Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
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Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
DE HUBER MATOS A RAUL CASTRO
San José, Costa Rica, Marzo 16 de 2010
Comandante Raúl Castro: Es probable que a estas alturas no te hayas dado cuenta de las consecuencias del heroísmo de Orlando Zapata. La historia demuestra que la permanencia prolongada en el poder distorsiona la visión de quienes lo detentan.
El Parlamento Europeo, que representa a casi 500 millones de personas, votó mayoritariamente por condenar su muerte, exigir la libertad de los presos políticos y la democratización de Cuba; en realidad esto es una condena para ti, para Fidel y al medio siglo de tiranía.
El sacrificio de Zapata ha reducido aun más esa minoría que el régimen ha mantenido engañada en el mundo. La campaña de mentiras que muchos han querido creer por demasiado tiempo va quedando al descubierto.
Los gobiernos que respaldan a la tiranía, como España y Brasil, son hoy cuestionados por muchos de sus compatriotas y por millones de ciudadanos del mundo democrático. Los gobernantes latinoamericanos que han callado los atropellos de la dictadura en Cuba, han quedado en el ridículo ante la denuncia del presidente Oscar Arias, un líder que ha demostrado tener valor y principios.
Hasta los medios de prensa internacionales, que se han comportado como rehenes de la dictadura en Cuba, en esta oportunidad no han sido tan cautelosos en el manejo de la muerte de Zapata, de la huelga de Guillermo Fariñas y de otros presos políticos en la isla.
Es probable que tú comprendas en algún grado las consecuencias de todo esto. Súmale la silenciosa condena del pueblo cubano y la indignación de la gente en la calle por ese crimen y por la calumnia racista con que ustedes trataron de justificarlo.
Miles de cubanos miembros de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior y del gobierno, repudian calladamente la muerte de Zapata y la grosera justificación del gobierno.
El pueblo cubano es el recurso más importante en el proceso de desarrollo económico, cultural y político de la Nueva República. Por no entender eso, todas tus seudoreformas han fracasado y seguirán fracasando.
Sin un Estado de Derecho no habrá un pueblo dispuesto a trabajar con fe, entusiasmo y confianza. Sin un gobierno legítimo, con leyes e instituciones independientes del capricho o de los intereses de quien gobierne, no habrá confianza ni garantías para el progreso de la Cuba del siglo XXI a que tiene derecho la juventud cubana.
No llegarán a Cuba los recursos financieros sin un régimen democrático. Ni los recursos financieros, ni las inversiones necesarias para revertir medio siglo de atraso, abandono, corrupción y despilfarro.
Un cambio sin democracia equivaldría a una piñata donde los privilegiados del poder y el capital extranjero se repartirían el patrimonio de Cuba. Ustedes creen que el pueblo se conformará si le reparten migajas. Piensan que así podrán continuar mandando mientras ellos siguen viviendo como ciudadanos de segunda categoría.
Tú y Fidel traicionaron la revolución democrática por la que luchamos en la Sierra Maestra. Tú y Fidel traicionaron al pueblo cubano y trataron de justificar esa traición con las promesas de la utopía comunista, que resultó un fraude de proporciones históricas.
El 21 de octubre de 1959 le dije a Fidel que el camino que tomaba llevaría a nuestro país al desastre y, por esa razón me hicieron pasar dos décadas en prisión, que viví con orgullo porque fui leal a mi pueblo y a los ideales democráticos de la Revolución.
Una semana después de arrestarme, ustedes asesinaron al Comandante Camilo Cienfuegos.
Tu y Fidel mandaron a miles de compatriotas al pelotón de fusilamiento. Nunca sabremos cuantos cubanos fueron asesinados en secreto, ni cuantos perdieron su vida en el mar en desesperados intentos por alcanzar la libertad. Cientos de miles de ciudadanos han pagado con largas condenas de prisión su amor a la libertad. Todavía hay un presidio político injustificado y brutal. Solamente Dios puede tener una compresión real del daño moral y del sufrimiento causado al pueblo cubano durante medio siglo.
