar.

El Huevito tenía un balazo en la nalga, y apenas podía correr, pera La Pelúa le batió la retirada, batiéndose él sólo contra los cazadores de las tropas especiales. Después La Pelúa cargó con El Huevito tres días por el monte, perseguido por un enjambre de soldados, hasta que dieron con nosotros, con nuestra guerrilla en el borde del circuito su y el Escambray.

Cuando nos topamos con ellos, La Pelúa, emocionado, agotado, se sentó en una piedra a llorar, contento de haber podido salvar al amigo. La herida no era seria, pero sí incómoda, y había botado mucha sangre. La limpiamos y los llevamos a nuestro campamento.

Esa tarde el Congo Pacheco comenzó a afilar una navaja para picar la herida y sacar la bala. El Huevito se asustó cuando vió la navaja.

-Eso no,- dijo el herido, -si me pasas la navaja te prometo que voy a desertar.

El Congo se rió y guardó la navaja. La herida se curó, y El Huevito se quedó con el plomo enterrado en la nalga.

Un día cuando fuimos a recoger provisiones a un lugar que se llamaba El Tenedor, La Pelúa conoció a la hija de uno de nuestros hombres en la línea de suministros, una guajirita muy linda que se llamaba María Rosa. Aquello fue amor a primera vista. Regresamos al campamento y La Pelúa sólo hablaba de María Rosa. Y dió la casualidad que ella también estaba interesada en La Pelúa, ya que cada vez que uno de nuestros hombres visitaba la finca, María Rosa preguntaba por Ramón Galindo.

Todos en la guerrilla sabíamos de las ilusiones románticas de La Pelúa. Todos relajeábamos al muchacho de Cumanayagua, y él, con su buen humor, también se reía. Todos sabíamos que siempre habría un voluntario para ir a recoger provisiones a El Tenedor.

Juan Felipe Castro, conocido por Sancti Spíritus era por aquel entonces el jefe de nuestra guerrilla. Un día nos reunió para informarnos que había una misión que cumplir.

-Varios hombres van a ir conmigo,- dijo el jefe, -que tengo gestiones que hacer y contactos con los cuales reunirme.

-¿Vamos por casualidad a ir por El Tenedor?- pregunté yo, sonriendo con malicia.

-Sí. Es la primera parada.

La Pelúa se pasó el resto de la tarde preparándose para el viaje. Zurció los huecos de los pantalones. Se peinó la bola de pelo. Obtuvo prestados cordones nuevos para las botas. Se afeitó con esmero. Al anochecer estaba listo para marchar. Ahora era el mejor vestido de la tropa. Parecía un cadete.

Sancti Spíritus reunió a los hombres y escogió a varios para la jornada. La Pelúa no era uno de los seleccionados.

-Soy voluntario, capitán,- dijo La Pelúa, -no quiero quedarme en el campamento.

El capitán de nuestra guerrilla, conteniendo la sonrisa, inspeccionó al pulcro guerrillero.

-Sí, puedes ir. Ponte en la punta de la patrulla.

Aquella noche caminamos por aquellas lomas más rapido que nunca. La Pelúa, en la punta de la tropa, estaba marcando el paso a todo galope. Nosotros, choteándolo, inferimos un par de veces que debíamos parar a descansar, hacer la marcha en dos noches, pero La Pelúa protestó.

-Miren,- nos dijo La Pelúa, -cuando lleguemos a El Tenedor, no me digan La Pelúa. Yo soy Ramón Galindo. Quiero que me llamen por mi nombre.

Al otro día vino el ansiado encuentro. Cuando nos encontramos con Maria Rosa y su familia, La Pelúa, haciéndose el hombre interesante, estaba escondido en unos matorrales cercanos. Maria Rosa intercambio saludos con la tropa, buscó la cara conocida, y no la vió.

-¿Y La Pelúa no vino?- preguntó la muchacha.

Ante nuestras carcajadas, Ramón Galindo salió del matorral, tratando de lucir lo más formal posible.

La Pelúa y Maria Rosa se hicieron novios. Se vieron varias veces, pero el romance no duró mucho.

Una tarde la guerrilla fue cercada en un cañaveral. La milicia le prendió candela por las cuatro puntas al campo de caña. Nosotros salimos por donde soplaba el viento, cubiertos por el humo. Es un truco guerrillero. Caminamos un tramo protegidos por el humo, alejándonos del campo ardiendo.

Pero el viento era rastrero. Hubo un cambio de viento y nos quedamos al descubierto en un campo recién arado. No había cobertura. La Pelúa brincó una cerca y se atrincheró en una piña de ratón, cubriéndose como podía. Algunos logramos escapar bajo una lluvia de plomo. Al final sólo quedaba uno de nosotros en el campo arado, herido grave. La Pelúa brincó la cerca de nuevo y corrió por el campo arado, disparando su rifle contra la milicia que se acercaba. Cargó al herido y comenzó a correr hacia nosotros. Una bala lo derribó, pero Ramón se volvió a parar y cargó nuevamente al herido. Caminando dando tumbos, volvió a caer, pero se paró por segunda vez. Estaba tratando de recoger al herido cuando una ráfaga los alcanzó a ambos. La Pelúa fue derribado por tercera vez y su sangre mojó la tierra recién arada.

Aquella fue una noche triste. Maria Rosa perdió a un novio, pero Cuba perdió a un muchacho desgarbado que fue uno de los alzados más puros y valientes del Escambray.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:36 pm

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Enrique G. Encinosa

EL LOCO LOPEZ

Le decían El Loco. El apodo le vino por su audacia, por su sangre fría, por la manera temeraria de actuar ante el enemigo. Manolo López López era de Chambas, en el norte de Camagüey. Fue encarcelado cuando era aún menor de edad, acusado de participar en actividades guerrilleras contra el régimen castrista. Lo enviaron a Torrens, una cárcel para menores en La Habana, para cumplir sentencia y recibir adoctrinamiento político.

Pero El Loco nunca cumplió la condena. Con una navaja se abrió una herida en el estómago, al lado del ombligo. Lo llevaron a un hospital, donde le cosieron la herida. Y antes de regresar a Torrens, El Loco amarró una tira de sábanas y se lanzó por una ventana, perdiéndose en la oscuridad de la noche.

Casi desnudo, herido, y sin recursos, Manolito López se las arregló para regresar a Camagüey, donde se alzó de nuevo. Cumplió los 18 años en la manigua. Aprendió sus tácticas guerrilleras de Rolando Martín Amodia y Arnoldo Martínez Andrade, dos ex oficiales del Ejército Rebelde que fueron los pioneros de los alzamientos contra el castrismo en Camagüey. El Loco participó en muchas acciones, incluyendo el asalto a las Minas de Perea, la toma de los poblados de Río y Centeno, y numerosas emboscadas en los llanos de la Provincia. Para febrero de 1962, a pesar de su juventud, era comandante guerrillero, jefe de los alzados en Camagüey.

En los próximos seis meses, Manolito El Loco se convirtió en uno de los jefes guerrilleros más audaces de toda Cuba. Los propios castristas publicaron relatos que demuestran la audacia de Manolito. En Boquerón, la milicia tendió una emboscada a los alzados. 'En el primer combate murió un guerrillero, Justo López Fuentes. Al poco rato, cuando la milicia peinaba el terreno en búsqueda de la guerrilla, se escucharon dos disparos. Dos milicianos se desplomaron. Cuando las tropas castristas llegaron al farallón desde donde los alzados habían disparado, no encontraron guerrilleros, pero sí encontraron colgado de un árbol un pequeño letrero que decía.

«Por cada patriota muerto, la vida de dos milicianos.

»(firmado) Manolito López

»Comandante en Jefe Frente Norte de Camagüey,»

A Manolito El Loco lo buscaron con ganas. Y él, con su locura y su audacia, continuó rompiendo cercos. Mucho triple cerco se cerró sobre campo vacío mientras El Loco y sus hombres cruzaban sembradíos y potreros, evadiendo a los cazadores de las tropas especiales castristas.

Con temeridad, los hombres de El Loco López llevaron a cabo constantes contra-ataques, a pesar de ser continuamente perseguidos y acosados por el ejército castrista. El 29 de junio de 1962, con la milicia pisándole los talones, Manolito y sus hombres detuvieron a un ómnibus en El Chorro. Después de matar a dos milicianos que viajaban en el vehículo, El Loco le prendió candela al autobús.

El 10 de agosto lo cercaron en Los Barriles. En el primer combate, Manolito López fue herido. Una bala le produjo una herida en el cuello y otra le traspasó una mano. Los cazadores tiraron un triple anillo. Por una semana, centenares de soldados rastrearon las piedras y los farallones, pero no encontraron el rastro de los once guerrilleros escondidos.

Oscar Figueredo, uno de los jefes de las tropas especiales se adentró en Un pedregal. Allí estaba El Loco. Recostado a unas piedras, el joven jefe guerrillero apuntó serenamente con su carabina M 1. Apretó el gatillo cuatro veces. Tres plomos dieron en el blanco. Una bala se incrustó en la barriga de Figueredo. Dos plomos más, uno sobre cada tetilla, destrozaron el pecho del oficial castrista. Oscar Figueredo murió instantáneamente.

El nudo de tropas comenzó a estrangular al grupo de alzados. Floro Camacho, el lugarteniente de Manolito, lo ayudó a tratar de escapar. El Loco estaba débil. Con hojas de savia se había tapado la herida en el cuello, y la herida de la mano estaba infestada. El Loco sabía que su hora había llegado. Con aplomo, el jefe guerrillero de 19 años de edad le cedió el mando de la guerrilla a Floro Camacho, parapetándose después en unas piedras, para cubrirle la retirada a sus hombres.
Atrajo fuego enemigo sobre sí para salvar a sus hombres. Desde las piedras, disparó con su carabina M I y su pistola calibre .45, para confundir, para que los castristas pensaran que había más de un alzado atrincherado, peleando. Lo rodearon. Le dispararon en cruce de fuego y las balas partieron gajos, reventaron piedras.
Desde el pedregal, El Loco gritó que se rendía, que se le habían acabado las balas. Varios cazadores de las tropas especiales se pararon para ir a capturarlo, pero fueron dispersados por una lluvia de balas. Era un truco. El Loco no iba a rendirse.

La balacera continuó. Desde su escondite, entre piedras comidas por las balas, Manolito El Loco lanzó granadas hacia el nudo de hombres uniformados que cada momento se acercaban más. Mientras el joven alzado se desangraba en el pedregal, Floro Camacho y los otros alzados cruzaban el anillo de tropas que se extendía por varios kilómetros.

Dos cazadores lograron acercarse al guerrillero. Dos ametralladoras vaciaron sus peines sobre las espaldas del muchacho de Chambas. El Loco se retorció entre las piedras y quedó inmóvil.

El comandante Manolito López López había muerto.
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Enrique G. Encinosa

EL HUERFANO

Tenía la cara de un niño, pero los ojos estaban hundidos en el rostro, rodeados de oscuras ojeras. Miraba de un lado al otro constantemente, como un animal acorralado. Tenía una melena larga que le cubría el cuello de la camisa de labriego. No tenía más de diecisiete años.

Estaba armado de un rifle Garand. Dos cintos cargados de balas cubrían su vientre. En una cartuchera llevaba un revólver. Amarrado al muslo izquierdo llevaba un cuchillo largo en una funda de cuero. Sus pantalones tenían varios huecos y sus botas estaban rajadas, comidas por la humedad del monte.

Estaba agazapado al borde del sembradío. Me acerqué lentamente.

-¿Qué quieres?- le pregunté.

-Algo de comer. Hace cinco días que no como nada.

-Espérame en el matorral,- le dije, -yo vengo ahora.

Le llevé una cazuela con congrí, unas masas de puerco y un trozo de pan. Le dí un jarrón de agua y un cucharón grande para comer. Nos sentamos juntos a la sombra de una ceiba en el borde del sembradío. Empezó a comer rápidamente, las primeras cucharadas desapareciendo en su boca. Después hizo una pausa, tomó un largo buche de agua y dejó que las gotas de humedad le rodaran por la mejilla y el cuello, salpicándole la camisa.

-Gracias,- me dijo, -no hay nada peor que la sed y el hambre.

-Come lo que quieras,- le dije, --que mi hijo te está preparando un paquete de comida. Tengo unos chorizos y una barra de dulce guayaba que te puedo dar.

-Yo sabía que usted me iba a ayudar. Machete me dijo que usted era de los buenos.

-Ah, tú eres de los hombres de Machete.

-Por los últimos cinco meses. Antes de eso estuve con Cara Linda, pero a Machete le hacían falta prácticos de la zona, y Cara Linda me dió permiso para irme con él.

Siguió comiendo, más lentamente. Entre mordidas miraba hacia los matorrales y el sembradío.

-Eres muy joven,- le dije, -tu padre y tu madre deben estar muy preocupados por ti.

Los ojos dejaron de moverse. Me miraron.

-Mi madre murió hace tiempo. A mi padre lo fusilaron hace ocho meses.

-Lo siento. a

-Vivíamos en una finca cerca de Artemisa, el viejo y yo. Un día cuando llegué de la escuela, el viejo no estaba. Lo habían arrestado y se lo llevaron para La Habana. Cuando llegué a La Cabaña para verlo, ya lo habían fusilado. Nunca supe ni por qué lo mataron. Ni siquiera me lo dijeron. Tampoco re dieron el cadáver. Yo no sé ni donde está enterrado.

-Lo siento,- repetí.

-Cuando regresé a Artemisa, busqué en la finca un revólver viejo que teníamos en la finca y salí a buscar a un miliciano. Encontré a uno cuidando un almacén, con un rifle al hombro. Me le acerqué sonriendo y hablando y le metí un tiro en el cuello. Le quité el rifle y me fui para las lomas.

Pensativo, le pasó la mano a la culata del Garand.

-Y ahora, ésto es lo único que tengo,- me dijo.

