No rompo mi lanza por los traidores.
3 participantes
Página 1 de 1.
No rompo mi lanza por los traidores.
Aunque vuelen como bandadas sobre mi frente las iras de mis compatriotas, debo confesar que callo por la causa, pero rodilla en tierra, sólo espero el momento del grito..., porque jamás romperé mi lanza por los traidores. Es acto vil la traición erigida en venganza personal aun contra el tirano y no puedo reprimir la más profunda repugnancia, al imaginarme la mirada perdida del protegido apuñaleando al cruel César, al escuchar la frase convertida en sentencia: "¿Et tu, Brute?. La traición es execrable, reprobable y debe vivir como mortal áspid, alejada de los que pretenden sembrar las bases de una sociedad de hombres libres.
La historia universal ha sido pródiga en la utilización de la traición como arma de eficacia probada contra los más disímiles adversarios, adquiriendo visos de frases legendarias, cuya versión más usada y próxima a la veracidad histórica es “ROMA PRODITORIBVS NON PRAEMIA SOLVIT”, impugnando el gesto traidor aun cuando el fin del mismo implique resultados honorables. Un día si Dios lo permite, peinaré canas en tardes apacibles contando a mis nietos historias de la Grecia Clásica y mis labios temblarán de emoción al hablarles de Leónidas y sus espartanos en Las Termópilas, como también una mueca de asco que se repite desde siglos dibujará en mi rostro el de Efialtes, el traidor y mi voz temblará de orgullo ante los párvulos,cuando les hable de hombres de una isla indómita del Caribe llamados Boitel, Biscet, Antúnez y otros.
Hay hombres cuya condición humana y entrega, hacen la historia que los ancianos cuentan a sus nietos, para que el valor, la humanidad y el decoro de los hombres buenos sigan cayendo a modo de cascada eterna sobre la moral de los pueblos. Y a nuestro pueblo nos sobran ejemplos de entrega, de valor probado, de vidas ofrendadas con el único fin de que nuestros hijos sean libres. Hay muchas formas de lucha, pero no se debe dejar espacio en el batallón del decoro, a quienes en franco despecho a no recibir la contribución que consideraron apropiada se convierten hoy en plañideras a`placer, por un sistema en el que fueron verdaderos baluartes. En lo más profundo de mi corazón les sanciono con el más absoluto desprecio, porque lo que resulta indudable aunque muchos se esmeren en camuflarlo, es que estos no son más que esbirros, lo fueron ayer, lo son hoy y lo seguirán siendo siempre.
Como gesto de humanidad primaria el exilio les brinda a modo de extremaunción de su condición humana, relatos de las fechorías del sátrapa de las que no fueron simples espectadores, sino convencidos partícipes y aun cuando la divulgación de las interioridades del más brutal de los tiranos pueda contribuir a exacerbar el repudio que le corresponde por el mundo, no ha de olvidarse que las espadas de los traidores nunca han forjado la libertad de una nación. La libertad de Cuba sólo se mantiene a buen recaudo en las celdas de nuestros presos políticos y en las acciones de cientos de opositores, que se enfrentan a la tiranía día tras día, como en el desfile semanal de nuestras gloriosas Damas de Blanco.
La traición, hermanos, no es paso franco y abierto a la lucha por lo que se considera justo, implica la remuneración esperada, al amparo de un exilio repleto de víctimas para condenar a un sistema de quienes esos hombres años atrás, forjaban con certeros martillos nuestros propios grilletes. La verdad en la lengua de los hombres viles, acostumbrados a militar más que por principios por el peso de una bolsa, adquiere un sabor tan amargo, que nos trae a la memoria el olor pútrido de las mazmorras castristas. No olvidéis al señor Rafael del Pino autotitulándose general tras varios años de su desbandada, más por pérdida de poder que por motivos políticos, no olvidéis al señor Norberto Fuentes, cronista de las guerras fatricidas de Fidel Castro titular "Dulces Guerreros Cubanos" a un libro homenaje dedicado a sus camaradas Tony de la Guardia y Arnaldo Ochoa, no por fusilados, exentos de su condición de miembros de la plana mayor de los verdugos de Cuba y de muchos países latinoamericanos. La indecencia, la subyugación consciente a la egolatría castrista no se borra de estos corazones, salvo una verdadera cataquesis moral que va más allá de sus propias exigencias como seres humanos y la prueba más evidente es que ninguno decidió enfrentarse a lo que fomentaron con sus carreras, optaron por el camino de las madrigueras, pero de ser posible bañadas en el oropel del relato de sus propios desmanes.