Como si todo esto no fuera suficientemente vergonzoso, ustedes han estado seriamente involucrados en el narcotráfico y el terrorismo internacional.
Cuba está en la ruina material y tú y tu hermano han envejecido en el poder, queriéndole hacer creer a todo el mundo que el desastre es por culpa del “bloqueo” estadounidense. En realidad tú y Fidel despilfarraron los inmensos recursos que la URSS puso a su disposición por treinta años, como también hicieron con los préstamos de la cuantiosa deuda externa que tiene Cuba y los miles de millones de dólares que le han sustraído a Venezuela, con la complicidad del lacayo que tienen allí en el poder.
El heroísmo de Orlando Zapata ha despertado al mundo y ha cautivado al pueblo cubano. La indignación que ha provocado su asesinato es el principio del fin del castrismo. Tú puedes escuchar lo que te ha pedido Juan Juan Almeida, el hijo del comandante Almeida, e irte de Cuba porque eres el responsable principal de esa muerte.
Le vas a ahorrar a nuestro pueblo un sacrificio final y vas a darles la oportunidad de redimirse a los miembros de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior y del gobierno que quieren participar en un auténtico cambio de rumbo.
Fidel está fuera de la realidad y todos estamos presenciando su castigo en vida, pero tú puedes evitar correr la suerte de Ceauþescu, porque antes de que el pueblo te alcance, el propio ejército, en lugar de responsabilizarse ante la población con tu fuga, hará justicia contigo; sálvate y salva a tu familia, todavía estás a tiempo.
Huber Matos
Comandante de la Revolución
http://www.cubademocraciayvida.org/web/article.asp?artID=10683
San José, Costa Rica, Marzo 16 de 2010
Comandante Raúl Castro: Es probable que a estas alturas no te hayas dado cuenta de las consecuencias del heroísmo de Orlando Zapata. La historia demuestra que la permanencia prolongada en el poder distorsiona la visión de quienes lo detentan.
El Parlamento Europeo, que representa a casi 500 millones de personas, votó mayoritariamente por condenar su muerte, exigir la libertad de los presos políticos y la democratización de Cuba; en realidad esto es una condena para ti, para Fidel y al medio siglo de tiranía.
El sacrificio de Zapata ha reducido aun más esa minoría que el régimen ha mantenido engañada en el mundo. La campaña de mentiras que muchos han querido creer por demasiado tiempo va quedando al descubierto.
Los gobiernos que respaldan a la tiranía, como España y Brasil, son hoy cuestionados por muchos de sus compatriotas y por millones de ciudadanos del mundo democrático. Los gobernantes latinoamericanos que han callado los atropellos de la dictadura en Cuba, han quedado en el ridículo ante la denuncia del presidente Oscar Arias, un líder que ha demostrado tener valor y principios.
Hasta los medios de prensa internacionales, que se han comportado como rehenes de la dictadura en Cuba, en esta oportunidad no han sido tan cautelosos en el manejo de la muerte de Zapata, de la huelga de Guillermo Fariñas y de otros presos políticos en la isla.
Es probable que tú comprendas en algún grado las consecuencias de todo esto. Súmale la silenciosa condena del pueblo cubano y la indignación de la gente en la calle por ese crimen y por la calumnia racista con que ustedes trataron de justificarlo.
Miles de cubanos miembros de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior y del gobierno, repudian calladamente la muerte de Zapata y la grosera justificación del gobierno.
El pueblo cubano es el recurso más importante en el proceso de desarrollo económico, cultural y político de la Nueva República. Por no entender eso, todas tus seudoreformas han fracasado y seguirán fracasando.
Sin un Estado de Derecho no habrá un pueblo dispuesto a trabajar con fe, entusiasmo y confianza. Sin un gobierno legítimo, con leyes e instituciones independientes del capricho o de los intereses de quien gobierne, no habrá confianza ni garantías para el progreso de la Cuba del siglo XXI a que tiene derecho la juventud cubana.
No llegarán a Cuba los recursos financieros sin un régimen democrático. Ni los recursos financieros, ni las inversiones necesarias para revertir medio siglo de atraso, abandono, corrupción y despilfarro.