Por un rato estuvimos sentados ala sombra de la ceiba, sin conversar. Mi hijo trajo los chorizos y la barra de dulce guayaba. El alzado puso la comida en una mochila vieja que llevaba.

-Si hay algo más que pueda hacer por ti...

-Ya hizo bastante. Voy a dormir lo que queda del día y por la noche me voy. Tengo que reunirmecon Machete.

Nos despedimos. Esa noche, bier tarde, escuché muchos disparos en la distancia. El combate duró vagos minutos.

Al amanecer, dos camiones pararon por la finca. Unos quince milicianos, sucios y sudados venían a tomar agua de mi pozo. Les pregunté qué había pasado. Uno deellos, un sargento, me indicó con un gesto de su brazo que mirara hacia la cama de uno de los camiones.

No tuve que acercarme. Desde donde yo estaba parado podía ver un par de pies cubiertos por botas rajadas por la humedad. A su lado, acostado de lado en la cama de metal, sobresalía la culata de un Garand.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:38 pm

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Enrique G. Encinosa

EL GALLEGUITO VAZQUEZ

A la muerte le decían La Pelona, y La Pelona estuvo al acecho de El Galleguito Vázquez por mucho tiempo sin lograr empatarse con él.

Varias veces La Pelona estuvo bien cerca de Manolito Vázquez. Una vez fue atrapado en un cañaveral en un cerco proletario donde las balas eran disparadas a quemaropa. Manolín Rodríguez cayó muerto, el cuerpo cosido por una ráfaga, pero El Galleguito disparando su M 1 abrió una brecha y escapó a La Pelona corriendo por una zanja.

En otra ocasión, rodeado, se deslizó de nalgas por el fango suave de una ladera de cañada, hasta caer en un río crecido. Con las balas picando a su lado y sólo la cabeza de pelo claro con ojos verdes asomando sobre el agua, se le escapó de nuevo a los cazadores del LCB.

El Galleguito se alzó contra Fidel a los 20 años de edad en 1961. Ya era un veterano guerrillero. Había sido cabo del Ejército Rebelde en la lucha contra Batista. En su segunda vuelta se unió a otro ex soldado rebelde, Carlos González Garnica, fomentando juntos el primer núcleo de alzados contra el régimen castrista en los llanos del circuito sur de Las Villas, moviéndose activamente en las zonas de Cienfuegos, Roda y Cartagena, hasta el límite de Las Villas con Matanzas.

Después de la muerte de González Garnica, El Galleguito fue ascendido a capitán, jefe de guerrilla. Participó en numerosas emboscadas y se hizo legendario entre los grupos de alzados por sus numerosas burlas a La Pelona, por sus escapes audaces a situaciones que parecían imposibles de sobrevivir.

En San Juan de Los Yeras, su guerrilla fue diezmada en los primeros días de enero de 1963. Atrapado en un cruce de fuego en un campo arado, se batió con su carabina cubriéndole la retirada a sus hombres. Una bala de grueso calibre le abrió un zurro inmenso en el brazo derecho. Disparando a la zurda, rompió el cerco, arrastrándose bajo una lluvia de plomo. Solo, con el brazo destrozado, se arrastró por el monte. Tres días después del combate la guerrilla de Tartabull lo encontró en un matorral. La herida estaba cubierta de gusanos, la carne podrida alrededor de un hueso blanco que se veía claramente en la grieta ripiada por el plomo.

A El Galleguito lo llevaron a Santa Clara, vestido con una capa de agua que le cubría su mugriento uniforme. Eduardo Hurtado lo escondió por varios días, hasta que Enrique Ruano lo transportó a una clínica clandestina, donde médicos villareños operaron su ancha herida, salvándole el brazo.

Por varias semanas El Galleguito estuvo en Santa Clara, cambiando de escondites, esperando recuperarse de su herida para regresar al combate. Un día se aparecieron unos hombres que venían a llevarlo a otro escondite. Después de desarmarlo, los hombres arrestaron al herido, notificándole que ellos eran agentes de Seguridad del Estado.

El Galleguito sonrió amargamente y miró hacia la pistola que le acababan de quitar.

«¡Qué lástima!» dijo El Galleguito.

Lo llevaron a la cárcel de Seguridad del Estado en Santa Clara. Y empezaron los interrogatorios.

«¿Usted ahorcó a alguien?»

«Sí, como no,» respondió El Galleguito, «cuando yo estaba en el Ejército Rebelde ustedes me enseñaron que a los chivatos hay que guindarlos. Yo ahorqué chivatos, nunca a inocentes.»

Manolito Vázquez se mantuvo intransigente. Se negó a delatar colaboradores, a testificar en contra de otros alzados. Le pidieron pena de muerte por fusilamiento y aún así, casi se burla de La Pelona de nuevo. Había un fiscal que le debía la vida a El Galleguito y hubo intentos de conmutarle la sentencia de muerte en cambio por una larga condena carcelaria. Pero Seguridad del Estado intervino pidiendo la pena máxima para el joven jefe guerrillero.

La Pelona, que nunca pudo atrapar al capitán Manolo Vázquez en cercos y en emboscadas, por fín logró atrapar al guerrillero. El Galleguito murió fusilado ante un paredón ensangrentado en Las Villas, el verano de 1963.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:39 pm

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PEPE CANDELA

Yo era montero de una finca de día y guerrillero de noche. Mi zona de operaciones era cerca de Cienfuegos. Trabajé en la línea-de suministros, pero lo que más hice fue quemar sembradíos. Tanta candela prendí en esa zona, que me decían Pepe Candela.

Hay muchas maneras de quemar un cañaveral. En el Central Constancia usamos fósforo vivo. El fósforo vivo es un liquido que viene en pomitos sellados. Cuando el pomo se rompe y el liquido hace contacto con el aire, entonces comienza a arder. Es una química muy buena, pero rara vez la usábamos, ya que era difícil de conseguir.

Mi método favorito era utilizando un saco viejo de yute. Primero humedeces el saco con gasolina o algo que arda bien. Enciendes el saco y lo dejas quemar un poco. Después lo apagas. El saco después lo tiras en el medio de un campo de caña. Aunque esté apagado, después de un rato, cuando el sol se pone fuerte, comienza a arder de nuevo. Y no había fallo. Yo tiraba cinco o seis sacos de esos en un campo de caña al amanecer, y para el mediodía aquel campo ardía que daba gusto. Y yo, de inocente, trabajando en la finca. Hubo fuegos que yo mismo prendí que después ayudé a apagar.

Cuando un fuego comenzaba a arder, la milicia comenzaba a chapear un trillo, para evitar que el fuego se esparciera. Por eso a mi me gustaba quemar por varios lugares, para que aún si cambiaba el viento la caña ardiera bien.

Un método cruel pero muy práctico era utilizando animales. Le amarrábamos una tira de tela mojada en gasolina a la cola de un gato y le prendíamos candela. El animal aquel, con el fuego en la cola, corría por dentro del campo de caña a toda velocidad, un kilómetro en un minuto, y por donde corría dejaba tallos ardiendo. En el sur de Las Villas en aquellos tiempos habían muchos gatos sin colas.

Otro método era con un pedazo de vela. La vela se colocaba dentro de una lata hueca para que el viento no la apagara, y se colocaba arriba de una pila de hojas secas. Cuando las hojas empezaban a arder, el fuego se esparcía.

Yo conocía a un conductor de trenes que tiraba pedazos de estopa mojadas en grasa en el horno del tren cuando pasaba por el cañaveral. Los trozos de estopa ardiendo eran lanzados al aire por la chimenea del tren. A los pocos minutos ya había siete o ocho fuegos en el sembradío. Aquel conductor de trenes pegó más candela que una guerrilla con un lanza llamas.

También le prendí candela a unos cuantos camiones. A uno le dejé un letrero que decía: Regalo de Pepe Candela. Y la milicia del batey se movilizó para buscar a Pepe Candela, el cual ellos pensaban, era un alzado. Cuando pasaron por la finca donde yo trabajaba, me fuí con ellos, de voluntario para buscar a Pepe Candela. Y estuve dos días persiguiendo mi propia sombra por un seremil de sembradíos y guardarrayas.

Pero nunca apresaron a Pepe Candela.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:39 pm

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LOS CRISTALES SE RAJAN

Santa Clara, Las Villas, noviembre de 1963.

Eramos diecisiete en la celda. Nueve eran alzados que habían sido capturados el mes anterior. Nano Pérez y ocho de sus hombres. Todos eran guajiros, hombres de manos callosas y cuerpos pellejudos. Algunos eran hombres maduros y otros, muchachos jovencitos con barbas raídas.

Ramón Marín Espinoza abrió la boca y apuntó con un dedo grueso hacia un empaste.

«Mira esto,» me dijo, «un empaste nuevo. Cuando me cogieron en el cerco tenía una infección y me hicieron un empaste nuevo. Eso es una pérdida de tiempo y dinero. Me arreglaron para matarme.»

«¿Te van a fusilar?»

«Sin duda, compay. Me dejaron ver a mi madre y eso me puso contento. Pero me van a fusilar.»

Los carceleros trajeron la comida. Ocho platos de sopa de fideos. Nueve platos de arroz y picadillo con yuca. Los alzados recibieron los platos de picadillo. Nadie dijo nada. Todos sabíamos lo que aquello significaba. La Ultima Cena.

Después de comer vino la espera. Había poca conversación. El sol se perdió en la línea del horizonte y vino la noche. Entonces vino el escuadrón de fusilamiento, con sus M52 checos. El hombre a cargo del pelotón era un oficial de milicia de apellido Fardales.

Empezaron a llamar nombres. Uno a uno iban saliendo. Dos milicianos le amarraban las manos a las espaldas a los alzados. Sacando y amarrando. Sacaron a ocho y el único guerrillero que quedaba en la celda era Ramón Marín Espinoza.

El guajiro se paró frente a las rejas, mirando hacia los hombres armados, hacia los amigos amarrados. Su voz explotó como una granada, cortando la monotonía del proceso.

«¿Y a mí qué? No se olviden de mí.»

«No te preocupes, que a tí también te toca.»

«Sí coño, abran aquí, que yo también voy. No se olviden de mí.»

El guajiro recogió en sus manos gruesas una javita que contenía una frazada. Con un gesto brusco le tiró la frazada a uno de los ocho quedábamos en la celda.
«Aquí tienen» dijo, «donde yo voy a ir, eso no me hace falta.»

Y salió de la celda. Le amarraron las manos. Los nueve hombres estaban parados en fila. Uno era un muchacho muy joven, tendría dieciocho o diecinueve años. Un miliciano lo hostigó.

«,Te vas a rajar?» le dijo el miliciano al muchacho.

Hubo unos segundos de silencio. El muchacho miró tranquilamente al miliciano.

«Los cristales se rajan,» respondió, «los hombres mueren de pie.»

Eso fue todo. Todos se fueron y nos quedamos ocho hombres en la celda. Me senté en la cama y cerré los ojos. Aunque el paredón estaba muy lejos para oir los disparos, apreté los ojos y traté de olvidarme del eco de las explosiones silentes que retumbaban dentro de mi cabeza.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:40 pm

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Enrique G. Encinosa

TAGUARI

El Serrucho estaba localizado cerca de Tamarindo, en la provincia de Camagüey. Era un lugar difícil de encontrar, lejos de las carreteras bien transitadas. En los tiempos de Batista había sido una casa de curar tabaco. Después vino la Revolución, y la finca fue intervenida.

Camiones y jeeps cargados de tropas vestidas de verde olivo llegaron al Serrucho. Las edificaciones comenzaron. Se fabricaron oficinas, se pintaron las paredes de verde claro. Frente al patio de cemento, donde habían varios lavaderos, se construyeron una docena de celdas.

El Serrucho no era imponente pero tenia mayimbes importantes. En el cuartel estaban las oficinas del Comandante Víctor Drake, uno de los oficiales principales involucrados en la cacería de alzados. En el mismo edificio estaban las oficinas de Seguridad del Estado, Sección Bandas, del Ministerio del Interior, dirigidas por el primer teniente Rubén Montero y el teniente Arturo Hernández.

Montero y Hernández eran una pareja inseparable. Montero era delgado, de pelo oscuro y nariz afilada. Hernández era corpulento, más de seis pies de estatura, y doscientas libras en un cuerpo adornado de ropa bien planchada y un inmenso sombrero.

Ambos hombres trabajaban bien juntos. En los interrogatorios a los alzados, a los familiares, o a los colaboradores, ambos sabían calibrar bien las debilidades humanas. Sabían cuando amenazar y cuando ser amistosos. Montero se jactaba de sus habilidades persuasivas y Hernández juraba que no había preso que él no pudiera intimidar

El 22 de julio de 1963, en la Sabana de Imías, Sierra de Cubitas, doscientos cazadores del LCB, dirigidos por el teniente Pedro Nodal Loyola, se unieron a un pelotón de policías para atacar a un grupo de alzados acampados en un molino abandonado. El combate fue corto y violento. Seis guerrilleros se batieron contra huestes cuarenta veces superiores. Roberto Rodríguez, el jefe de la guerrilla, fue derribado por el plomo del FAL belga de Nodal Loyola. El guerrillero muerto era una figura grotesca. Tenía puesto su sombrero tejano, pero su mandíbula había desaparecido, arrancada de cuajo por un proyectil.

El cerco se cerró sobre el molino. Un policía fue herido de un balazo en la cabeza. Tres soldados del LCB fueron cortados por la metralla de las armas guerrilleras. Tres guerrilleros rompieron el nudo. Otro alzado fue muerto y uno capturado.

Lo llevaron al Serrucho para ser interrogado. Lo encerraron en una celda que miraba hacia el patio de cemento. Montero y Hernández se prepararon para el interrogatorio. En la oficina verde clara, donde hacía calor de día y frío de noche, ambos hombres ojearon el archivo del reo recién capturado.

