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HISTORIA Y EVOLUCION DEL USO DE LA ANESTESIA QUIRURGICA EN CUBA PARTE IV

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HISTORIA Y EVOLUCION DEL USO DE LA ANESTESIA QUIRURGICA EN CUBA PARTE IV Empty HISTORIA Y EVOLUCION DEL USO DE LA ANESTESIA QUIRURGICA EN CUBA PARTE IV

Mensaje por El Compañero Sáb Jun 28, 2008 11:36 am

A la guerra siguió un período de tiempo durante el cual comenzaba a operarse aunque con gran lentitud, una restauración a la normalidad; pero que entrañaba sin duda alguna, un retraso en la transformación de la Cirugía ya que le impedía asimilarse al ritmo exigido, los métodos y las técnicas modernas. Y si a ello unimos el estado caótico, de la asistencia hospitalaria escasa e inadecuada, sugiriendo con sus recuerdos sueños de terror como los que inspiraban las salas del inmundo hospital situada en los altos de la cárcel, que, había venido a sustituir al de San Juan de Dios, se explica muy bien que sólo podamos comenzar a hablar de cirugía moderna a partir de este decenio de 1880 a 1890.

Es en esta época que nuestra cirugía sentada ya sobre bases racionales y científicas, se interesa en las grandes intervenciones abdominales como resultado de los éxitos de la asepsia y antisepsia, propagados calurosamente por Gabriel Casuso. Así a la Ovariotomía, sin éxito del Dr. Manuel Sánchez de Bustamante en 1878, siguió, en 1881, la Laparo-Histerectomía y Salpingo-Ovariotomía izquierda con resultado feliz, por Cabrera Saavedra y las sucesivas de Plasencia Casuso hacían un total en 1887 de 28 grandes operaciones de vientre, pero con alta mortalidad todavía.

Esta cirugía fue la que comenzó a practicarse en el Reina Mercedes, cuyos resultados dudosos aún llenaban de fe y entusiasmo a los cirujanos, a extremo tal que Enrique Núñez, para contrastarla con la que se practicó sólo unos años antes, declaraba que la cirugía salió de la noche lóbrega y siniestra que parecía envolverla en las tinieblas, para entrar radiante y esplendorosa en el campo de luz que hoy la circunda.

La anestesia general no había incorporado aún adelantos técnicos, aparatos de administración y nuevos agentes anestésicos, manteniéndose en su estadío más primitivo. He aquí como se describe la práctica de la anestesia en 1889:

"La anestesia estaba a cargo de cuatro facultativos: Uno a cada lado sujetando a la enferma y vigilando el estado del pulso, el tercero con un frasco de a libra de cloroformo de Poulene y el cuarto aplicando un cartucho cónico de suero en cuyo fondo se había colocado un algodón impregnado de cloroformo".

Anestesia local

La primera anestesia local fue practicada por Fernando González del Valle, el 19 de Septiembre de 1866, en el Hospital San Francisco de Paula, por el método de pulverización de éter con el aparato de Richardson. Acogida por el cuerpo médico con curiosidad, sólo se practicaron con ella operaciones pequeñas y pronto fue abandonada.

El descubrimiento de la anestesia por la cocaína, proclamado por Kolleren en el Congreso Oftalmológico de Heildeberg el 15 de Septiembre de 1884, fue dado a conocer en una comunicación del Dr. Ramón L. Miranda el 26 de Noviembre y usada por primera vez el 9 de Diciembre por el Dr. Juan Santos Fernán­dez, en un caso que tuvo poco éxito, aunque reconociendo que el obtener la insensibilidad de la córnea al contacto de un cuerpo extraño y el alivio al dolor eran ventajas de consideración.


En 1887 el Dr. A. Diez Estorino señala su uso en tópicos sobre las mucosas, habiendo practicado con éxito amigdalectomías en niños. Es la primera mención del empleo de la cocaína como anestésico en las operaciones de la garganta.

