Veinticuatro.
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Veinticuatro.
Creerán que estás solo, quizás el guardia que vigila tu reja piensa en la traición de la fortuna, por condenarle a estar lejos de su familia esta noche. Tal vez hasta crea que eres culpable en alguna medida de que esté ahí, en vigilia perenne como si fueras un santo,...¿o tal vez lo seas para muchos?. Quizás, entre bostezo y bostezo, sonría con la última trastada que ha protagonizado el hijo más pequeño. Para tí, todo es diferente y preparas un cena con todas las de la ley, como Dios manda para la ocasión. No por gusto has guardado un tercio del turrón de maní que recibiste en la última bolsa de comida que pudo llevarte la esposa a la visita, hace tres meses. La frialdad de la celda hace las veces de nevera y se conserva bien, protegido por el aceite y la envoltura triple de nylon para mantenerlo a salvo de las golosas ratas que pululan por las noches.
El guardia cree que te vigila o que estás preso, desconoce que sólo es un soldado de la frontera porque tu celda, esos escasos metros cuadrados son en esencia una parte de lo que será tu tierra en un futuro y en parte gracias a tí, un país libre. Es increíble, pero eres uno de los pocos hombres libres de mi patria, dentro y fuera de ella, porque tu celda es nuestra República libre de dictadores y esbirros, donde la mora la libertad de expresión y por ello han colocado las rejas. No estás solo, la libertad y el sueño de millones de hombres cenarán contigo esta noche especial.
Pobres guardias que creen que estás solo y que además piensan que eres un perdedor. Los hombres con talla de gigantes se elevan a despecho de los ingenuos que desprecian el esfuerzo, ese detalle relevante de decidirse a hacer algo. No por gusto grabaste sobre la pared una frase de Gandhi que va más allá del intelecto de tus carceleros: ..."Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa...". Lo han borrado cuatro veces y apenas dos días después de borrarlo, otra vez aparece grabado en la pared como si tus manos se vistieran de una perseverancia, que nuestro pueblo abandonó hace cerca de cincuenta años. A los guardias los cambian cada tres meses, las escuelas de entrenamiento no logran mantener cercada vuestra simpatía y menos aun la honorabilidad del saludo diario al silencio de sus bocas. Temen la caricia de una voz que regala buenos días a los que le encarcelan por gritar más de una vez por la libertad. No hay arma contra la fe de un hombre, no hay celda, no hay silencio ni estrategia que pueda abatir una idea convertida en religión, un ansia convertida en grito, un gesto viril que persiga el derecho elemental de ser libre. No estás solo y ellos lo saben, he ahí la génesis del miedo cerval a tu palabra.
Tienes hasta invitados para la ocasión. Blanca ·36, la trigésimosexta descendiente de aquella cucaracha que un día pintaste con pasta dental para identificarla y reconocerla entre el congestionado tráfico de insectos de la pared sur, será una de las invitadas estrella. Los ratones ya has contado con ellos porque de todas maneras vienen, le reconoces el derecho ciudadano de su presencia y el gorrión de la reja no podrá venir hasta la mañana, porque los gorriones son como nuestros ascentros incas, son hijos del sol y al atardecer buscan la rama donde soñarán con la libertad del mañana. Viven por ello, como tú, que vives en la oscuridad de una mazmorra porque el sol no debe salir para los hombres con grilletes, el dios Sol es patrimonio exclusivo de los hombres que se deciden por la libertad. La esclavitud es propia de las tinieblas y de los hombres fantasmas que aceptan el alivio del grillete a cambio de migajas y no eres de esos, lo sabe hasta el carcelero más cruel, el último que se atrevió a apalearte cuando leías a Martí en voz alta, como si blasfemaras. Le dolió más a él, esa última frase entre los quejidos y la sangre que vomitabas: "Lo hago también por tí".
Hoy es el día, es 24 de diciembre y te acicalas con esmero. Has guardado una botella de agua y lavas tu cuerpo de forma calculada, dos palmas para lavado y dos para enjuague del cabello, rostro y barba, dos y dos y así por cada región anatómica como bien aprendiste en la universidad. Cuan lejos estaba aquel profesor de anatomía con nombre de prócer americano y graduado en EEUU, Washisgton Rosell, de que educaba a uno de los más prestigiosos disidentes de Cuba. Lo cierto es qu nada podía indicárselo, aquel joven mulato, de cauteloso acné y con tendencia a pasar inadvertido no podía sugerirle un opositor de talla mayor, hasta a los ojos de un anatomista puede escapar un adalid por la libertad de su patria. Es el verdadero axioma de las estrictas leyes de una dictadura, sirven de abono a líderes libertarios, como si las cumbres del Kilimanjaro no estuvieran cubiertas de nieve, fuego y hielo, cárcel y libertad.
Veinticuatro de diciembre, un San Lázaro (17) de menos y es siete de diciembre, día aciago para Cuba donde en San Pedro se desplomara el mulato de bronce, yo diría de oro, valiente entre valientes como tú. Y aun te tuteo, como si el haberte conocido como condiscípulo me atribuyera el derecho de no llamarle usted, presidente. Un día, volveré, quizás antes si la patria me reclama para estar a su servicio, pero en esta cena del 24 compartiré su turrón de maní, junto a millones de cubanos que soñamos con una patria libre.
Pequeña celda, para tanto cubano.
Hermanito, no estás solo.Dios te bendiga. Biscet, estaré contigo.