Jorge Labrada Martínez. Veinte y dos años de edad. Conocido por Taguari. Sus dos hermanos, Humberto y Rafael, también son alzados. Los tres han estado activos en la región norte de Las Villas y Camagüey por muchos meses.

Montero fue a visitar a Taguari en su celda. El preso estaba vestido sólo con calzoncillos mugrientos. En la mano izquierda tenía una cicatriz larga, herida vieja de cuchillo o navaja. El pelo oscuro del pecho estaba mojado por el sudor, pegado al cuerpo. Sus cabellos estaban sucios y despeinados. Sus ojos eran oscuros, de mirada intensa, ojos más viejos que el resto del cuerpo. Tenía un olor agrio, a yerba y sudor rancio.

Montero empezó suave. Le ofreció comida, refrescos y cigarrillos a Taguari. Después vino el monólogo. Ya Montero se lo sabía de memoria, repitiendo las frases con las inflexiones bien practicadas de un actor.

--Tú eres joven.- decía Montero, -Ya la guerra se te acabó. Te apresamos. Pero puedes rehacer tu vida. Nos puedes ayudar. La Revolución es benévola. Si nos ayudas, en vez de fusilarte, irás a la cárcel. Con buen comportamiento estarás en la calle en cinco o seis años, antes de cumplir los treinta...

Montero continuó hablando, vendiendo la idea. Los ojos oscuros del alzado estaban clavados sobre el teniente. Montero se calló de súbito, esperando una reacción.

-Mire, teniente,- dijo Taguari, -a mí me puede fusilar cuando le de la gana. Yo no ayudo a comunistas.

Montero se encogió de hombros y salió de la celda. La reacción era de esperar. Todos empezaban así, pero en unos días cambiaban de opinión.

El segundo y tercer día se repitió el monólogo. Ambas veces el preso repitió la misma negativa. Montero trajo a una mujer y a un niño al Serrucho. Los paró frente al preso.

-Ella es viuda, y él es huerfano,- dijo el teniente, -y por culpa de ustedes. Su marido era un miliciano que murió en un peine. A lo mejor fuiste tú mismo el que lo mató.

Montero esperó una reacción. Había tenido éxito muchas veces antes. Alzados duros se habían ablandado al ver viudas de luto y muchachitos llorando. Taguari los miró serenamente. Detrás de los ojos oscuros, el alzado pensó en las viudas de los alzados muertos y fusilados.

-Eso no funciona conmigo, Montero.- dijo Taguari, -Llévatela pal carajo. Si me escapo de aquí voy a seguir rompiendo milicianos y haciendo viudas y huérfanos.
«Este es duro,» pensó Montero. «Ahora le toca a Arturo. Si por las buenas no funciona, pues entonces, por las malas.»

Arturo Hernández visitó la celda. Trató de intimidar a Taguari, pero el muchacho no se dejó amenazar. La mano inmensa de Hernández cruzó el rostro del alzado, con una bofetada. Taguari recibió el golpe, y rebotando de la pared pateó al oficial, el pie descalzo clavándose en la barriga de Hernández. Aullando de dolor y rabia, Hernández llamó a los guardias. A Taguari lo golpearon y patearon, dejándolo tirado en el piso frío de la celda.

Hernández se obsecionó con Taguari. Había que quebrar su espíritu, doblegarlo. Taguari era algo personal para Hernández, no un simple preso que debía ser interrogado. Las golpizas continuaron. Los labios amoratados del alzado sólo se abrían para escupir una maldición, para repetir que a él había que fusilarlo.
Un día lo sacaron de la celda. Lo metieron dentro de uno de los lavaderos. Una tapa de metal cubrió la boca del lavadero. Una mano abrió la pila, y el agua comenzó a llenar la caja de concreto. El agua le cubrió las piernas, la barriga, el pecho. El agua continuó subiendo de nivel. Entró por la boca y los huecos de la nariz. Su cuerpo se convulsionó como una marioneta. Su cabeza golpeaba contra la tapa del lavadero.

Lo sacaron inconsciente. Parecía muerto. Arturo Hernández ordenó que le bombearan el estómago.

¡Que no se muera, coño!- decía Hernández, -A ése lo quiero vivo. Ese cabrón es asunto mío.

Taguari vomitó agua. Los párpados se abrieron. Los ojos se abrieron, mirando hacia Hernández y sus hombres.

-¡Maricones!- dijo Taguari vomitando buches de agua.

-¡Comunistas de mierda!- Varias veces lo metieron en el lavadero. Y vomitando agua repetía sus maldiciones.

Después de un par de semanas se lo llevaron del Serrucho para la Finca Casablanca, otro centro de detención, más grande y propicio para interrogatorios. Media docena de golpizas más le propinaron. Montero le hablaba suave, tratando de convencerlo de que ya era hora de rendirse, de evitar más torturas. Hernández lo apaleaba. Pero Taguari no se doblegaba.

La situación se convirtió en una guerra de voluntades. Cada uno estaba obstinado en vencer. Hernández quería causar el dolor insoportable que doblegara físicamente al preso. Montero quería que el hombre se rindiera mentalmente ante una realidad inexorable. Taguari estaba obstinado en no ceder ante sus raptores, en ser destrozado pero no derrotado.

Después de un mes se dieron cuenta que los esfuerzos eran inútiles. Montero visitó a Taguari para informarle que seria fusilado al día siguiente si no aceptaba la última oferta.

-Mire, teniente,- dijo Taguari, -si ustedes son tan machos, vamos al patio. Deme una pistola y yo me bato a tiros con ustedes, uno por uno, hasta que alguien me mate. Lo único que yo quiero es llevarme unos cuantos hijos de putas comunistas más antes de que me llegue mi hora.

Montero no respondió. Al otro día, al anochecer, Jorge Labrada Martínez se encaró a un pelotón de fusilamiento. Taguari se paró frente a los rifles serenamente, sus ojos intensos brillando, hasta que las lenguas de fuego los apagaron.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:41 pm

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Enrique G. Encinosa

EL GUAPO RIVERA

Tiene alrededor de medio siglo de edad, pero parece más joven. Su pelo es negro y tupido. Su cara no tiene arrugas ni rajaduras. El cuerpo es macizo, aunque la pierna derecha_ luce más gruesa que la izquierda.

Agapito Rivera Milián, recién llegado a Miami en mayo de 1988, ha dedicado su vida a la lucha por la libertad de Cuba. Por las últimas dos décadas y media ha sido un preso político plantado, de los más intransigentes que se han confrontado al sistema. Antes del presidio fue, por tres años, comandante guerrillero en Las Villas, recibiendo cinco heridas en combates contra los cazadores de las tropas especiales del ejército castrista.

Le decían E/ Guapo Rivera, por su temeridad, por que peleaba parado, rompiendo los cercos de frente, disparando su fusil ametralladora Browning contra las huestes enemigas. A los 23 años de edad, queriendo alzarse, pero careciendo de experiencia militar y de armamento, se enlistó en la milicia. A las cuatro de la tarde del 2 de octubre de 1960, al Guapo le dieron un rifle Springfield y una canana con 91 balas. A las nueve de la noche se alzó contra el regimen.

En la manigua se codeó con Campitos, con Martí Campos y el Negro Tondike. l Guapo llegó a ser jefe de los alzados en el circuito norte de Las Villas, desde Sagua La Grande hasta Corralillo. Fue herido por primera vez en un combate el 25 de abril de 1962, cuando una bala de metralleta le traspasó la pierna derecha. En ese mismo combate su hermano menor, Estanislao, fue herido tres veces, capturado y fusilado. El Guapo sobrevivió milagrosamente, corriendo varios kilómetros con la pierna sangrando, rompiendo los cercos de la milicia castrista.

El Guapo Rivera fue un dolor de cabeza para las tropas castristas. El Comandante René de Los Santos dirigió varias operaciones contra el jefe guerrillero, pero no lo pudo atrapar. El Comandante Lizardo Proenza, uno de los jefes principales del LCB se vio frustrado tres veces al tratar de atrapar a El Guapo, el cual se escapó por las rendijas de los enormes triple cercos castristas. En una ocasión, a pesar de estar atrapado dentro del nudo por dos noches y tres días, El Guapo logró escapar de nuevo.

El 21 de noviembre, Agapito Rivera, su hermano. Francisco, y otro alzado llamado Mayito García Molina acamparon en un cañaveral. Lizardo Proenza lanzó entonces su cuarta ofensiva contra El Guapo. Los cazadores del LCB cerraron un nudo sobre la zona. Todos los campos de caña cercanos al escondite donde estaban los alzados fueron minados de patrullas castristas tendiendo emboscadas. Los terraplenes fueron sellados por pelotones bien armados. Cazadores de las tropas especiales empezaron a peinar los potreros en búsqueda de los tres guerrilleros.

Los tres alzados salieron del cañaveral intercambiando disparos con el enemigo. Una bala le dió en el brazo derecho a L7 Guapo, pero el jefe guerrillero continuó disparando. A dos kilómetros de donde comenzó la refriega, los tres alzados se toparon con una emboscada en un cañaveral. Ambos lados dispararon a quemarropa. Francisco, el hermano de El Guapo, cayó desplomado. Una bala le atravesó el _ pecho. Otra bala entró por la espalda y salió por el ombligo.

Dejando atrás el cadáver de su segundo hermano, El Guapo y Mayito salieron del campo de caña, perseguidos por una nube de plomo.

Al brincar una cerca, Mayito fue destrozado por una ráfaga de ametralladora. Momentos después, una segunda bala le partió el brazo derecho a El Guapo. Sin poder disparar su rifle ametralladora, Agapito cruzó una línea de milicia corriendo, eludiendo las balas a quemarropa.

Entró en un cañaveral. Los cazadores del LCB dispararon centenares de plomos sobre la figura que huía. Una bala se incrustó en su pierna derecha, pero El Guapo siguió corriendo. Otra bala entró en la pierna izquierda, partiendo la femoral. Dentro del campo de caña El Guapo Rivera se desplomó sobre la tierra villareña.

Entonces se produjo un milagro. Un hombre con un balazo en la femoral se debe desangrar en un par de minutos. Pero a El Guapo se le formó un coágulo arterio venoso en la ingle, una fístula milagrosa que evitó que la sangre circulara libremente y que el herido no se desangrara.

El Guapo se escondió en el cañaveral. No pudiendo disparar el rifle, sacó de su cartuchera la pistola .45 y la rastrilló. Se sentó a esperar su último combate, pero las tropas especiales nose atrevian a entrar al campo de caña a buscar al herido peligroso. Pasó el tiempo y los minutos se convirtieron en horas. El Guapo era una bola de fango y sangre. Encendió un tabaco, quizás la última fuma de su vida, y lo mordió duro, mascando el cabo entre los dientes. La debilidad de la pérdida de sangre le produjo una borrachera. Se dormía, perdiendo el conocimiento, para despertarse minutos después. La vista se le iba y volvía.

Después de tres horas los cazadores entraron en el campo de caña. Encontraron a El Guapo sin conocimiento, lo desarmaron, y lo llevaron a un terraplén. El Guapo despertó a tiempo para sentir como le ripiaban el pantalón y la camisa para curarle las heridas. Un soldado le arrancó el tabaco de la boca. Otros le decían maldiciones. Después de vendarlo, lo fueron a lanzar en la cama de un camión, alándole los cabellos para pararlo.

El Guapo apenas podia hablar, pero le pidió en un murmullo a los cazadores que lo remataran. Varios se burlaron de él.

Lizardo Proenza, el comandante del LCB que había perseguido a El Guapo, disparó una ráfaga de su rifle FAL belga al aire.

-¡Maricones!- les gritó Proenza a sus hombres, -¡Pendejos! Ninguno de ustedes quería fajarse de frente a ése cuando estaba en el cañaveral. ¡Cobardes y putas! Trátenlo con respeto, que ése es un hombre.

Con sus cuatro heridas, a El Guapo lo llevaron a un hospital. Los médicos lo examinaron perplejos, maravillados de que con un plomo en la femoral no se hubiera desangrado. Un médico soviético y trece médicos cubanos lo visitaron para estudiar su caso. Sobrevivió numerosas operaciones y se encaró al presidio con estoicismo patrio.

Aunque por la Ley 988 se suponía que Agapito fuera fusilado, por un milagro fue condenando a treinta años de presidio en vez de ser condenado al paredón. Además de los 25 años de presidio politico plantado, y de cinco heridas de balas en su cuerpo, El Guapo perdió a dos hermanos y a nueve primo hermanos en la lucha guerrillera de los años sesenta.

El Guapo, Agapito Rivera Milián, es el jefe guerrillero que sobrevivió, que más tiempo estuvo alzado contra el castrismo, y el único jefe de sector activo en Las Villas en 1963, que aún vive para contar sobre los heróicos alzamientos de los años sesenta.

El apodo de El Guapo es bien merecido.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:41 pm

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Enrique G. Encinosa

LA NIÑA DEL ESCAMBRAY

Miami Beach, 1987.

La puerta de la casa de huéspedes en South Beach estaba cerrada. Golpeamos en el cristal con los nudillos. Por una ventana en el segundo piso un hombre se asomó, mirando hacia nuestro grupo, a los cuatro visitantes.

¿Qué desean?

-Venimos a ver a La Niña del Eecambray.

-La Niña, - nos dijo el hombre, -está muy traumatizada. Ella no acepta visitas.

Dígale, le respondí, que Reina Carolina, Polita Grau y su hermano, Ramón, han venido a visitarla. Estas dos mujeres estuvieron plantadas con La Niña en Guanajay y en Guanabacoa.

Momentos después la puerta se abrió. Varios hombres se congregaron en el pasillo. Tres eran ex-presos políticos.

-Es la última puerta al final del pasillo en el segundo piso, nos dijo uno, ---pero La Niña es muy renuente a aceptar visitas.