En un trabajo presentado ante el Primer Congreso Médico celebrado en Cuba, en 1890, titulado "Estudio sobre el modo de atenuar abolir y combatir los efectos generales de la cocaína y manera de aplicarla en inyecciones sub-mucosas", el Dr. Ignacio Rojas, Dentista, después de señalar que se había venido usando entre nosotros el éter sulfúrico, rigolina, el cloruro de metilo, la esencia de menta y el cloroformo tópicamente, da a conocer que debido a los trastornos generales más o menos alarmante que se presentan y el malestar que experimenta el operado con el empleo de la cocaína, se ha abandonado el uso de este anestésico solo, sustituyéndolo con una combinación de tres alcaloides del opio: morfina. narceína y codeína, con cocaína, cada uno separadamente empleándose en inyecciones sub-mucosas con el fin de atenuar o abolir los referidos fenómenos, siguiendo la técnica de inyectar una de estas tres soluciones, y en el mismo sitio o cerca de donde fue practicada la inyección analgésica aplicar una solución antagonista al objeto de evitar estos trastornos.

La primera operación de cirugía mayor practicada según la técnica de Reclus, anestesia local por infiltración, fue ejecutada en 1901 por el Dr. Benigno Souza, en una cura radical de hernia. El Dr. Bustillo reporta haberla usado por primera vez en 1904, en un caso también de hernia inguinal y declara que ignora si ya se ha utilizado este procedimiento, aunque cree recordar que el Dr. Enrique Fortún lo había ensayado ya. En su artículo "La anestesia local en las grandes intervenciones abdominales", Souza declara que él llevó a cabo por primera vez este método anestésico entre nosotros. Preguntado el doctor Souza si lo había realizado solo o en cooperación con el doctor Fortún, en interés de precisar el dato histórico, nos declaró que ayudando al doctor Presno la había practicado en una apendicectomía y una hernia inguinal.

En este mismo artículo se da cuenta de haber sido empleada por el doctor Gonzalo Aróstegui por primera vez la anestesia esplácnica, según procedimiento de Pauchet, en el Hospital Municipal de La Habana, en dos casos de gastro-enterostomía y una nefropexsia.

En 1921, ante el V Congreso Médico Nacional, el doctor Pereda Gálvez presenta un trabajo sobre este proceder anestésico, "El clorhidrato de quinina y urea en cirugía mayor. La Anestesia de los esplácnicos".

La analgesia en sus distintas variedades ha contribuido poderosamente al desarrollo y progreso de algunas especialidades entre ellas las más notables la oftalmología la otorrinolaringología, la odontología y la ortopedia. Entre nosotros estas ramas se han visto favorecidas por importantes contribuciones como la de Santos Fernández, con la introducción de las inyecciones sub-conjuntivas de cocaína, estovaína, etc.; Emilio Martínez realizando en 1923 la primera laringoctomía con anestesia local; Eduardo R. Arellano sustituyendo con ventaja en la resección sub-mucosa del tabique nasal, la solución de cocaína al 10% por el método de la cocaína en pasta; y los doctores Martínez Curbelo y Hevia realizando la anestesia del plexo braquial para su aplicación en la cirugía ortopédica.

El cloruro de etilo anestesia por refrigeración, fue dado a conocer en nuestro país en una comunicación dirigida a la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, por el doctor Oscar Amoedo, un cubano, Profesor de la Escuela Dental de Francia en la sesión del 4 de febrero de 1892. No existe reporte escrito de cuándo ni por quién se usó por primera vez en nuestro país.

Como anestésico general fue usado este producto regularmente, ya en operaciones de corta duración como para continuarlas después con el cloroformo o sea, en anestesias mixtas, con resultado verdaderamente brillante en el servicio del doctor José Varela Zequeira en 1909.

En 1902 el doctor Ignacio Plasencia introdujo un nuevo anestésico, el Narcotillo que vió usar con resultado satisfactorio en su viaje a New York. Era un compuesto de etilos, preparado por el doctor Bengue que se administraba por medio de una máscara parecida a la de Hirschler. Se empleaba en operaciones de corta duración o asociado con éter o cloroformo afirmando que en los cinco casos que los había usado obtuvo una anestesia rápida sin accidentes, necesitando menor cantidad de cloroformo para continuar la anestesia y con una disminución notable del período de excitación.