Un cambio sin democracia equivaldría a una piñata donde los privilegiados del poder y el capital extranjero se repartirían el patrimonio de Cuba. Ustedes creen que el pueblo se conformará si le reparten migajas. Piensan que así podrán continuar mandando mientras ellos siguen viviendo como ciudadanos de segunda categoría.
Tú y Fidel traicionaron la revolución democrática por la que luchamos en la Sierra Maestra. Tú y Fidel traicionaron al pueblo cubano y trataron de justificar esa traición con las promesas de la utopía comunista, que resultó un fraude de proporciones históricas.
El 21 de octubre de 1959 le dije a Fidel que el camino que tomaba llevaría a nuestro país al desastre y, por esa razón me hicieron pasar dos décadas en prisión, que viví con orgullo porque fui leal a mi pueblo y a los ideales democráticos de la Revolución.
Una semana después de arrestarme, ustedes asesinaron al Comandante Camilo Cienfuegos.
Tu y Fidel mandaron a miles de compatriotas al pelotón de fusilamiento. Nunca sabremos cuantos cubanos fueron asesinados en secreto, ni cuantos perdieron su vida en el mar en desesperados intentos por alcanzar la libertad. Cientos de miles de ciudadanos han pagado con largas condenas de prisión su amor a la libertad. Todavía hay un presidio político injustificado y brutal. Solamente Dios puede tener una compresión real del daño moral y del sufrimiento causado al pueblo cubano durante medio siglo.
Como si todo esto no fuera suficientemente vergonzoso, ustedes han estado seriamente involucrados en el narcotráfico y el terrorismo internacional.
Cuba está en la ruina material y tú y tu hermano han envejecido en el poder, queriéndole hacer creer a todo el mundo que el desastre es por culpa del “bloqueo” estadounidense. En realidad tú y Fidel despilfarraron los inmensos recursos que la URSS puso a su disposición por treinta años, como también hicieron con los préstamos de la cuantiosa deuda externa que tiene Cuba y los miles de millones de dólares que le han sustraído a Venezuela, con la complicidad del lacayo que tienen allí en el poder.
El heroísmo de Orlando Zapata ha despertado al mundo y ha cautivado al pueblo cubano. La indignación que ha provocado su asesinato es el principio del fin del castrismo. Tú puedes escuchar lo que te ha pedido Juan Juan Almeida, el hijo del comandante Almeida, e irte de Cuba porque eres el responsable principal de esa muerte.
Le vas a ahorrar a nuestro pueblo un sacrificio final y vas a darles la oportunidad de redimirse a los miembros de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior y del gobierno que quieren participar en un auténtico cambio de rumbo.
Fidel está fuera de la realidad y todos estamos presenciando su castigo en vida, pero tú puedes evitar correr la suerte de Ceauþescu, porque antes de que el pueblo te alcance, el propio ejército, en lugar de responsabilizarse ante la población con tu fuga, hará justicia contigo; sálvate y salva a tu familia, todavía estás a tiempo.
Huber Matos
Comandante de la Revolución
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Re: Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
Buenisima carta. Gracias Habanera
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Re: Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
Cuando entierren al abuelo y quede finalmente solo el abuelo No. 2 entonces vendran los problemas de poder pues sabemos que Raul Castro no puede con el poder.
De ahi que vendran las divisiones dentro de la cupula que naceran por presiones de abajo, de la gente, del pueblo, a la que probablemente ciertas facciones dentro de la cupula con apoyo del ejercito y de ahi en adelante las condiciones para el cambio se crean.
De ahi que vendran las divisiones dentro de la cupula que naceran por presiones de abajo, de la gente, del pueblo, a la que probablemente ciertas facciones dentro de la cupula con apoyo del ejercito y de ahi en adelante las condiciones para el cambio se crean.
