De compatriota a compatriota.

En alguna ocasión afirmé sin duda alguna que Jesucristo era cubano, un hombre así no pudo haber nacido en otra parte. ¿Qué tiene que envidiar La Habana a Jerusalén?. Que yo sepa no abundan las mulatas en la ciudad santa y una urbe sin mulatas es una semana sin domingo, ¿Y qué tiene que envidiarle Mantilla a Belén , ese barrio habanero de siempre y que además, apenas unos 1500 metros cuenta con un pequeño poblado llamado El Calvario. ¿Similitud bíblica?. No voy a dar más datos para que no se nos llene el barrio de arqueólogos y que por fin, alguien descubra el Santo Grial enterrado al lado del Paradero de la Ruta 4 o el Arca de la Alianza aparezca de una vez en la finca de Genaro, al lado de la presa Paso Seco.




Nadie que no sea de origen cubano pudo pronunciar aquella frase de "amarás al prójimo como a tí mismo". Recientemente daba un salto en mi diván al contemplar los vídeos televisivos de jóvenes neonazis y ¿saben donde?, nada más y nada menos que en Tel Aviv. El país de los emigrantes genera un grupo de jóvenes de corte fascista, en la honorable nación nacida a la sombra del holocausto. ¿Qué pasa en este mundo?. No pretendo un análisis apocalíptico pero algo está fallando en el complejo engranaje del desarrollo humano. En Cuba, mi islita adorada nadie le da una paliza por racismo, absolutamente cierto. A usted le propinan un batazo en medio de la coronilla para quitarle un reloj de pulsera o le dan un machetazo por la bicicleta, pero si sobrevive puede contemplar ensangrentado y desde el pavimento, que la pandilla que le atacó es angloafrofrancoasiáticohispana, ah y de padres turcos, con abuelos italianos y libaneses. A nosotros lo del racismo no nos vá, sencillamente porque somos la mezcla perfecta. Y alguien ama más al prójimo que nuestras "faldas cortas" del archiconocido Malecón, ¿acaso las Carmelitas Descalzas o las hermanitas de Santa Teresa de Jesús han amado más?, ¡la hostia!. Un acaudalado señor de mi ciudad actual, me sorprendió sobremanera en fecha reciente al mostrarme en su despacho la foto de su amor más encumbrado y a quien está preparando los documentos para convertirla en su flamante señora. Impertérrito para ocultar mi sorpresa, me hice el loco mientras el hispano me mostraba la fotografía. Quisé gritar un contundente ¡Coñó!, pero controlé los impulsos; la imagen de una negrita "cocotimba" de Luyanó con una peluca a lo Rocío Jurado, que era la viva imagen de Agustín Marquetti vestido de Nitza Villapol me deslumbró. ¿Qué tiene esa mujer para provocar tal lujuria desenfrenada seis meses después de su entrega?. Sencillo y explícito: "Ama al prójimo como a sí misma". Somos un país católico apostólico y romano hasta la médula.


Claro, que la inexperiencia de los primeros siglos tras crear la tierra provocó que El Jesu cometiera algunos errores, como aquel de fulminar a Sodoma y Gomorra, y que de seguro achicharró a algunos cubanos emigrantes que tenían montado su "negocito" en la zona. ¿Se imaginan el vacilón que habría en Gomorra?. "Gozadera po´l to´s la'os" como diría mi antigua vecina habanera, la Odalys. Y para ser justos, o las cámaras de vídeos que nos controlan desde el cielo están defectuosas o el santo Maestro se ha vuelto más tolerante tras los hechos mencionados, pero con lo gozadores que somos los cubanos ya nos hubiera mandado más fuego que a California en los últimos días. Los tiempos cambian, gracias a Dios.


Otro detalle en él cual me baso para afirmar la cubanía de Jesucristo es un fragmento bíblico que Lucas transcribió erróneamente. Lucas 22:61. Dice textualmente: "...Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces...". Error garrafal de Lucas, no era Pedro, esas palabras fueron dirigidas por un cubano a Fidel Castro en 1959. Y no fueron tres veces, han sido miles de veces las que ha negado el dictador a su pueblo y a mi criterio falta un fragmento muy importante, la última oración:"...y por cabrón, morirás defecando por un lado en tus días finales...". esto fué lo que pasó de verdad. ¿Es o no es cubano?.


Sumaré otro detalle a mi lista de argumentos que defienden la nacionalidad de Jesucristo. Conocedor del futuro preparó al mundo para la llegada de oleadas de cubanos en cuanto transporte tuvieran a mano, ¿porque cuál es la justificación ante tanta insistencia por la emigración por parte del iluminado?. Epístola a los hebreos. 13:2 << "No hay que negar nunca la hospitalidad a los extranjeros, pues hay quien ha estado en compañía de ángeles sin saberlo>>. Tremendo cabo nos tiró el socio con tal afirmación, porque nos tildó de angelitos y en ocasiones me afirman lo contrario, sobre todo cada vez que pregunto a una sexageneria española por el esposo veinteañero que se trajo de La Habana el año pasado: "¿Quién, el hijoe.... ese?". Salvo raras excepciones somos buena gente, ¿verdad?.


Nada que no hay pueblo más católico que nosotros, la gente por regla general aplaude a los actores, a los deportistas, a los premios Nobel, a los astronautas. ¿Pero qué otro pueblo ha aplaudido durante cincuenta años al dictador que le ha quitado el pan, la carne, la leche de sus hijos, ha separado sus familias, ha fusilado a diestra y siniestra y no contento con eso quiere dejarnos otro Castro en herencia?. Lo cierto es que pueblo más bueno que este hay que mandarlo a fabricar, ¿o es que hemos sido más que buenos católicos unos reverendos coprófagos?


Jesús, apiádate de tu pueblo, de compatriota a compatriota.


Patrio