Anestesia raquídea

Un año después que Theodore Truffier obtenía la anestesia espinal por la inyección de una solución de clorhidrato de cocaína, entre el tercero y cuarto espacio intravertebral lumbar el doctor Enrique Núñez la llevaba a cabo en Cuba. El 6 de diciembre de 1900 realiza su primera raquianestesia, publicando su trabajo en 1901 con una casuística de 14 intervenciones medianas y pequeñas. En él señala que a su juicio, los pequeños inconvenientes que se advierten en este método, pueden deberse al aumento de la tensión del L. C. R., que se produce cuando la cantidad de la solución inyectada, es mayor que el líquido extraído y cree que en el estado actual de nuestros conocimientos este método por su inocuidad, sencillez y resultados autorizan a utilizarlo en la práctica al lado de la anestesia local y de la anestesia general, aunque sus indicaciones y contraindicaciones no pueden claramente definirse.

Con motivo de haberse señalado en algunos trabajos que fue el doctor José A. Presno quien primero practicara entre nosotros esta anestesia se han suscitado discusiones al respecto. Esto obliga a dejar establecido definitivamente, que fue el doctor Enrique Núñez, el primero que la usó, como se comprueba por la lectura de la Memoria de los trabajos realizados por la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana de 1900-02, presentada por el doctor Jorge Le Roy y en la discusión que con motivo de la comunicación dirigida a esta Sociedad por e! doctor Presno, titulada "La analgesia quirúrgica por inyección sub-aracnoidea lumbar de clorhidrato de cocaína", en la cual el propio doctor Presno felicita al doctor Núñez por ser el primero que ha utilizado entre nosotros este género de analgesia.

El doctor Le Roy trató de presentar como una contraindicación del método en una comunicación oral sobre Histerectomía vaginal por cáncer, las condiciones morales del sujeto en el que iba a practicarse la inyección.

Después de estas primeras prácticas, la raquianestesia fue casi abandonada hasta la aparición de la estovaína, no obstante haberse señalado por el doctor Enrique Barnet, en la sesión en que se ofrecieron los primeros resultados de este procedimiento, que Schwarz estaba usando con éxito la tropacocaína aislada por Giesel Fourneau introdujo la estovaína en 1903, y el doctor González Mármol publicó en 1907 una casuística de 100 intervenciones con raquianestesia por estovaína, señalando además su empleo en Obstetricia declarando que, a pesar del efecto ocitócico que se le atribuye, en seis casos de inercia uterina, no evitó el tener que recurrir a la aplicación de fórceps.

A la estovaína sucedió la tutocaína y a ésta la novocaína (Clorhidrato de procaína) introducida en nuestra práctica anestésica, especialmente espinal, por recomendación del Profesor Arce, de Buenos Aires, en 1921, pues hasta esa fecha sólo se empleaba en otros tipos de anestesia, regional infiltración, etc.

En el VI Congreso Médico efectuado en 1924 se encuadró el procedimiento dentro del verdadero marco de su valor, concluyendo que no podía erigirse en método general de anestesia, porque no es un método seguro, ya que requiere en las intervenciones algo prolongadas el auxilio de la anestesia general y además por sus múltiples contraindicaciones. No obstante, en las intervenciones abdominales, particularmente las ginecológicas, tiene una indicación preciosa por el silencio abdominal que provoca.

En 1927, vuelve a considerarse la anestesia contraraquídea por un Congreso Médico Nacional en trabajos presentados por el doctor J. de la Guardia. En 1928, el doctor O. Hernández da a conocer la raquianestesia bajo control, según técnica de Pitkin y Porfirio Verde: la anestesia transsacra asociada a la epidural. En 1933 publica el doctor González Mármol una estadística de 280 casos con raquianestesia por percaína, en la que manifiesta que este agente analgésico no producía síntomas de intoxicación, irritación o inflamación de los tejidos, y que la cirugía del abdomen practicada con esta anestesia era perfecta. La estadística incluía 108 casos por infiltración troncular, 22 epidural y 140 espinal o raquídeo en 1938 el doctor Domínguez Ávila hace una nueva comunicación sobre el método, señalando como drogas preferidas la scurocaína, percaína y novocaína. Y en 1945 los doctores Cuervo, Pino y Castro, publican un trabajo sobre anestesia raquídea transabdominal.
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