Detrás de la puerta blanca con el número diecisiete torcido, vive Zoila Aguila Almeida, La Niña de Placetas, la veterana guerrillera del Escambray.

Para mí era un momento emocionante. Desde niño había escuchado cuentos sobre una joven muchacha de Placetas que fue jefa de un grupo de alzados en Las Villas, enfrentándose en combate a las milicias castristas. Siempre la había considerado una figura legendaria, pero nunca había visto siquiera una foto de ella. Ahora, por fin, la iba a conocer y la imagen nebulosa se podría convertir en un ser humano, de carne y hueso.

En 1960, en los penachos de la Sierra del Escambray, grupos de insurgentes mal armados combatían contra el sistema castrista. En esos primeros meses de rebelión, Zoila Aguila se marchó a la manigua con su esposo, un electricista de Remedios llamado Manolo Munso La Guardia. El llevaba una carabina San Cristóbal con seis peines, y ella, un revólver con unas cuantas balas.

En el Escambray, donde Zoila ya había combatido una vez antes, contra Batista, creció día a día la leyenda de la mujer guerrillera. Mochila al hombro, carabina M1 en mano, La Niña combatió a la milicia bajo las órdenes de Osvaldo Ramírez, Tomasito San Gil, y .Julio Emilio Carretero. Durmió en las laderas de los montes, pasó hambre y sed, y a tiro limpio rompió los triple cercos de las milicias castristas. En la manigua parió dos hijas, y ambas murieron en sus brazos de hambre y sed. Para 1963, Zoila era jefa de una guerrilla de doce hombres, veterana de centenares de escaramuzas en los montes villareños. Hay una anécdota que bien describe la sangre fría de la joven guerrillera. contada por uno de los sobrevivientes de la gesta heróica. Rodeados en un triple cerco, los hombres de Carretero se desbandaron, intentando cruzar las líneas castristas sin ser detectados. Uno a uno, los aliados fueron cruzando el cerco, reuniéndose después todos a la orilla de un riachuelo. Carretero contó cabezas. Faltaban dos. Manolo y Zoila. La preocupación aumentó cuando se empezaron a escuchar disparos en la distancia. Carretero, que tenía buen oído para las balas, pudo discernir, entre los disparos de metralletas y rifles checos, el martilleo del Garand de Manolo y el M1 de La Niña. Los alzados comenzaron a correr hacia el sonido de los disparos para socorrer a la pareja. El M1 enmudeció de súbito. Solo se escuchaba el cantar del Garand, el chasquido seco del rifle y el tableteo de las metralletas. Carretero gritó una maldición, pensando que Zoila había caído en el combate y solo Manolo quedaba combatiendo. Al atacar a la milicia en un cruce de fuego y dispersarlos, los alzados quedaron sorprendidos. Acostado en un matorral, con una herida en el hombro se encontraba Manolo Munso. A su lado, con un Garand humeante en las manos, Zoila Aguila se batía sola contra un pelotón de milicia.

En marzo de 1964, después de casi cuatro años alzados en el Escambray, Lar Niña y Manolo fueron capturados, traicionados por Alberto Delgado, El Hombre de Maisinicu, un oficial de Seguridad del Estado que tendió una trampa a las guerrillas de Emilio Carretero. Delgado murió ahorcado de una guásima, pero antes de caer traicionó a más de treinta guerrilleros y a numerosos colaboradores, incluyendo miembros de su propia familia.

En Villa Marista, las oficinas de Seguridad del Estado, Zoila y Manolo fueron separados. Por un tiempo se podían hablar a gritos de celda a celda, pero después a Manolo lo cambiaron de celda, para que ni a gritos lanzados por pasillos se pudieran consolar. A La Niña la encerraron en el Príncipe Negro, un cuarto tapiado subterráneo, donde sólo las ratas la acompañaban.

Después vino el juicio. La Niña y dieciocho alzados recibieron condenas de treinta años de encarcelamiento. Doce guerrilleros fueron fusilados. Manolo Munso La Guardia murió en los fosos de la prisión de la Cabaña, el anochecer del 22 de junio de 1964. mientras cantaba, junto a sus hermanos de lucha, el Himno Nacional de Cuba.

La Niña fue llevada al presidio político de las mujeres. En Guanabacoa, Guanajay, y la hipócritamente llamada Finca Nuevo Amanecer, Zoila continuó la lucha aún tras las rejas. Presa plantada, se negó a doblegarse. Guardias armados con tubos de manguera la golpearon. Fue tapiada en cuartos oscuros, sin luz y comida. Quemó colchones y fue enviada a celdas de castigo.

Rompieron su mente, pero no su espíritu. La locura se apoderó de Zoila, pero ella aún demente, se negó a rehabilitarse. Era mucho el sufrimiento. Dos hijas muertas. Manolo fusilado. Carretero enterrado junto a Manolo en una fosa común. Meses en celdas de castigo. Torturas. Golpizas. Hambre. La volvieron loca pero no lograron doblegarla.

En la cárcel de mujeres, sentada en su camastro, se pasaba horas envuelta en trapos, vestida como una leprosa, sin hablar. Cuando se le permitía salir al patio, se encaramaba en las matas, donde se pasaba largo rato, la vista perdida en un horizonte lejano.

Después de cumplir más de la mitad de su condena, llegó a Miami, una de las últimas presas en salir de Cuba.

Tocamos suavemente con los nudillos en la puerta blanca. La sentimos moviéndose en el cuarto, pero no respondió. Tocamos por segunda vez.

La puerta se abrió lentamente, solo una rendija. Media cara se asomó al pasillo. Pelo azabache, cutis liso, sin arrugas. Voz de timbre claro.

La visita duró veinte minutos. La Niña no nos permitió entrar al cuarto, ni abrió la puerta completamente. Conversó un poco con Pola y Reina Carolina, las amigas del presidio, ignorándonos a Ramón Grau y a mí. Polita le llevaba unos regalos, una botella de perfume y unos abrigos, pero la guerrillera no los aceptó.

-Les habló mucho nos dijo el dueño de la casa de huéspedes, -Ella vive encerrada en el cuarto. Sale una vez al día v se sienta un par de horas en el portal, pero habla poco, y rara vez acepta visitas. ¿De qué vive?-- le pregunté.

-De la ayuda social, y costó trabajo obtenerla. La Niña se negaba a ir a las oficinas del gobierno. Tuvimos que traer a un médico al edificio para que la entrevistara en el pasillo y le diera la certificación médica. Es un caso incurable.

No nos aceptó los regalos.

No----dijo el hombre, ---ella se ofende si alguien le ofrece ayuda. Nosotros hacemos lo que podemos por ella, pero es difícil ayudarla.

Esa noche me costó trabajo dormir. La imagen de aquel rostro tras la puerta blanca quedó grabada en mi memoria. En sus ojos oscuros me he asomado al dolor infinito de mi pueblo.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 4:44 pm

. Archivado en Cuba
La Niña de Placetas

Conoci a Zoila Aguila, en la lucha contra Batista, cuando formaba parte de las guerrillas que luchaban en el Escambray. Era casi una niña. Asi le llamaban: "La Niña de Placetas". Despues supe de sus hazañas contra los comunistas, cuando ya era conocida por "La Niña del Escambray".
El siguiente relato está tomado del libro de Enrique Encinosa:" Escambray, La Guerra Olvidada".
"Miami Beach, 1987. La puerta de la casa de huéspedes en South Beach estaba cerrada. Golpeamos el el cristal con los nudillos. Por una ventana en el segundo piso, un hombre se asomo,mirando hacia nuestro grupo, a los cuatro visitantes. ¿Que desean?. -Venimos a ver a La Niña del Escambray- . -La Niña-nos dijo el hombre-está muy traumatizada. Ella no acepta visitas. Dígale-le respondí- que Reina Carolina, Polita Grau y su hermano Ramón, han venido a visitarla. Estas dos mujeres estuvieron plantadas con la Niña en Guanajay y en Guanabacoa. Momentos después la puerta se abrió. Varios hombres se congreron en el pasillo. Tres eran ex presos políticos. -Es la última puerta al final del pasillo en el segundo piso- nos dijo uno, - pero La Niña Es muy renuente a aceptar visitas. Detrás de la puerta blanca con el numero diecisiete torcido, vive Zoila Aguila Almeida, La Niña de Placetas, la veterana guerrillera del Escambray. En 1960, en los penachos de la Sierra del Escambray, grupos de insurgentes mal armados combatian contra el sistema castrista. En esos primeros meses de rebelión, Zoila Aguila se marchó a la manigua con su esposo, un electricista de Remedios llamado Manolo Munso La Guardia. Él llevaba una carabina San Cristobal con seis peines, y ella, un revolver con unas cuantas balas. En el Escambray, donde ya Zoila habia combatido contra Batista, creció día a día la leyenda de la mujer guerrillera. Mochila al hombro, carabina M1 en mano, la Niña combatió a la milicia, bajo las órdenes de Osvaldo Ramirez, Tomasito San Gil y Julio Emilio Carretero. Durmió en las laderas de los montes, pasó hambre y sed, y a tiro limpio, rompió los triples cercos de las milicias castristas. En la manigua parió dos hijas, y ambas murieron en sus brazos de hambre y sed. Para 1963, Zoila era jefe de una guerrilla de doce hombres, veterana de centenares de escaramuzas en los montes villareños. Hay una anécdota que bien describe la sangre fría de la joven guerrillera, contada por uno de los sobrevivientes de la gesta heroíca. Rodeados en un triple cerco, los hombres de Carretero se desbandaron, intentando cruzar las lineas castristas sin ser detectados. Uno a uno, los alzados fueron cruzando el cerco, reuniéndose después todos a la orilla de un riachuelo. Carretero contó. Faltaban dos. Manolo y Zoila. La preocupación aumentó cuando se empezaron a escuchar disparos en la distancia. Carretero, que tenía buen oido para las balas, pudo discernir entre los disparos de metralleta y de rifle checo, el martilleo del Garand de Manolo y el M1 de la Niña. Los alzados comenzaron a correr hacia el ruido de los disparos para socorrer a la pareja. El M1 enmudeció de súbito. Sólo se escuchaba el cantar del Garand. Carretero gritó una maldición, pensando que Zoila había caído en el combate y solo Manolo quedaba combatiendo. Al atacar a la milicia, en un cruce de fuego y dispersarlos, los alzados quedaron sorprendidos. Acostado en un matorral, con una herida en el hombro, se encontraba Manolo Munso. A su lado, con un Garand humeante entre las manos, Zoila Aguila se batía sola contra un pelotón de milicias. En marzo de 1964, después de casi 4 años alzados en el Escambray, La Niña y Manolo fueron capturados, traicionados por Alberto Delgado, "El Hombre de Maisinicu", un oficial de Seguridad del Estado que tendió una trampa a las guerrillas de Emilio Carretero. En Villa Marista, las oficinas de Seguridad del Estado Zoila y Manolo fueron separados. Por un tiempo se podían hablar a gritos de celda a celda, pero después a Manolo a lo cambiaron de celda para que ni a gritos lanzados por pasillos se pudieran consolar. A la Niña le encerraron en el Príncipe Negro, un cuarto tapiado subterraneo, donde sólo las ratas la acompañaban. Después vino el juicio. La Niña y 18 alzados recibieron condenas de 30 años de encarcelamiento. Doce guerrilleros fueron fusilados. Manolo Munso La Guardia murió en los fosos de la prisión de La Cabaña, al anochecer del 22 de junio de 1964, mientras cantaba junto a sus hermanos de lucha el Himno Nacional de Cuba..
La Niña fue llevada al presidio político de las mujeres. En Guanabacoa, Guanajay y la hipócritamente llamada finca Nuevo Amanecer . Zoila continuó la lucha aún tras las rejas. Presa plantada se negó a doblegarse. Guardias armados con tubos de manguera la golpearon, Fue tapiafda en cuartos oscuros, sin luz ni comida.. Quemó colchones y fue envíada a celdas de castigo.
Rompieron su mente pero no se espíritu. La Locura se apoderó de Zoila, pero ella aún demente se negó a rehabilitarse. Era mucho el sufrimiento. Dos hijas muertas. Manolo fusilado. Carretero enterrado junto a Manolo en una fosa común. Meses de celdas de castigo. Torturas, golpizas, hambre. La volvieron loca pero no lograron doblegarla.
En la cárcel de mujeres, sentada en su camastro, se pasaba horas en vueltas en trapos, vestida como una leprosa, sin hablar. Cuando le permitían salir al patio se encaramaba en las matas, donde se pasaba largo rato, la vista perdida en el hirozonte lejano.
Después de cumplir más de la mitad de su condena llegó a Miami. Una de las últimas presas en salir de Cuba.
Tocamos suavemente con los nudillos en la puerta blanca. La sentimos moviéndose en el cuarto, pero no respondió. Tocamos por segunda vez. La puerta se abrió lentamente. Sólo una rendija. Media cara se asomó al pasillo. Pelo azabache. Cutis liso, sin arrugas. Voz de timbre claro.
La visita duró veinte minutos. La Niña no nos permitió entrar al cuarto, ni abruió la puerta completamente. Conversó un poco con Pola y Reina Carolina, las amigas del presidio ignorándonos a Ramón Grau y a mí. Polita le llevaba unos regalos, una botella de perfume y unos abrigos, p[ero la guerrillera no los aceptó.
Les habló mucho, nos dijo el dueño de la casa de huéspedes. - Ella vive encerrda en el cuarto. Es un caso incurable. -No nos aceptó los regalos. -No- dijo el hombre- ella se ofende si alguien le ofrece ayuda. Nosotros hacemos lo que podemos por ella, pero es dificil ayudarla.
Esa noche me costó trabajo dormir. La imagen de aquel rostro tras la puerta blanca quedó grabada en mi memoria. En sus ojos oscuros me he asomado al dolor infinito de mi pueblo.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 5:24 pm

Escambray: La Guerra Olvidada
Un Libro Historico De Los Combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966)

Enrique G. Encinosa

El hombre puede ser vencido, pero jamás derrotado.
ERNEST HEMINGWAY

Los Martires de la Guerra Campesina
A continuacion, ofrecemos una lista parcial de los combatientes muertos y fusilados en las seis provincias de Cuba entre 1960 y 1966. Esta lista posiblemente, representa solo un tercio de los combatientes que fueron asesinados por las fuerzas castristas en el periodo de la rebelion campesina.