No permitáis que nos dividan las meretrices del morbo de las interioridades del palacio de la bestia, contadas por sus súbditos. Escuchad y justo es que se divulguen la inmensa lista de placeres labrados sobre la miseria de nuestro pueblo, pero no olvidéis jamás que el mercado de los que durante años se abatieron sobre nuestras espaldas, que nos han mantenidos décadas alejados de nuestros hijos, no debe sustituir jamás el más leve clamor de uno solo de nuestros presos.
Durante estos días, mientras el señor Juan Sánchez, ex escolta del tirano contaba en primicia amoríos del sátrapa en franca competencia con García Márquez, el disidente Antúnez protagonizaba una huelga de hambre en Cuba, no difundida por los medios del exilio hasta fechas recientes, tras el ingreso del opositor en una sala de Cuidados Intensivos. La disidencia actual, la verdadera resistencia en las calles de Cuba no es prioridad para los medios de difusión masiva de los países donde existen las mayores comunidades de exiliados cubanos. El morbo dictatorial erigido en prensa del corazón de los caudillos rivaliza con los amoríos de David Beckam o de Tom Cruise, mientras nuestro pueblo agoniza de hambre y nuestros opositores son apaleados a mansalva. ¿Realmente nos hemos olvidado del sufrimiento del pueblo cubano?. ¿Estamos siendo justos con los miles de niños desnutridos de nuestro país?
Permita el decoro que aun vibra en el pecho de muchos cubanos, que la comunión con los traidores de feria de los últimos tiempos, arrepentidos al mejor precio, no desvíen la atención de nuestro exilio de millones de seres de aquellos que piden monedas a los extranjeros para llevar pan a sus hijos en nuestras ciudades y menos aún, que se nos permita conciliar el sueño en paz, mientras hombres de la talla de Oscar Elías Biscet languidecen en las cárceles del castrato.
Patrio
La historia universal ha sido pródiga en la utilización de la traición como arma de eficacia probada contra los más disímiles adversarios, adquiriendo visos de frases legendarias, cuya versión más usada y próxima a la veracidad histórica es “ROMA PRODITORIBVS NON PRAEMIA SOLVIT”, impugnando el gesto traidor aun cuando el fin del mismo implique resultados honorables. Un día si Dios lo permite, peinaré canas en tardes apacibles contando a mis nietos historias de la Grecia Clásica y mis labios temblarán de emoción al hablarles de Leónidas y sus espartanos en Las Termópilas, como también una mueca de asco que se repite desde siglos dibujará en mi rostro el de Efialtes, el traidor y mi voz temblará de orgullo ante los párvulos,cuando les hable de hombres de una isla indómita del Caribe llamados Boitel, Biscet, Antúnez y otros.
Hay hombres cuya condición humana y entrega, hacen la historia que los ancianos cuentan a sus nietos, para que el valor, la humanidad y el decoro de los hombres buenos sigan cayendo a modo de cascada eterna sobre la moral de los pueblos. Y a nuestro pueblo nos sobran ejemplos de entrega, de valor probado, de vidas ofrendadas con el único fin de que nuestros hijos sean libres. Hay muchas formas de lucha, pero no se debe dejar espacio en el batallón del decoro, a quienes en franco despecho a no recibir la contribución que consideraron apropiada se convierten hoy en plañideras a`placer, por un sistema en el que fueron verdaderos baluartes. En lo más profundo de mi corazón les sanciono con el más absoluto desprecio, porque lo que resulta indudable aunque muchos se esmeren en camuflarlo, es que estos no son más que esbirros, lo fueron ayer, lo son hoy y lo seguirán siendo siempre.
Como gesto de humanidad primaria el exilio les brinda a modo de extremaunción de su condición humana, relatos de las fechorías del sátrapa de las que no fueron simples espectadores, sino convencidos partícipes y aun cuando la divulgación de las interioridades del más brutal de los tiranos pueda contribuir a exacerbar el repudio que le corresponde por el mundo, no ha de olvidarse que las espadas de los traidores nunca han forjado la libertad de una nación. La libertad de Cuba sólo se mantiene a buen recaudo en las celdas de nuestros presos políticos y en las acciones de cientos de opositores, que se enfrentan a la tiranía día tras día, como en el desfile semanal de nuestras gloriosas Damas de Blanco.