Patrio
El guardia cree que te vigila o que estás preso, desconoce que sólo es un soldado de la frontera porque tu celda, esos escasos metros cuadrados son en esencia una parte de lo que será tu tierra en un futuro y en parte gracias a tí, un país libre. Es increíble, pero eres uno de los pocos hombres libres de mi patria, dentro y fuera de ella, porque tu celda es nuestra República libre de dictadores y esbirros, donde la mora la libertad de expresión y por ello han colocado las rejas. No estás solo, la libertad y el sueño de millones de hombres cenarán contigo esta noche especial.
Pobres guardias que creen que estás solo y que además piensan que eres un perdedor. Los hombres con talla de gigantes se elevan a despecho de los ingenuos que desprecian el esfuerzo, ese detalle relevante de decidirse a hacer algo. No por gusto grabaste sobre la pared una frase de Gandhi que va más allá del intelecto de tus carceleros: ..."Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa...". Lo han borrado cuatro veces y apenas dos días después de borrarlo, otra vez aparece grabado en la pared como si tus manos se vistieran de una perseverancia, que nuestro pueblo abandonó hace cerca de cincuenta años. A los guardias los cambian cada tres meses, las escuelas de entrenamiento no logran mantener cercada vuestra simpatía y menos aun la honorabilidad del saludo diario al silencio de sus bocas. Temen la caricia de una voz que regala buenos días a los que le encarcelan por gritar más de una vez por la libertad. No hay arma contra la fe de un hombre, no hay celda, no hay silencio ni estrategia que pueda abatir una idea convertida en religión, un ansia convertida en grito, un gesto viril que persiga el derecho elemental de ser libre. No estás solo y ellos lo saben, he ahí la génesis del miedo cerval a tu palabra.
Tienes hasta invitados para la ocasión. Blanca ·36, la trigésimosexta descendiente de aquella cucaracha que un día pintaste con pasta dental para identificarla y reconocerla entre el congestionado tráfico de insectos de la pared sur, será una de las invitadas estrella. Los ratones ya has contado con ellos porque de todas maneras vienen, le reconoces el derecho ciudadano de su presencia y el gorrión de la reja no podrá venir hasta la mañana, porque los gorriones son como nuestros ascentros incas, son hijos del sol y al atardecer buscan la rama donde soñarán con la libertad del mañana. Viven por ello, como tú, que vives en la oscuridad de una mazmorra porque el sol no debe salir para los hombres con grilletes, el dios Sol es patrimonio exclusivo de los hombres que se deciden por la libertad. La esclavitud es propia de las tinieblas y de los hombres fantasmas que aceptan el alivio del grillete a cambio de migajas y no eres de esos, lo sabe hasta el carcelero más cruel, el último que se atrevió a apalearte cuando leías a Martí en voz alta, como si blasfemaras. Le dolió más a él, esa última frase entre los quejidos y la sangre que vomitabas: "Lo hago también por tí".
Hoy es el día, es 24 de diciembre y te acicalas con esmero. Has guardado una botella de agua y lavas tu cuerpo de forma calculada, dos palmas para lavado y dos para enjuague del cabello, rostro y barba, dos y dos y así por cada región anatómica como bien aprendiste en la universidad. Cuan lejos estaba aquel profesor de anatomía con nombre de prócer americano y graduado en EEUU, Washisgton Rosell, de que educaba a uno de los más prestigiosos disidentes de Cuba. Lo cierto es qu nada podía indicárselo, aquel joven mulato, de cauteloso acné y con tendencia a pasar inadvertido no podía sugerirle un opositor de talla mayor, hasta a los ojos de un anatomista puede escapar un adalid por la libertad de su patria. Es el verdadero axioma de las estrictas leyes de una dictadura, sirven de abono a líderes libertarios, como si las cumbres del Kilimanjaro no estuvieran cubiertas de nieve, fuego y hielo, cárcel y libertad.
Veinticuatro de diciembre, un San Lázaro (17) de menos y es siete de diciembre, día aciago para Cuba donde en San Pedro se desplomara el mulato de bronce, yo diría de oro, valiente entre valientes como tú. Y aun te tuteo, como si el haberte conocido como condiscípulo me atribuyera el derecho de no llamarle usted, presidente. Un día, volveré, quizás antes si la patria me reclama para estar a su servicio, pero en esta cena del 24 compartiré su turrón de maní, junto a millones de cubanos que soñamos con una patria libre.
Pequeña celda, para tanto cubano.
Hermanito, no estás solo.Dios te bendiga. Biscet, estaré contigo.
Patrio
Patrio- Ganador por Votación del Foro al Premio Golden Post por Mejor Articulo Original
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Re: Veinticuatro.
Biscet, no estás solo, yo también estoy contigo.
A todos los presos politicos de Cuba les deseo toda la fuerza del mundo, mi copa se levanta por la salud de todos ellos.
Un fuerte abrazo para todos los que sufren prisión por sus ideales políticos :heart: :heart: :heart:
A todos los presos politicos de Cuba les deseo toda la fuerza del mundo, mi copa se levanta por la salud de todos ellos.
Un fuerte abrazo para todos los que sufren prisión por sus ideales políticos :heart: :heart: :heart:
Última edición por Habanera el Mar Dic 23, 2008 12:40 pm, editado 1 vez
Habanera- VIP/Ganadora por Votación del Foro al Premio Golden Post al Mejor Articulo Original
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Re: Veinticuatro.
La verdadera tala de un hombre no se mide por lo que es capaz de dar o lo que es capaz de recibir sino por su capacidad de darlo todo sin esperar nada a cambio.
Biscet en el confinado espacio de su celda es mas libre que cualquiera de nosotros en donde quiera sea el espacio que ocupamos.
Biscet en el confinado espacio de su celda es mas libre que cualquiera de nosotros en donde quiera sea el espacio que ocupamos.
NAT I- Forista Activo
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