Abdala Benitez, Jose Antonio:: Guerrillero. Muerto en combate, 1961, Escambray, Las Villas.

Abreu, Bienvenido: Guerrillero. Fusilado en Las Villas, 1962, durante la llamada Primera Limpia.

Agramonte, Andres: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas, 1963. Aguila Perez, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate, 1961, Escambray, Las Villas.

Aguilera Gil, Oneóo: Guerrillero. Muerto en combate, Los Arabos, Matanzas, septiembre 1964.

Aguilera, Rigo: Guerrillero. Muerto en combate, Matanzas, 1963.

Alcia, Pedro: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente.

Alejo Alvarez: Guerrillero. Fusilado en Rancho Veloz, Las Villas.

Alemán, Alfredo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.

Alemán, Carlos: Guerrillero. Muerto en combate, la Provincia de Matanzas, el 29 de marzo 1963.

Alemán, Roberto: Guerrillero. Fusilado en mayo 18 de 1963 en la Provincia de Matanzas.

Alfonso, Celio: Guerrillero de La Habana. Fusilado en agosto de 1962.

Alfonso, Estanislao: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Almeida, Delio: Jefe de guerrillas. Fusilado en la Provincia de Matanzas en 1962.

Almeida, Heriberto (El Niño) Guerrillero de La Habana. Fusilado en 1962.

Almenda, Plácido: Guerrillero. Muerto en combate en Bueycito, Oriente.

Alonso, Rafael: Guerrillero. Muerto en combate en la Sierra Cubitas, Camagüey en junio 30 de 1961.

Alvarez, Arturo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente en 1960.

Alvarez, Concepción (El Pinto): Jefe de Guerrillas. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas en 1962.

Alvarez Pérez, Justo (Negro Ventura): Guerrillero/ Muerto en combate, la Provincia de Camagüey, I I de mayo de 1964.

Alvarez, Lister. Guerrillero. Fusilado en Manacas, Iznaga, Las Villas, el 13 de agosto de 1963.

Alvarez, Manuel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Amador, Braulio: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1962.

Amores, Gilberto: Guerrillero. Fusilado en Sagua la Grande, Las Villas, en octubre de 1961.

Amores, Ruperto: Guerrillero. Fusilado en Sagua la Grande, Las Villas, en octubre de 1961.

Antuna, Arturo: Guerrillero de 21 años de edad. Muerto en combate la Provincia de Las Villas en 1962.

Andres Frances, Ovidio: Jefe de guerrillas. Segundo aliado que usó el nombre de guerra de Tondike. Murió en combate en la primavera de 1963. en la Provincia de Camagüey.

Aragón Aragón, Clemente: Guerrillero. Ultimo alzado en la Provincia de Camagüey. Fusilado, octubre de 1965.

Aragones, Raimundo: Guerrillero. Fusilado en Ranchuelo, Las Villas. Arbelo, (L7 Cocinero): Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1962.

Arbelo, Agustín: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas.

Arcia, Raul: Guerrillero. Fusilado en Sancti Spíritus, Las Villas, junio 1962. Argüelles, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate, Guanayara, Las Villas, 1960.

Arias, Armando: Guerrillero. Fusilado en Candelaria. Pinar del Rio, marzo 1962.

Armas, l.eocadio: Guerrillero. Fusilado en Abreu. Las Villas.

Armas, Orlando: Colaborador. Fusilado el 6 de abril de 1963 en la Provincia de Las Villas.

Armenteros, Humberto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas en 1961.

Armenteros, Papito: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas en 1962.

Bacallao, Juan: Guerrillero. Fusilado en Maguitos, Matanzas.

Bacallao, Luis: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas. marzo de 1961.

Balmaseda, Elio Guerrillero. Ex-oficial del Ejército Rebelde. Fusilado en Las Villas, 1963.

Barreras, Manuel: Guerrillero. Fusilado.

Barrios, Orlando: Guerrillero. Muerto en combate. Güines. La Habana. 1962.

Bársaga Antón, Zenén: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de las Villas enero de 1961.

Barzal, Candelario: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas en 1963.

Beatón, Cipriano: Guerrillero. Fusilado en Santiago de Cuba, Oriente, en 1961.

Beatón, Manuel: Jefe de Guerrillas, ex-ofical del Ejército Rebelde. Fusilado en Santiago de Cuba, Oriente en 1960.

Becerra, Alberto' Guerrillero. Muerto en combate en El Escambray. La.

Beliz, Alejandro (Umba): Se alzó menor de edad, despues de fugarse de la prisión de menores. Murió en combate a la edad de 17 años en las Villas.

Bello, Marciano. Ex-oficial del Ejército Rebelde. Era jefe de un grupo de infiltración. Fusilado en la Provincia de Pinar del Rio, 1961.

Beltrán, Pablo: Guerrillero. Fusilado en Manacas, Iznaga. Las Villas 13 de agosto de 1963.

Bencour, ZenénGuerrillero. Fusilado en Manacas. Iznaga, Las Villas 13 de agosto de 1963.

Benitez, Joaquín (Capitan Banderas) Jefe de Guerrillas. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.

Bernal, Freddie: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. 1963.

Besu, Antonio: Guerrillero. Fusilado en Corralillo. Las Villas.

Besu, Jesús: Guerrillero Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Besos, René: Jefe de guerrilla. Fusilado en Cienfuegos. Las Villas.

Betancourt, Carlos: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, el 23 de febrero de 1963.

Betancourt, Gilberto. Guerrillero. Fusilado en Pinar del Rio, en el año de 1961.

Betancourt, Ramón: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Blanco, Cuco: Colaborador. Muerto en combate, la Provincia de Las Villas, en el año de 1963.

Blanco, José: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente.

Blanco, Juan Dévora: Ex militar. Guerrillero. Muerto en combate, Manicaragua, Las Villas, enero 4, 1963.

Blanco, Orlando: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas, 1960.

Blanco, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate, en Rodas, Las Villas, 1961.

Boitel, Daniel: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Boitel, Eliodoro: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Boitel, Evaristo: Guerrillero.
Fusilado en la Provincia de Matanzas. Boitel, Juan: Guerrillero. Muerto en combate, la Provincia de Matanzas. Bonet, José: Jefe de guerrilla. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963. Borges, Maro: Jefe de guerrillas. 23 años de edad. Se alzó en 1960. Fusilado en La Habana, junio 22. 1964.

Borges, (renio: Guerrillero. Fusilado en La Habana, junio 22, 1964.

Borges, Ismael: Guerrillero. Muerto en combate, El Guásimal, Las Villas, 1963.

Borel Lema, Reemberto: Guerrillero. Muerto en combate, la Provincia de Las Villas, febrero 1961.

Bravo Tomás: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1964. Bravo Cervantes, Gregorio (El Polaco): Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Camagüey, junio de 1964.

Bravo Cervantes, Mario: Jefe de guerrillas. Ex militar. Se alzó en 1961. Muerto en combate, Los Ramones, Camagüey, junio 1964.

Brunet, Carlos: Guerrillero. Fusilado en Manacas-Iznaga, Las Villas, agosto 13, 1963.

Brunet, José: Guerrillero. Fusilado en Sancti Spíritus, Las Villas, febrero 23, 1963.

Brunet, Rafael: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1961. Bueso, Luís: Médico. Fusilado la Provincia de Las Villas por curar alzados heridos.
Caballero, José: Guerrillero de La Habana. Fusilado el 31 de agosto de 1962. Caballero, Renato: Guerrillero. Muerto en combate, Veguitas, Las Villas, febrero, 1961.

Cabrera, Francisco: Guerrillero. Muerto en combate, la Provincia de Matanzas, el 22 de marzo de 1963.

Cabrera, Gervasio: Jefe de guerrillas. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963

Cabrera, Mumo: Jefe de guerrillas. Muerto en combate, en la Finca La Panchita, cerca de Fomento, Las Villas, diciembre 17, 1964. Cabrera, Ulises: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Calderón, ( El Negro): Guerrillero. Muerto en combate, Cerco del 38, Las Villas, enero 17, 1961.

Calzada, Urbano: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

Camacho, Floro: Jefe de guerrilla en Las Villas y Camagüey. Se alzó en 1961. Fusilado en la Provincia de Las Villas, junio de 1964.

Camacho Alfaro, José: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, junio 1964.

Camacho Guerra, Norberto: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Las Villas, diciembre 15, 1961.

Campos Ojeda, Angel: Guerrillero. Muerto en combate, la Provincia de Las Villas, 1960.

Campos, Benito( Campitos): Ex capitan del Ejercito Rebelde. Jefe de guerrillas. Se alzó en 1960 con sus dos hijos. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, septiembre 4, 1964.

Campos Linares, José Martí: Jefe de guerrillas. Muerto en combate, septiembre 4, 1964.

Campos Linares, Chicho: Guerrillero. Muerto en combate, la Provincia de Matanzas, septiembre 4, 1964.

Cañizares, Rolando: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, diciembre 5, 1961.

Cano Gaspar, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate, mayo 11, 1964 en la Provincia de Camagüey.

Cantillo, Ciro: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Capote Medina, Andres: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente, 1960.

Capote, Bertico (El Prieto): Guerrillero. Muerto en combate en Las Villas, 1963.

Capote, Joseíto: Guerrillero. Muerto en combate en Las Villas, 1963. Capote, Quimbo: Guerrillero. Muerto en combate en Yaraguza, Las Villas, 1962.

Cardenas Paredes, Ramon: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963. Fué entregado por un familiar.

Cardenas Paredes, Romelio: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1962.

Cardo Daniel: Guerrillero. Capturado en Jaruco v fusilado en la ciudad de La Habana.

Cardozo, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate en la Sierra de Cubitas, Camagüey, junio 30, 1961.

Cardozo, Victor: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

Carmenate, Beto: Jefe de guerrilla. Muerto en combate, en la Provincia de Oriente, 1963.

Carmenate, Daniel: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Oriente, 1963.

Carnicero, Ramón: Colaborador. Fusilado en la ciudad de La Habana por ayudar a alzados.

Carrera Zayas, Jesús: Ex comandante del Ejército Rebelde. Fusilado en La Habana en marzo 1961, por suministrar armas a los alzados en la Provincia de Las Villas.

Carrera, Jesús: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Carrero, Ulises: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Camagüey, junio de 1964.

Carretero Escajadillo, Julio Emilio. Fue comandante en jefe de las guerrillas del Escambray después de la muerte de Tomas San Gil. Se alzó en 1960. Fue capturado en marzo de 1964 y fusilado en La Habana el 22 de junio de 1964. Carrillo, Jesús: Menor de edad. Ametrallado por las milicias en el Central Santa Rosa, Las Villas.

Castañeda, Francisco ( Pancho Jutía): Jefe de guerrillas. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1962.

Castañeda, José: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Matanzas, 1962.

Castellanos, Reinaldo: Guerrillero. Fusilado en julio de 1962, en la Provincia de Las Villas.

Castellón, Redento: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Castillo Martín: Guerrillero. Muerto en combate, Cerco del 38, en la Provincia de Las Villas, enero 17, 1961. Herido grave, se remató con dos granadas cuando simulaba rendirse
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 5:26 pm

Castillo, Ventura: Guerrillero. Fusilado en Colon, Matanzas, 1963.

Castro, Armando: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1965. Castro, Bebo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1964. Castro

Cárdenas, Castrurito: Jefe de guerrillas. Muerto en combate en la Provincia de Oriente, 1963.

Castro Cárdenas, J.: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Oriente, 1963.

Castro Ojeda, Gilberto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Castro, Juan Fetipe(Suncti Spbinr.c): Jefe de guerrilla. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

Catalá, Juan José(El Piehi): Ex teniente del Ejército Rebelde. Jefe de varias guerrillas en la Provincia de Matanzas. Se alzó en 1960. Muerto en combate cerca del Central Limonares, Matanzas, abril de 1963. Cato, Gilberto: Guerrillero. Fusilado en Güines, La Habana, agosto 31,1962. Cedeño, Domingo: Guerrillero. Muerto en combate a los 24 años de edad en la Provincia de Las Villas, 1961.

Cedeño, Cuco ( El Cabo Tolete): Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana, junio 22, 1964.

Chao Flores, Tony (El Americanito): Ex oficial del Ejército Rebelde. Importante eslabón en la linea de suministros. Herido grave en un tiroteo en La Habana, donde perdió ambas piernas. Lisiado, fue fusilado en La Habana el 11 de agosto de 1962 a los 22 años de edad. Chavez López, Andres: Guerrillero. Fusilado en el Central San Cristobal, Pinar del Rio.

Clark, Fermin: Guerrillero. Fusilado en Finca San José, Las Villas.

Clavijo, Lorenzo: Colaborador. Fusilado en Quemado de Güines, Las Villas. Cobiella, Angel: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, agosto 4,1962.

Collazo, Orlando: Guerrillero. Muerto en combate en 1962, a la edad de 17 años en la Provincia de Las Villas.

Conesa, Norbelio: Guerrillero. Muerto en combate cerca de Placetas, en la Provincia de Las Villas, 1965.

Cordobés, Manolo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, en 1963, a los 20 años de edad.

Cordobés, Rubén: Jefe de guerrillas. Muerto en combate, Las Villas, mayo 2, 1964.