La traición, hermanos, no es paso franco y abierto a la lucha por lo que se considera justo, implica la remuneración esperada, al amparo de un exilio repleto de víctimas para condenar a un sistema de quienes esos hombres años atrás, forjaban con certeros martillos nuestros propios grilletes. La verdad en la lengua de los hombres viles, acostumbrados a militar más que por principios por el peso de una bolsa, adquiere un sabor tan amargo, que nos trae a la memoria el olor pútrido de las mazmorras castristas. No olvidéis al señor Rafael del Pino autotitulándose general tras varios años de su desbandada, más por pérdida de poder que por motivos políticos, no olvidéis al señor Norberto Fuentes, cronista de las guerras fatricidas de Fidel Castro titular "Dulces Guerreros Cubanos" a un libro homenaje dedicado a sus camaradas Tony de la Guardia y Arnaldo Ochoa, no por fusilados, exentos de su condición de miembros de la plana mayor de los verdugos de Cuba y de muchos países latinoamericanos. La indecencia, la subyugación consciente a la egolatría castrista no se borra de estos corazones, salvo una verdadera cataquesis moral que va más allá de sus propias exigencias como seres humanos y la prueba más evidente es que ninguno decidió enfrentarse a lo que fomentaron con sus carreras, optaron por el camino de las madrigueras, pero de ser posible bañadas en el oropel del relato de sus propios desmanes.
No permitáis que nos dividan las meretrices del morbo de las interioridades del palacio de la bestia, contadas por sus súbditos. Escuchad y justo es que se divulguen la inmensa lista de placeres labrados sobre la miseria de nuestro pueblo, pero no olvidéis jamás que el mercado de los que durante años se abatieron sobre nuestras espaldas, que nos han mantenidos décadas alejados de nuestros hijos, no debe sustituir jamás el más leve clamor de uno solo de nuestros presos.
Durante estos días, mientras el señor Juan Sánchez, ex escolta del tirano contaba en primicia amoríos del sátrapa en franca competencia con García Márquez, el disidente Antúnez protagonizaba una huelga de hambre en Cuba, no difundida por los medios del exilio hasta fechas recientes, tras el ingreso del opositor en una sala de Cuidados Intensivos. La disidencia actual, la verdadera resistencia en las calles de Cuba no es prioridad para los medios de difusión masiva de los países donde existen las mayores comunidades de exiliados cubanos. El morbo dictatorial erigido en prensa del corazón de los caudillos rivaliza con los amoríos de David Beckam o de Tom Cruise, mientras nuestro pueblo agoniza de hambre y nuestros opositores son apaleados a mansalva. ¿Realmente nos hemos olvidado del sufrimiento del pueblo cubano?. ¿Estamos siendo justos con los miles de niños desnutridos de nuestro país?
Permita el decoro que aun vibra en el pecho de muchos cubanos, que la comunión con los traidores de feria de los últimos tiempos, arrepentidos al mejor precio, no desvíen la atención de nuestro exilio de millones de seres de aquellos que piden monedas a los extranjeros para llevar pan a sus hijos en nuestras ciudades y menos aún, que se nos permita conciliar el sueño en paz, mientras hombres de la talla de Oscar Elías Biscet languidecen en las cárceles del castrato.
Patrio
Patrio- Ganador por Votación del Foro al Premio Golden Post por Mejor Articulo Original
- Cantidad de envíos : 279
Efectividad de Comentarios y Análisis : 18
Puntos : 30382
Fecha de inscripción : 18/06/2008
Re: No rompo mi lanza por los traidores.
Estoy de acuerdísimo, estimado Patrio. Darle cancha a todos esos "aprovechados bien pagados" es deshonrar a los que en Cuba se estan jugando la vida por la libertad. Esto que planteas lo he denunciado en otros foros cubanos y se me han echado encima tipo brigadas de respuesta rápida, acusándome de mandadera del régimen y baneándome. Hay una parte del exilio cubano que simplemente no razona
Muy buen artículo
Saludos
Muy buen artículo
Saludos
Habanera- VIP/Ganadora por Votación del Foro al Premio Golden Post al Mejor Articulo Original
-
Cantidad de envíos : 2308
Localización : Gran Canaria, España
Empleo /Ocio : Economista/cine
Humor : Todo
Efectividad de Comentarios y Análisis : 30
Puntos : 41033
Fecha de inscripción : 18/06/2008
Re: No rompo mi lanza por los traidores.
lo mismo me ha pasado ami pero no importa la verdad se impone siempre ,
hno patrio le reitero lo que ya le he dicho en otro lugar
saludos
hno patrio le reitero lo que ya le he dicho en otro lugar
saludos
tito- Forista Habitual
-
Cantidad de envíos : 152
Edad : 56
Localización : españa
Humor : cubano
Efectividad de Comentarios y Análisis : 10
Puntos : 29653
Fecha de inscripción : 27/02/2009
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.