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Re: Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
Aquí les dejo un artículo con el cual coincido 100%
El último aldabonazo
Una turba armada con palos y barras de acero rodeó la humilde casa de familia y vociferó la amenaza de matar a todos sus residentes. Golpeaban puertas y ventanas al tiempo que se esforzaban en romper el cerrojo de la entrada. Dentro, las mujeres trataban de asegurar que no les sucediera nada a los niños, mientras el único hombre —Luis Miguel Sigler— se disponía a inmolarse en defensa de la prole. Las autoridades nada hicieron por detener aquella salvajada porque ellos mismos la habían alentado, organizado y facilitado. ¿La Noche de los Cristales Rotos en la Alemania nazi? No. Esto ocurrió en Cuba, el pasado 25 de marzo del 2010 en un poblado llamado Pedro Betancourt.
Ser judío no es sólo la pertenencia a una religión o grupo étnico; es una condición. Los disidentes cubanos son los judíos del drama que vive la isla. Han sido disminuidos a la categoría oficial de no-personas y de su integridad física puede disponer, a su libre albedrío, cualquiera que desee vapulearla.
Es hora de que los miembros del Partido Comunista de Cuba, los funcionarios gubernamentales y todos aquellos que se definen como “revolucionarios” recobren la autonomía moral y rompan toda complicidad tácita con un sistema que los arrastra a infamias propias del fascismo. La alternativa es devenir en cómplices de actos criminales por los que algún día —ya no tan lejano— tendrán que rendir cuentas, cuando menos, ante sus hijos y nietos.
Parece acercarse la hora en que los soldados cubanos tendrán también que decidir si abren fuego contra sus hermanos —como ya ensayaron el pasado año en el ejercicio militar denominado Bastión— o viran sus armas contra quienes se atrevan a impartir esa orden. Nadie se engañe. Hoy se les pide acosar y golpear a unas indefensas mujeres, mañana se les puede ordenar acribillarlas a balazos.
Acosar a mujeres que sólo hablan con su silencio; aterrorizar familias en sus hogares; propinar golpizas a quien está indefenso en una celda no es de personas decentes. Justificar esas acciones haciendo piruetas verbales para preservar privilegios y esquivar la represión es de cobardes. Cuando no se encuentra el valor para abrazar directamente a las víctimas siempre es posible poner fin al colaboracionismo con los victimarios.
Me pregunto si hoy los comunistas cubanos están dispuestos a morir por sus ideas —como se ha declarado en miles de proclamas— o sólo a matar por ellas. Si dicen tener el coraje para enfrentar a un invasor extranjero ¿por qué no lo han encontrado aún frente a los verdugos nacionales?
La cultura de la irresponsabilidad cívica ha tocado fondo en las actuales circunstancias. Los que escogieron el camino de la resistencia o el menos heroico —pero no exento de sacrificios— del exilio antes que colaborar con ese régimen totalitario, demostraron que había otras opciones aunque fuesen costosas. Los disidentes siempre resultan molestos porque demuestran que hay alternativas al colaboracionismo y desnudan la mala conciencia de quienes no se disponen a pagar su precio.
Orlando Zapata Tamayo se acercó a la UJC porque le hicieron creer que esa institución promovía las virtudes ciudadanas que él apreciaba. Creyó en la sinceridad de Fidel Castro cuando expresó que “Revolución es (…) ser tratado y tratar a los demás como seres humanos”, como todavía reza el website del Partido Comunista de Cuba. Este humilde obrero de la construcción nunca fue un oportunista. Lo enviaron a “combatir” las ideas que algunos disidentes exponían en improvisadas tertulias y aprendió a escucharlas. Cuando una de aquellas no-personas fue enviada a la cárcel, Zapata entendió la naturaleza hipócrita, intolerante y represiva del régimen que hasta entonces defendía. Comprendió que no había “batalla de ideas”, sino aniquilamiento de quien expresaba un pensamiento diferente.
El joven albañil rehusaba matar o golpear por sus ideales, pero siempre estuvo sinceramente dispuesto a morir por ellos. Quiso entender de ese modo el mandato del himno nacional cuando dice que “morir (no matar) por la Patria es vivir”.