Corrales, Bernardo: Ex capitán del Ejército Rebelde. Jefe de guerrillas. Fusilado en la Provincia de Pinar del Rio en diciembre 1961. Correa Coto, Ramón:
Guerrillero. Fusilado en Bolondrón, Matanzas, 1963. Cosales Sosa, Rafael: Guerrillero de 24 años de edad. Fusilado en Rodas, Las Villas.

Coto, Filiberto( El Pipero): Jefe de guerrillas de la Provincia de La Habana. Fusilado en 1963.

Crespo, Jose Ramón: Guerrillero. Muerto en combate, Manicaragua, Las Villas, enero 4, 1963.

Cruz Albia, Ramón: Guerrillero. Muerto al tratar de fugarse de la carcel. Cruz Carballo, Hector: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas.

Cruz Gonzalez, Francisco: Guerrillero. Fusilado en en la Provincia de Camagüey en el verano 1963.

Cruz, Elia Guerrillero. Muerto en combate, en la Sierra de Cubitas, Camagüey, 1961.

Cruz, Santiago Gregorio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Curbelo Del Sol, Carlos: Guerrillero. Fusilado en Manacas-Iznaga, Las Villas, agosto 13, 1963.

De Armas, Orlando: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, abril 1963.

De La Torre, Bricel: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

De La Torre, Miner: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Delgado, Israel: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, abril 1, 1963.

Delgado, Roberto: Guerrillero. Fusilado en Bolondrón, Matanzas, 1963. Delgado, Roberto: Guerrillero. Fusilado en Jagüey Grande, Matanzas, 1963. Del Sol, José: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas. Del Sol, Lázaro: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

Del Sol, Ramón: Jefe de guerrilla. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Del Valle, Alfredo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963. Dennis, Luis: Colaborador. Muerto en combate al trasladar suministros, Las Villas, 1963.

Díaz, Adán: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Pinar del Rio.

Díaz, Alberto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1960.

Díaz, Arturo: Guerrillero. Muerto en combate en la Finca EL Corojo, Güaimaro, Oriente.

Díaz Brunet, Everardo( Capitán Frias): Ex teniente del Ejército Rebelde. Jefe de guerrillas. Se alzó en 1961. Muerto en combate cerca de Nogüeras, Camagüey, junio 10, 1964.

Díaz, Celestino: Guerrillero. Muerto en combate cerca de Bolondrón, Matanzas, marzo 22, 1963.

Díaz, Emilio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Rio.

Diaz, Emiliano: Guerrillero. Fusilado en Corralillo, Las Villas. Díaz, Gaspar: Guerrillero. Fusilado en Matanzas, 1964.

Díaz, Lázaro: Guerrillero. Muerto en combate en La Laguna, Las Villas, 1963.

Díaz, Luis: Guerrillero. Fusilado en la Sierra Maestra, Oriente.

Díaz, Rodolfo (El Caballo):. Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Díaz, Segundo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, febrero 1961.

Díaz, Silvino: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, 1962.

Diego, José Antonio: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas, 1961. Diego, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate, Mata Vieja, Las Villas, 1963. Duarte, Reynaldo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1965. Echenique, Reino: Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Los Arabos, Matanzas, septiembre 3, 1964.

Escoto, Eloy: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Estrada, Juan: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

Espina, Sergio: Guerrillero. Fusilado en Jagüey Grande, Matanzas, 1963. Espinoza, Diosdado: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1964.

Espinoza, Rafael: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas.

Espinoza, Juan Luis: Guerrillero. Fusilado en Quemado de Güines, Las Villas.

Estevez, Manuel: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Estrada, Florencio: Colaborador. Fusilado en la Provincia de
Camagüey.

Eura, Rolando: Guerrillero. Muerto en combate en Rancho Veloz, Las Villas.

Fabre, Ricardo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963. Falcón Miranda, Julio: Jefe de guerrilla. Fusilado en Matanzas el 5 de mayo,
1963.

Fandiño Ramirez: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, diciembre 5, 1961.

Fanñas, Coti: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Felix, Ramón: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Feria Pérez, Armentino (El Indio): Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Oriente, octubre de 1959.

Fernández, Amaury (El Contador): Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Camagüey, 1963.

Fernández, Daniel: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Fernández, Enrique: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Rio, 1962.

Fernández, Emeterio: Guerrillero. Muerto en combate, El Barral. Las Villas, 1961.

Fernández Jorge: Guerrillero de 18 años de edad. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Fernández, José: Miembro de la policia castrista. Fusilado por suministrar armas a los alzados en la Provincia de Las Villas, 1964.

Fernández, Lázaro: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, diciembre de 1962.

Fernández, Nené: Guerrillero. Fusilado en Manacas Iznaga, Las Villas, agosto 13, 1963.

Fernández Toledo, Roberto: Ex militar. Guerrillero. Fusilado en La Habana, septiembre 1961.

Fernández, Wilfredo: Guerrillero. Fusilado en la Cooperativa R 265, Las Villas.

Ferrer, Nicomedes: Colaborador. Fusilado en Quemado de Güines, Las Villas.

Ferrera, Raudeho: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1961. Figueroa, Raul: Guerrillero. Muerto en combate, Jagüey Grande, Matanzas. Figueroa,
Nené: Guerrillero de 19 años de edad. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Figueredo Boza, José: Ex oficial del Ejército Rebelde. Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Oriente, 1961.

Figueroa, Raúl: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Finales, Paulito: Guerrillero. Muerto en combate, cerca del Central Mercedes, Matanzas, septiembre 4, 1964.

Finales, Rubén: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Fonseca, Mario Toribio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Fonseca, Reinaldo:
Guerrillero. Fusilado en Sagua La Grande, Las Villas, Octubre 6, 1961.

Fonseca, Argimirio: Guerrillero. Muerto en combate, marzo 1960, en la Provincia de Oriente.

Fonseca, Rogelo: Guerrillero. Muerto en combate en Corralillo, Las Villas, diciembre 1961.

Fontela Ruiz, Desiderio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente, 1960.

Fraguela, Roberto: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Camagüey, 1963. Franco (Pata de Plancha): Guerrillero. Fusilado en Manacas Iznaga, Las Villas, el 13 de agosto de 1963.

Fuentes, Idalberto: Guerrillero. Muerto en combate, Manicaragua, Las Villas, enero 4, 1963.

Fuller, Robert: Guerrillero. Norteamericano. Fusilado en la Provincia de Oriente, 1960.

Fundora, Gerardo: Jefe de guerrillas. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1962.

Galindo, Cuco: Guerrillero. Muerto en combate cerca de Agramonte, Matanzas, 1963.

Galindo, Ramón (La Pelua): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, finales de 1963.

Galindo, Ramón: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas en el verano de 1963.

Gándara, Lilo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

García Camacho, Miguel: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, 1961.

García Catalá. Rafael: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

García Díaz, lsmaél (Titi): Jefe de guerrilla. Muerto en combate el 6 de octubre de 1961. en la Provincia de Pinar del Rio. García, Elio (El Maestro): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1963.

García, Eulogio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

García, Frank: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Rio.

García, Florentino: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1963.

García Luján Pedro: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Camagüey, 1963.

García Motin, Mario (Manto) Guerrillero. Muerto en combate en Las Villas, el 21 de noviembre de 1963.

García, Orestes: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1963.

García, Pedro: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963. García, Ramón: Guerrillero. Fusilado en Manacas-Iznaga, Las Villas, agosto
13, 1963.

García Valle, Tomás (Asere): Guerrillero. Fusilado en La Habana, junio 22, 1964.

García, Tito: Guerrillero. Fusilado en Santa Clara, Las Villas, noviembre 1963.

García, Victor: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Garzón Avalos, Redecales: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente, junio de 1962.

Gil, Otis: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, marzo 1964. Gómez, Cuco: Colaborador. Fusilado en la finca La Campana, Las Villas., 1961.

Gómez, José: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963. González Alvarado, Jesús: Guerrillero de La Habana. Fusilado en 1962. González, Antonio: Guerrillero. Fusilado en Manacas Iznaga, Las Villas, 13 de agosto, 1963.

González Artiles, Ricardo: Guerrillero. Muerto en combate en el Rincón de Naranjo, Las Villas, 1963.

González Benito: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, 1961.

González Garnica, Carlos: Ex soldado del Ejército Rebelde. Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, 1961.

González Garnica, Angelberto: Guerrillero. Fusilado en Rodas, Las Villas, 1962.

González, Cuzín: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, en diciembre 2, 1961.

González, Daniel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Oriente.

González, Dionisio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

González, Eliover: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, abril 6. 1961.

González, Feliberto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, 1963.

González Pedrozo, Filiberto: Jele de guerrilla. Fusilado en Condado, Las Villas, enero 4, 1962.

González, Francisco P.: Guerrillero. Fusilado en Placetas. Las Villas, mayo 13 de 1963.

González, Hector: Ex oficial del Ejército Rebelde. Jefe de guerrilla. Fusilado en la Sierra Maestra, Oriente.

González, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.

González, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Río, 1961.

González, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

González, Juan- Guerrillero. Fusilado en Bolondrón, Matanzas, mayo 1, l%3. González, Julio: Guerrillero. Muerto en combate, Corralillo, Las Villas. González, Luis: Guerrillero. Menor de edad. Fusilado en Quemado de Güines, Las Villas.

González, Mario: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Camagüey.

González, Neno (El Currito): Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, marzo de 1962.

González, Pedro: Jefe de guerrilla. Se alzó en 1960. Muerto en combate en La Barca, Las Villas, 1964.

González, Porfirio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, en febrero de 1962.

González, Rafael: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Camagüey.

González, René: Guerrillero de La Habana. Fusilado en 1962.

González, Rolando: Guerrillero. Desertó del ejército para unirse a los alzados. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1962. González, Sandalio: Guerrillero. Muerto en combate, Hoyo del Naranjal, Las Villas, 1962.

Gonzalo, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Granados, Rufo: Guerrillero. Fusilado.

Grau, Andres: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, el 13 de septiembre de 1962.

Guat, Sixto: Guerrillero. Muerto en combate a principios de 1961 en la Provincia de Las Villas.

Guerra, Cuberto: Jefe de Guerrilas. Fusilado en las Piedras, Oriente, 1964. Guerra, Felo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1964. Guerra, Raúl: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963. Guevara, Julio: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Las Villas, el 15 de diciembre de 1961.

Guillén, Porfirio: Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Manicaragua, Las Villas, enero 4, 1963.
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La guerra olvidada del Escambray - Página 2 Empty Re: La guerra olvidada del Escambray

Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 5:29 pm

Gutierrez, Estervino: Ex militar. Jefe de guerrilla. Colaboró con los castristas y delató a muchos contactos. Fusilado en Camagüey, 1965. Gutierrez, Chin: Guerrillero. Ex Capitán del Ejército Rebelde. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Gutierrez, Evelio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, abril 1, 1963.

Heredia, Ismael (Látigo Negro): Jefe de Guerrilla. Muerto en combate en El Joyero, Las Villas, el 2 & de enero de 1961. Hernández, Agapito: Guerrillero. Muerto en combate, Río Agabama, el Escambray, febrero de 1961.

Hernández, Arsemio: Campesino. Fusilado en Camagüey, agosto de 1962. Hernández, Berto (Padre): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Hernández, Berto (Hijo): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Hernández, Blanco: Jefe de Guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Hernández Cruz. Ambrosio: Guerrillero. Muerto en combate a los 19 años de edad en Cuatro Vientos, Escambray, Provincia de Las Villas, enero de 1961.

Hernández Cruz, Julián: Guerrillero. Muerto en combate en el Cerco (le Manicaragua, Provincia de Las Villas, enero 4 de 1963.

Hernández, Enrique: Guerrillero. Fusilado en Condado, Provincia de las Villas, 1963.

Hernández, Fidel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.

Hernández, Francesco(Pancho): Guerrillero. Muerto en combate en Matanzas, el 23 de marzo de 1963.

Hernández, Heremio: Guerrillero. Fusilado en Camagüey el 2 de agosto de 1962.

Hernández, Juan: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas.

Hernández, Lino: Guerrillero. Muerto en combate en el Escambray, Provincia de Las Villas, 1962.

Hernández García, Pedro René: Jefe de Guerrilla. Fusilado en la Provincia de Oriente, I de marzo de 1963.

Hernández Sanabria, Martín: Guerrillero. Muerto en combate cerca de Tamarindo, Camagüey, primavera de 1963. Hernández, Nataóo: Guerrillero. Fusilado en la
Provincia de Oriente, 1964• Hernández, Obdulio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Hernández, Obdulio: Guerrillero. Fusilado en Santa Clara, Provincia de Las Villas, 1963.

Hernández, Oscar: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963. Hernández, Raúl Real (Realiio): Jefe de Guerrilla. Muerto en combate en el Escambray, Provincia de Las Villas, 1963. Hernández, Reineiro: Campesino. Fusilado en Matanzas. Hernández, Rey: Guerrillero. Fusilado en Jaguey Grande, Matanzas.

Hernández, Roberto: Guerrillero. Fusilado en el Central Araujo, Matanzas, 18 de mayo de 1963.

Hernández, Roberto: Guerrillero. Fusilado en La Habana, 10 de julio de 1962.

Hernández Castillo, Sergio: Guerrillero. Fusilado en Pedro Betancourt, Matanzas.

Hernández Rodríguez: Guerrillero. Fusilado en Las Villas.

Hernández, Valentin: Guerrillero. Fusilado en La Habana, el 22 de junio de 1964.

Herrera, Antonio: Guerrillero. Fusilado en Ranchuelo, Las Villas.

Hidalgo, Enrique: Guerrillero. Se alzó a principios de 1961. Muerto en combate en La Botella, Las Villas, a finales de 1962. Hilario (E1 Poeta): Guerrillero. Muerto
en combate, Las Villas. 1963. Hurtado, Angel: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de La, Villas.

Ibañez, Oliverio: (Chino) Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Iglesias, Romero: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas.

Infante Hidalgo, Braulo: Guerrillero. Fusilado el 18 de mayo de 1963 en la Provincia de Matanzas.

