Mazorra: La verdad desde todos los ángulos. (Parte III y final).

por Patrio Dom Feb 22, 2009 3:11 pm

Como colofón al presente trabajo sobre el Hospital Psiquiátrico de La Habana y su utilización parcial para reprimir la disidencia, nos remitimos a su cobertura legal en los siguientes artículos del Código Penal Cubano vigente:

- El artículo 78 del Código Penal Cubano que al declarado en estado peligroso se le pueden imponer las medidas terapéuticas, reeducativas o de vigilancia por los órganos de la Policía Nacional Revolucionaria.

Entre las medidas terapéuticas señaladas en el código penal están las siguientes:

Internamiento en establecimiento asistencial, psiquiátrico o de desintoxicación.

Las medidas reeducativas se aplican a los individuos antisociales y consisten en el internamiento en un establecimiento especializado de trabajo o de estudio y la entrega a un colectivo de trabajo para el control y la orientación de su conducta. El termino de estas medidas es de un año como mínimo y cuatro como máximo.

Las personas que reciben estas medidas terapéuticas y que reinciden en su peligrosidad son condenadas hasta por cuatro anos. Estas personas son detenidas y enjuiciadas en base a los expedientes de peligrosidad que lleva la Seguridad del Estado. El Estado peligroso predelictivo se decide en un juicio sumario.

- El Artículo 115:

El que difunda noticias falsas con el propósito de perturbar la paz internacional, o de poner en peligro el prestigio o el descrédito del Estado Cubano o sus buenas relaciones con otro Estado, incurre en sanción de privación de libertad de uno a cuatro años.

Bastan estos dos artículos para establecer la flagrante violación de la libertad de expresión en Cuba y la autoridad de los órganos de la Seguridad del Estado para recluirlo en una institución psiquiátrica. Los hechos de utilización de torturas en en Mazorra están harto probados y reconocidos.

Los que desconocen las entrañas de los sistemas marxistas, por regla general rechazan las denuncias de torturas ejecutadas por estos regímenes totalitarios, como el de Cuba. Es oportuno señalar que la isla caribeña recibió desde los primeros días de 1959, asesoramiento global por parte de la ex URSS, que no excluyó dentro de los programas de entrenamiento su amplia experiencia en represión política. Los ex soviéticos elevaron la tortura a nivel de ciencia y sofisticaron la represión a todos los niveles, desde la Cheká inicial hasta el KGB, las más de las veces con la participación activa de experimentados profesionales.
Los incrédulos adoradores del marxismo solicitan pruebas fehacientes en el caso de la tortura en Cuba, que han sido expuestas por supuesto en diversos foros internacionales, pero es ampliamente conocido que la tortura bajo los regímenes comunistas sólo es posible su confirmación tras su caída como el caso del antiguo Telón de Acero de la Europa del Este. Cuantos apasionados por la ex URSS no quedaron boquiabiertos al conocerse el asesinato estilo Capone, ordenado por Lenin contra la familia real Romanóv, la orden del Kominter salida del Kremlin de la ejecución con un piolet en México de León Trosvki o la ejecución a mansalva de 16 000 oficiales del Ejército Polaco en los bosques de Katyn durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Y los millones de exterminados en los horrendos gulags siberianos durante el dominio bolchevique?. Se puede ser incrédulo, lo que no se puede simular es ceguera ante una izquierda radical que no apta para defender sus postulados en parlamentos o senados, engendra la violencia revolucionaria para aniquilar a sus opositores, tendencia que tiene entre sus íconos de referencia a Ernesto Guevara de la Serna.
En Cuba se torturó y se tortura aun hoy día con sofisticados métodos y no por ello menos cruentos ni menos violadores de los derechos humanos más elementales, bajo la cobertura legal comunista. Lo más terrible es que se ejecuta no sobre terroristas ni espías, sino para acallar el reclamo de libertad de miles de opositores.
Las palabras del especialista cubano en Psiquiatría, Dr. Samuel Martínez Lara resumen muy bien los hechos de Mazorra:
"...En la capital cubana esta enclavado el Hospital Psiquiátrico de la Habana que dirige el Dr. Bernabé Ordaz. El mencionado Hospital tiene salas de pacientes crónicos sometidos a tratamientos de laborterapia, Músicoterapia y diferentes tipos de modalidades terapéuticas que constituyen una verdadera labor de Rehabilitación Psico-social. Por esta razón el mencionado Hospital desde hace muchos años se ha convertido en una vitrina del sistema para exhibir a los turistas que viajan a Cuba, los logros de la Psiquiatría de la Cuba Comunista, y le muestran además, algunas Diapositivas de lo que fue ese Hospital en la época Pre-Castrista, ofreciendo una imagen muy desfavorable del mismo y por ende de la Psiquiatría de la Cuba Republicana. Lo que no presenta el Dr. Ordaz a los turistas extranjeros y a todos los visitantes del Hospital Psiquiátrico de la Habana es la Sala Castellanos y la Carbo Servia o sala de los Procesados. Específicamente este Servicio de Psiquiatría esta dirigido y controlado por el Ministerio del Interior y la Policía Política de Castro. Los profesionales, tanto médicos como paramédicos que trabajan en este Servicio son reclutados por el Ministerio del Interior y la Contra Inteligencia Cubana, y responden exclusivamente a ordenes del Aparato Policiaco, violando así el Juramento Hipocrático y haciendo de este Servicio un verdadero centro de tortura y experimentación de la Policía Política contra los activistas de Derechos Humanos, Disidentes y Opositores Políticos al sistema. Este servicio Psiquiátrico es en realidad una extensión operativa del Cuartel General de la Policía Política de Villa Marista. Este tipo de Servicio, lamentablemente y para desgracia del pueblo cubano, se ha extendido a todas las capitales de Provincias del País. Recientemente la prestigiosa Organización The Freedom House y Of Human Rights que dirige Frank Calzón, publicó un libro titulado "The Politics Of Psychiatry in Revolutionary Cuba". La Política de la Psiquiatría en la Cuba Revolucionaria escrito por Chales Brown y Armando Lago con la introducción de Vladimir Bukovsky, destacado disidente soviético que denuncio ante el mundo los horrores y abusos de la Psiquiatría como arma contra los opositores políticos en la Unión Soviética y demás países de la Europa del Este y de otras regiones sometidas a la influencia soviética. Este libro constituye una verdadera joya antológica sobre los abusos Psiquiátricos cometidos por el gobierno cubano, lo cual ha sido hasta el momento, una vulgar e inescrupulosa imitación del modelo soviético en la era Pre-Gorbachov..."

Quizás algún día en Cuba se levante un panteón al deshonor, creo que sería único en su género en el mundo, que en sus paredes puedan leerse los nombres y apellidos de todos aquellos que han torturado, vejado y maltratado física y moralmente a nuestros disidentes. En ellos deben figurar todos los que han ejecutado estos delitos durante el proceso revolucionario y para ser justos, deberán incluírse también los que torturaron durante el régimen de Fulgencio Batista. Tal vez sea un útil recordatorio para que en nuestra tierra no prosperen los esbirros a las órdenes de tiranos.

Patrio.

Fuentes consultadas:

1. Los Derechos Humanos en Cuba. Haydée Marín Arcia.
2. EL DELITO DE TORTURA COMO ACTO DE ESTADO: EL CASO CUBANO. Alberto Luzárraga.
3. La psiquiatría en Cuba. Dr. Samuel Martínez Lara.