Infante Hidalgo, José: Guerrillero. Fusilado el 5 de mayo de 1963 en la Provincia de Matanzas.

Infante, Enrique: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Izaguirre, Jorge: Guerrillero. Muerto en combate en el Rincón del Naranjo, Las Villas, 1963.

Izquierdo, Rafael: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1962. Izquierdo, René: Guerrillero de La Habana. Fusilado en 1962.

Jaime, Chiqui: Jele de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963, a los 38 años de edad.

Jerez, Miguel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Jiberga, Salustiano: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, el 17 de septiembre de 1960.

Jiménez, Macho: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana, el 22 de junio de 1964.

Jiménez, Modesto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1964.

Jiménez, Rolando: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Jiménez, Rosario: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas.

Jomorca, Benito: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1963.

Jorrín, Piloto: Guerrillero. Capturado en Jaruco y fusillado en La Habana, 1963.

Junco, Felipe: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Labrada Martínez, Heriberto (Bartulo): Guerrillero. Muerto en combate en julio de 1965 en Camagüey.

Labrada Martínez, Jorge (Tógua•í): Guerrillero. Fusilado en Camagüey, en julio de 1963.

Labrada Martínez, Rafael: Guerrillero. Muerto en combate, octubre de 1965 en Camagüey.

La Fiesta, Chino: Guerrillero. Muerto en combate, el 31 de diciembre de 1962 en Oriente.

La Font, Raúl: Guerrillero. Muerto en combate en Las Villas, a principios de 1961.

Lago Damas, Apolino: Guerrillero. Fusilado el 8 de marzo de 1961 en Las Villas.

Llama, Narciso: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Lanza Flores, Margarito (Tondike): Jefe de guerrilla. Se alzó en 1960. Capturado gravemente quemado en un cañaveral fue fusilado debajo del Puente Rodrigo,
Vas Villas. 1962.

Lara, Luis (El Cabito): Ex militar. Primer aliado en Cuba contra Fidel Castro. Fue capturado en abril de 1959 en Pinar del Rio. Fusilado el 19 de diciembre de 1959.

La Rosa, Paco: Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Bella Mota, Las Villas, julio de 1964.

Laspart, Adriano: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas. enero de 1961. La Villa, Andrés: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1964. Laza Miranda, Jorge Luis: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Pinar del Rio, 1961.

Leandro (L7 Huevito): Guerrillero. Muerto en Combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Lemas, Norberto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, febrero de 1961.

Lemus, Dagoberto: Guerrillero. Fusilado en el cementerio de Rocas. Las Villas, 1963.

León, Baldomero: Guerrillero. Fusilado en Ensenada de Mora, Niquero, Oriente.

León, Francisco Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

León Jiménez, Berardo: Ex miliciano. Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.

León Jiménez, José: (Cheito) Ex miliciano. Ultimo comandante en jefe de los alzados del Escambray. Se alzó en abril de 1961. Muerto en combate a la edad de 26
años en mayo de 1964, Las Villas.

León, Genaro: Guerrillero. Fusilado en la Finca Candelaria, Oriente, el 21 de junio de 1962.

León Rodríguez, Jorge (Chichi): Guerrillero. Se alzó en 1962. Muerto en combate cerca del Central Jaronú, en Camagüey, el 27 de julio de 1963. León, Juan: Guerrillero. Fusilado en la Finca Candelaria en Oriente, el 21 de junio de
1962.
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La guerra olvidada del Escambray - Página 2 Empty Re: La guerra olvidada del Escambray

Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 5:30 pm

León, Luís: Guerrillero. Fusilado en la provincia de Matanzas, el 22 de marzo de 1963.

León, Perico: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1964.

León, Ulises: Guerrillero. Fusilado en Matanzas, 1964.

Lima, Alejandro (Nardo): Jefe de guerrilla. Se alzó en 1960. Capturado en febrero de 1961. Fusilado en Manacas Iznaga, Las Villas, el 13 de agosto de 1963.

Linares, Sixto: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Camagüey. 1964. Llavar, Modesto: Guerrillero. Fusilado en El Cobre. Oriente. Llera, Adito: Guerrillero.
Fusilado en Las Villas, el 19 de mayo de 1962. López Aparicio, Luis: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de I as Villas, 1961.

López Camba, Mendieta: Guerrillero. Fusilado en Santa (tara, Las Villas, noviembre de 1963.

López, Andrés: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas. verano de 1962. López Fuentes, Justo: Guerrillero. Muerto en combate en Boquerón. Camagüey en mano de 1962.

López, Eladio: Guerrillero. Fusilado en Santa Clara, Las Villas, noviembre de 1963.

López, Efraín: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Las Villas, 1963.

López, Reinaldo Guerrillero. Fusilado en Santiago de Cuba, Oriente, en 1961.

López, Julio: Guerrillero. Fusilado en la provincia de Las Villas, 1963. López López, Manolito (/a Loco): Comandante en jefe de las guerrillas de Camagüey. Fue
tomado prisionero y se escapó de una carcel de menores, alzándose por segunda vez. Muerto en combate a los 19 años de edad en Loma de los Barriles. Camagüey, en agosto de 1962.

López, Zacarías; Jefe de guerrilla. Fusilado en Manacas-Iznaga Las Villas, el 13 de agosto de 1963.

Lora, Alejandro: Guerrillero. Muerto en combate en Guantanamo, Oriente.

Luque, Alfredo Ex militar. Guerrillero. Muerto en combate, Manicaragua, Las Villas, 4 de enero de 1963.

Maceda Toledo, Hilario (Negrea•): Ex teniente del Ejército Rebelde. ,Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Cayo de las Mujeres, Camagüey, enero de 1962.

Machado, Carlos: Guerrillero. Fusilado a los 15 años de edad en la Provincia de las Villas, 1963.

Machado, Ramón. Guerrillero. Fusilado a los 15 años de edad en la Provincia de Las Villas, 1963.

Macola, Felo: Guerrillero. Muerto en combate en La Laguna, Las Villas, 1963.

Macola, Tilongo: Guerrillero. Muerto en combate, la Laguna, Las Villas, 1963.

Madrigal Hernández, Eulalio Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963.

Magañaz, Marcelino: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Oriente. abril de 1961.

Maldonado, Carlos Guerrillero. Muerto en el alzamiento de Arroyo Blanco en Oriente, diciembre de 1961.

Manso, Efraín: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, 1963.

Manso, Francisco: Ex miembro del Ejército Rebelde. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, mayo de 1964. Manso, Victor: Ex miembro del Ejército
Rebelde. Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas, mayo de 1964.

Manzanero, José: Guerrillero. Muerto en combate, Veguitas, Las Villas. 1961. Manzano, Emiliano Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas.

Marcelo, Nelson: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Marín, Blas Guerrillero. Fusilado en Manacas-Iznaga, Las Villas, el 13 de agosto de 1963.

Marín, Gregorio Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Marín Espinoza, Ramon: Guerrillero. Fusilado en Santa Clara Las Villas en noviembre de 1963.

Martin Amodia, Rolando: Ex oficial del Ejercito Rebelde. Jefe de guerrilla en Camagüey. Se cree que fue fusilado en 1964.

Marquez Novo, Esteban: Guerrillero. Muerto en combate en fa Provincia de Pinar del Rio. el 20 de mayo de 1964.

Marrero Castillo, Francisco: Guerrillero. Fusilado en Las Villas, el 17 de agosto de 1963.

Marrero Castillo, Manuel: Guerrillero. Fusilado en Las Villas, el 17 de agosto de 1963.

Marrero, Evelio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas. 1962.

Martel Guerra, Antonio: Guerrillero. Muerto en combate en fa Provincia de Las Villa,, marro de 1961.

Martín, Osvaldo Guerrillero. Muerto en combate en El Mamey, Las Villas, Icbrero de 1961.

Martínez Andrade, Arnoldo: Primer comandante en jefe de los alzados del Frente Norte de Las Villas y Camagüey. Ex oficial del Ejército Rebelde. Se alió en 1961.

Muerto en combate en Yaguajay, Las Villas, diciembre 1962. Martínez Andrade, Juan Alberto: Fue comandante en jefe del Frente Norte de Las Villas y Camagüey, después de fa muerte de Manolito Lopez Se alzó en 1961. Muerto en combate en fa Provincia de Camagüey, el 7 de julio de 1965.

Martínez, Felipe: Guerrillero. Fusilado en fa Provincia de Oriente, 1960. Martínez Robert, Antonio (Caoba)- Guerrillero. Muerto en combate, Cayo Las Mujeres. Camagüey, el 18 de enero de 1962.

Martínez, Caridad: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Martínez, Dagoberto: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Camagüey. Martinez, Duberto: Guerrillero. Muerto en combate en fa Provincia de Las Villas. marzo de 1961.

Martínez, Eliecer: Guerrillero. Fusilado en fa Provincia de Matanzas, 1963. Martínez, Felicio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1962 Martínez,
Lázaro- Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Martínez Quiroga, José Gaspar (El Jabao): Ex militar. Se infiltró desde el exilio. Muerto en combate en Oriente, el 17 de agosto de 1964 .

Martínez, Leonel: Guerrillero. Muerto en combate, El Mamey. Las Villas. 1962.

Martínez, Marino Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de las Villas. 1962.

Martínez, Osvaldo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, el 16 de Icbrero de 1961.

Martori, Ricardo: Guerrillero. Fusilado en fa Provincia de Matanzas. Marzo, Rafael: Guerrillero. Fusilado.

Matheu Paz, Rolando: Guerrillero. Fusilado en Las Villas, el 17 de agosto de 1963.

Matías Castro, Israel- Guerrillero. Muerto en combate, Camagüey el II de mayo de 1964.

Matías Castro, Pablo Guerrillero. Muerto en combate en Camagüey el 11 de mayo de 1964.

Match, fose Manuel: Guerrillero. Muerto en combate en fa zona de Guantanamo, Oriente.

McNair, August: Norteamericano capturado con un grupo de infiltración. Fusilado en Pinar del Rio, 1961.

Medina, Eugenio: Guerrillero. Fusilado en fa Provincia de La Habana. el 10 de julio de 1962.

Medina, Osmani: Guerrillero. Muerto en combate en El Rincón del Naranjo. Las Villas, 1963.

Melena, Domingo: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en fas cercanías de Zulueta, Las Villas, 1962.

Méndez Esquijarrosa, Adalberto (El Quija): Jefe de guerrilla. Se alío en 1961. Fusilado en fa Provincia de Las Villas, 1964.

Méndez, Juan: Guerrillero. Muerto en combate en fa Provincia de Las Villa,, 1963.

Mesa, Gil: Guerrillero. Muerto en combate en fa Provincia de Las Villas. Mesa, Emiliano: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de fas Villas, diciembre de 1961.

Mesa, Ruperto: Guerrillero. Muerto en combate en fa Provincia de Las Villas.

Miraba¡, Orestes: Guerrillero. Fusilado en Las Villas.

Miraba¡, Sergio: Colaborador. Fusilado en fa Provincia de Las Villas en 1962. Miranda, Clodomiro: Ex capitan del Ejercito Rebelde. Jefe de guerrilla. Fusilado en
Pinar del Rio, 1961.

Molina, Eduardo: Colaborador. Fusilado en Condado, Las Villas, 1964. Molina, Luisito: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Molina Padron, Luis (l.7 Boticario): Jefe de guerrilla. Fue fusilado en Cartagena, Las Villas, 1963.

Molina, Manuel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas.

Molina, Machao Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, 1962.

Mollinedo Placencia, Jesus Claro: Jefe de guerrilla. Fusilado en fa Provincia de Las Villas, 1962.

Mondelo, Ramón: Guerrillero. Muerto en combate en Yateras, Oriente. Montagu y Boix, Eugenio: Guerrillero. Fusilado en Palmira. Las Villas. el 4 de enero de 1962.

Montes de Oca, Jorge: Colaborador. Fusilado en fa Provincia de La Habana.

Montalvo, Luis: Guerrillero. Menor de edad. Muerto en combate en fa Provincia de las Villas, 1963.

Montalvo Cabrera, Roberto: Guerrillero. Fusilado en Maraca,-Imago, I as Villas, el 13 de agosto de 1963.

Montenegro, Ramón: Guerrillero. Muerto en combate en fas cercanías de Varadero. Matanzas. abril de 1963.

Montenegro, Vale: Jefe de guerrilla. Fusilado en Roda,, Las Villas. 1963. Montesino Ramírez, Alberto: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La, Villas, 1963.

Mora, Francisco Guerrillero. Muerto en combate en Rancho Veloz. Las Villas.

Morales, Fausto: Guerrillero. Fusilado en Oriente.

Morales Batista, Ismael: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Camagüey, 1963.

Morales, Juanín: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, 1963.

Morales, Roberto: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, marzo 23 de 1963.

Morejón, Mayito: Guerrillero. Muerto en combateen la Provincia de Las Villas, el 2 i de noviembre de 1963.

Morejón, Milo: Guerrillero. Muerto en combate en los Ambos. Matanzas, el 3 de septiembre de 1964.

Morejón, Ramón: Ex militar. Guerrillero. Fusilado en Jagüey Grande, Matanzas, 1963.

Morel Visiego, Raúl: Guerrillero. Lugarteniente de Maro Borges. Fusilado en La Habana. el 22 de junio de 1964.

Moreno, Antonio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Oriente, 1961.

Moreno, Francisco: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas.

Moreno, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia (le Matanzas, el 22 de marzo de 1963.

Morfi, Hilario: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas, 1963.

Morfi Reyes, Jose A.: Guerrillero. Fusilado en Pinar del Rio el 19 de diciembre de 1959.

Morgan, William: Ex comandante del Ejercito Rebelde. Acusado de suministrar armas a las guerrillas. Fusilado en La Habana en marzo de 1961. Morera, Esteban: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Morquia (El Niño): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, diciembre de 1961.

Muñíz (Moño): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas.

Munso La Guardia, Manolo: Guerrillero. Esposo de La Niña del Esambray. Fusilado en La Habana, el 22 de junio de 1964. Murcia, Emiliano: Guerrillero. Fusilado
en la Provincia de Las Villas.

Munas, Emiliano: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Murillo, Eliecer: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas.

Muza, Gavilán: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961

Muza (Pasmao): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.

Nápoles, Cesario: Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Manati. Oriente, el 4 de mayo de 1962,

Nerey, Julio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1964.

Niebla, José: Guerrillero. Muerto en combate, La Diana, Las Villas, el 4 de octubre de 1961.

Niebla, José Antonio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Nusa Moreno, Juan: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana, en abril de 1963.

Ojeda Prieto, Humberto: Guerrillero. Fusilado en Rodas, Las Villas, 1963.

Ojeda Prieto, Rigoberto: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Ojeda, Tingo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1963.

Ofiva, Osvaldo Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas.

Oramas, Andrés: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana el 22 de junio de 1964.

Ortega, Benito: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1962.

Ortega, Blas: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana el 22 de _junio de 1964.

Ortega Rodríguez, Eduardo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, febrero de 1961.

Ortega, Horacio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, enero de 1961.

Ortega Idelio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 5:33 pm

Ortega, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962, a los 28 años de edad.

Ortíz, Nando: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Oriente, 1963.

Ortíz, Octavio: Gerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas en 1961.

Ortíz, Ramón (Z' Chino): Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, a finales de 1961.

Otero, Antonio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Otero, José: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Otero, Manolo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Otero Viamontes, Mario: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Otero, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Otero, Rafael: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas. 1963.

Otero, Serafín: Guerrillero. Fusilado en Condado, Las Villas, el 22 de diciembre de 1961.

Pacheco, Israel: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana, 1963. Pacheco, Manuel (L7 Congo): Jefe de guerrilla. Ex oficial del Ejército Rebelde. Se alió
en 196). Herido y capturado en abril de 1962. Fue fusilado en las Villas.

Palma, Jorge Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, el 17 de septiembre de 196(1.

Palmero, Emerjo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1964. Palmero, lbrahím: Guerrillero. Muerto en combate en el Guasimal, Las Villas.

Palo, Alito: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas en 1962, a los 25 años de edad.

Palomino Colón, José: Ex militar. Jefe de guerrilla. Fusilado en La Campana el 13 de octubre de 1960.

Paneque, Jesús: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Pastoriza, Antonio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Paulete, Cuzo: Guerrillero de 23 años. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, 1963.

Paz, Victor: Guerrillero. Muerto en combate en Naranjo, Las Villas, mayo de 1961.

Pedrozo, Oscar: Guerrillero. Fusilado a los 23 años de edad en la Provincia de Las Villas, 1961.

Peguero Ceballe, Gumersindo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1963.

Peláez, Florentino (padre): Guerrillero. Fusilado en Santa Clara, Las Villas, noviembre de 1963.

Peláez, Florentino (hijo): Guerrillero. Fusilado en Santa Clara, Las Villas, noviembre de 1963.

Peña, Adonis: Guerrillero. Muerto en combate en el Mamón. Las Villas en 1961. a los 18 años de edad.

Peña, Efraín: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas en 1963. a los 23 años de edad,

Peña, Elio: Ex oficial del Ejercito Rebelde. Jefe de guerrilla. Fusilado en Oriente. 1964.

Peña, Ibrahím: Ex soldado del Ejército Rebelde. Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas en 1963 a los 23 años de edad.

Peña, Faustino (F_l Gage): Guerrillero. Muerto en combate en el cerco de San Blas, Las Villas en febrero de 1961.

Peña, Noel: Jefe de guerrilla. Fusilado en Trinidad, las Villas, 1962.

Peña, Onel: Ex cabo del Ejercito Rebelde. Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1962.

Peña Toledo, Angel: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas, 1961. Peñate, Leonardo (Fl Carnicero): Iefe de guerrilla. Muerto en combate, Rincón de Naranjo, Las Villas, 1963.

Peralta De Los Santos, Raimillo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, octubre de 1962.

Percolmo, Eugenio (El Samhu): Guerrillero. Muerto en combate cerca de Gúines, La Habana, 1962.

Perdomo, Agustín Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas.

Perdomo, Angel: Guerrillero. Fusilado en Baez, Las Villas.

Perdomo, Eridio: Guerrillero. Fusilado en Santa Clara, Las Villas, 1963. Pereira, José: Guerrillero. Muerto al intentar fugarse de la earcel de Agüicas, Las Villas en
1967.

Perera Reyes, José: Guerrillero. Muerto al intentar escapar de presidio en 1967.

Pérez, Alberto: Guerrillero. Muerto en combate, Las Villas. 1963.

Pérez, Alfonso: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.

Pérez, Bebo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas. Pérez Cabrera, Herminio: Colaborador. Fusilado en el Serrucho, Camagüey, 1965.

Pérez, Danilo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. 1961.

Pérez, Demetrio (Nano): Jefe de guerrilla. Ex miembro del Ejército Rebelde.
Fusilado en Santa Clara, Las Villas. noviembre de 1963.

Pérez, Doro: Colaborador. Fusilado en la Provincia de Matanzas, el II de enero de 1962.

Pérez, Felix: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de las Villas, el II de septiembre de 1963.

Pérez, Gregorio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Pérez Gómez, Julio (La 1 oea): Guerrillero. Capturado en Florencia, Camagüey. Fusilado en agosto de 1963.

Pérez La Rosa, Luis: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.

Pérez, Lino Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Rio.

Pérez, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, enero de 1961.

Pérez, Ramón- Jefe de guerrilla. Fusilado en Manacas-Irnaga. Las Villas el 13 de agosto de 1963.

Pérez, Rolando: Guerrillero. Muerto en combate en La Calabaza, Las Villas, 1961.

Pérez, Rufino. Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.

Pérez, Sergio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Pérez, Tatín: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Pérez Visiego, Danilo: Guerrillero. Muerto en combate en el Guasimal, Las Villas. 1963.

Pérez Visiego, Servando: Guerrillero. Muerto en combate en el Guasimal, Las Villas. 1963.

Pérez Visiego, Rolando: Guerrillero. Muerto en combate en el Guasimal, las Villas. 1963.

Pi Cadalzo, Miguel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas. 1961.

Pichardo, Catalino: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. 1963. Pichz, Mario: Guerrillero. Se alió a los 16 años de edad. Capturado, se fugó de la carel y se alzó nuesannmte. Muerto en combate en Las Villas en mayo de 1964, a los 19 años de edad.

Pichz, Miguel: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.
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Mensaje por Videl Rastro Jue Jun 19, 2008 5:35 pm

Pijuán, Juan: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1961.

Pilletero, Manolo Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Pimentel, Gustavo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de La,', Villas, el 17 de septiembre de 1960.

Pineda, Mumo: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1965.

Pino, Luis: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1962.

Pino, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate, Finca Las Flores en la Provincia de Las Villas, noviembre 20, 1961.

Pino, Vara: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, 1962.

Pita, José: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963. Placencia, Manuel: Guerrillero. Fusilado en Matanzas.

Placetas, Miguel: Ex soldado del Ejército Rebelde. Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962. Pons, Jorge: Guerrillero. Fusilado en la
Provincia de Las Villas, 1963. Porras, Daniel: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas. Portela, Luis: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Prado, Lupe: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963, a los 26 años de edad.

Prado, Ramón: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Prieto, Ado: Jefe de guerrilla. Se ahogó vadeando un río al romper un cerco en la Provincia de Camagüey, agosto de 1963.

Prieto Ruiz, Plinio: Ex comandante de la lucha contra Batista. Se infiltró en Cuba para organizar los alzamientos. Fusilado en La Campana, Las Villas, el 13 de octubre de 1960.

Pupi, Alfredo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Pupo Cruz, Pablo: Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Mayarí, Oriente, el 4 de mayo de 1962.

Quesada, Braulio: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas.

Quintana, Macario: Jefe de guerrilla. Fusilado en la Provincia de Las Villas, el 13 de julio de 1963.

Quintero, Berto -Padre- (El Abuelo): Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963, a la edad de 60 años. Quintero, Berto -Hijo-: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Quintero, Antonio: Guerrillero de Trinidad. Muerto en combate en el Escambray, Las Villas, 1961, a los 18 años de edad. Radamés, Juan: Guerrillero. Fusilado en Jibara, Oriente, septiembre de 1962. Ramírez Artiles, Pedro: Guerrillero. Muerto en combate en Guayabo. Camagüey, abril de 1963.

Ramírez, Osvaldo: Ex capitán del Ejército Rebelde. El más famoso de todos los alzados. Fue Comandante en Jefe de las Guerrillas del Escambrav. Se alzó en 1960. Muerto en combate, Las Aromas (le Velázquez, Las Villas, el It, de abril de 1962.

Ramírez Ruiz, Porfirio Reemberto (El Negro Ramírez): Ex capitán del Ejército Rebelde. Presidente de la Federación de Estudiantes Universitario, (FEU) de la Universidad Central Marta Abreu en Las Villas. Jefe de guerrilla Fusilado en La Campana el 13 de octubre de 1960.

Ramos, Félix: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas.

Ramos Tardío, Héctor: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.

Ramos, Lázaro: Guerrillero. Muerto en combate en Los Arabos, Matanzas. el 3 de septiembre de 1964.

Ramos, Monono: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Matanzas, 1962.

Ramos, Raúl: Colaborador. Ex miembro de la policía castrista. Facilitó a los alzados armamento del cuartel de San José de Los Ramos. Fusilado en la Provincia de
Las Villas el 22 de febrero de 1961. Ramos, Raúl: Guerrillero. Muerto en combate.

Ramos, Vicente: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Río, el 12 de diciembre de 1963.

Reguera, Fernando: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962.

Reyes de la Cruz, Adolfo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente, 1960. Menor de edad.

Reyes, Antonio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Pinar del Río, el 12 de diciembre de 1963.

Reyes, Carlos (El Vampiro): Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Matanzas, 1963.

Reyes, Rogelio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1963.

Río Reyes, Eliecer: Jefe de guerrilla. Se suicidó en prisión, 1967.

Rivera, Incido: Guerrillero. Fusilado en Jovellanos, Matanzas, el 20 de junio de 1962.

Rivera, Nelson: Guerrillero. Fusilado en Corralillo, Las Villas.

Rivera Milián, Benancio: Guerrillero. Fusilado en Las Villas, marzo de 1962. Rivera Milián, Estanislao: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas el 19 de
mayo de 1962.

Rivera Milián, Francisco: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, noviembre 21, 1963.

Rivera Milián, Leocadio: Guerrillero. Muerto en combate, en la Provincia de Matanzas, el 4 de septiembre de 1964.

Rivera Orta, Gabriel: Guerrillero. Muerto en combate, Cayama, Las Villas, en diciembre 1963.

Rivera, Juan Manuel: Guerrillero. Fusilado en Matanzas, 1965.

Rivera Pérez, Emilio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, diciembre de 1963.

Rivera Pérez, Edilio: Guerrillero. Se suicidó en la cárcel.

Rivera Pérez, Fernando: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de La Habana, agosto de 1963.

Rivero Pérez, Luis Felipe: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente, 1960.

Rivero, Gullo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, marzo de 1962.

Robaina, Francisco (Machete): Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Cowley, Pinar del Río, el 20 de mayo de 1962.

Rodríguez, Arnaldo: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas. Rodríguez, Emeterio: Guerrillero de La Habana. Fusilado en 1962. Rodríguez, Emilio: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, l963.

Rodríguez, Horacio: Jefe de guerrilla. Muerto en combate.

Rodríguez Cifuentes, José: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Las Villas, el 6 de octubre de 1961.

Rodríguez Paladón, Fulgencio: Guerrillero. Fusilado en la Provincia de Oriente, 1960.

Rodríguez Del Sol, Angel: Jefe de guerrilla. Fusilado en La Campana, Las Villas, el 13 de octubre de 1960.

Rodríguez Pedraja, Benito (El Viejo): Guerrillero. Estuvo alzado 40 meses. Fusilado en la Provincia de La Habana a los 64 años de edad el 22 de junio de 1964.

Rodríguez Ramírez, Gilberto: Jefe de guerrilla. Muerto en combate en Manicaragua, Las Villas, a los 24 años de edad, en enero 4, 1963. Rodríguez, Héctor (El Pulpo): Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Yaguajay, Las Villas, en mayo de 1963.

Rodríguez, Idael (El Artillero): Jefe de guerrilla. Muerto en combate, Naranjo, Las Villas, mayo de 1961.

Rodríguez, Jorge (Balilo): Jefe de guerrilla. Muerto en combate en la Provincia de Oriente, el 31 de diciembre de 1962.

Rodríguez, José: Guerrillero. Fusilado a pesar de estar ciego al ser capturado. En Santa Clara, Las Villas, noviembre de 1963. Rodríguez, Juan: Guerrillero.
Fusilado en Condado, Las Villas.

Rodríguez, Luis: Guerrillero. Fusilado en Cumanayagua, Las Villas, septiembre de 1963.

Rodríguez Montelier, Lorenzo: Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, febrero de 1961.

Rodríguez, Manolín: Ex miembro del Ejército Rebelde. Guerrillero. Muerto en combate en la Provincia de Las Villas, 1962. Rodríguez, Manolito: Jefe de guerrilla. Gravemente herido, peleó hasta que se le acabaron las balas. Después mató a un miliciano a culatazos. Muerto en combate a los 25 años de edad en la Provincia de Las Villas, 1962. Rodríguez, Mongo: Guerrillero. Muerto en combate, San Pedro, Las Villas, febrero de 1961.

Rodríguez Roda, Pastor (Cara Linda): Jefe de guerrilla. Ex militar. Muerto en combate, Rahia Honda, Pinar del Río.
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