Quizás el martirologio de Orlando Zapata Tamayo retire la venda de los ojos a quienes ya no pueden posponer por más tiempo definirse al lado del pueblo o de sus opresores. Es hora de enfrentar su conciencia. Ojalá encuentren la necesaria lucidez y coraje para preservar su dignidad en medio de tanta canallada. Zapata —que supo morir libre y digno en una lúgubre celda— les dio el último aldabonazo.
--------------------------------------------------------------------------------
Nota sobre el autor
Juan Antonio Blanco Gil (Cuba, 1947), doctor en Historia, profesor de Filosofía y ensayista, fue militante de la Unión de Jóvenes de Comunistas desde los catorce años y del Partido Comunista de Cuba a partir de 1975.
Trabajó como profesor de Filosofía en la Universidad de la Habana e integró el equipo de autores de la revista Pensamiento Crítico. Ocupó diversas responsabilidades en el Servicio Exterior cubano. Intentó impulsar reformas dentro de Cuba y la normalización de relaciones con Estados Unidos, pero en 1996, el derribo premeditado de las avionetas de Hermanos al Rescate así como los acuerdos anti-reformistas adoptados seguidamente por el V Pleno del CC del PCC, lo llevaron a la conclusión de que el sistema cubano no era reformable y que Fidel Castro no estaba interesado en el mejoramiento del nivel de vida nacional o en mejorar las relaciones con EE. UU. Actualmente reside en Canadá.
A petición del autor, este artículo incluye su ficha biográfica. Si desea contactar con él puede escribirle a jablanco96@gmail.com.
http://www.cubaencuentro.com/es/opinion/articulos/el-ultimo-aldabonazo-232526
El último aldabonazo
Una turba armada con palos y barras de acero rodeó la humilde casa de familia y vociferó la amenaza de matar a todos sus residentes. Golpeaban puertas y ventanas al tiempo que se esforzaban en romper el cerrojo de la entrada. Dentro, las mujeres trataban de asegurar que no les sucediera nada a los niños, mientras el único hombre —Luis Miguel Sigler— se disponía a inmolarse en defensa de la prole. Las autoridades nada hicieron por detener aquella salvajada porque ellos mismos la habían alentado, organizado y facilitado. ¿La Noche de los Cristales Rotos en la Alemania nazi? No. Esto ocurrió en Cuba, el pasado 25 de marzo del 2010 en un poblado llamado Pedro Betancourt.
Ser judío no es sólo la pertenencia a una religión o grupo étnico; es una condición. Los disidentes cubanos son los judíos del drama que vive la isla. Han sido disminuidos a la categoría oficial de no-personas y de su integridad física puede disponer, a su libre albedrío, cualquiera que desee vapulearla.
Es hora de que los miembros del Partido Comunista de Cuba, los funcionarios gubernamentales y todos aquellos que se definen como “revolucionarios” recobren la autonomía moral y rompan toda complicidad tácita con un sistema que los arrastra a infamias propias del fascismo. La alternativa es devenir en cómplices de actos criminales por los que algún día —ya no tan lejano— tendrán que rendir cuentas, cuando menos, ante sus hijos y nietos.
Parece acercarse la hora en que los soldados cubanos tendrán también que decidir si abren fuego contra sus hermanos —como ya ensayaron el pasado año en el ejercicio militar denominado Bastión— o viran sus armas contra quienes se atrevan a impartir esa orden. Nadie se engañe. Hoy se les pide acosar y golpear a unas indefensas mujeres, mañana se les puede ordenar acribillarlas a balazos.
Acosar a mujeres que sólo hablan con su silencio; aterrorizar familias en sus hogares; propinar golpizas a quien está indefenso en una celda no es de personas decentes. Justificar esas acciones haciendo piruetas verbales para preservar privilegios y esquivar la represión es de cobardes. Cuando no se encuentra el valor para abrazar directamente a las víctimas siempre es posible poner fin al colaboracionismo con los victimarios.
Me pregunto si hoy los comunistas cubanos están dispuestos a morir por sus ideas —como se ha declarado en miles de proclamas— o sólo a matar por ellas. Si dicen tener el coraje para enfrentar a un invasor extranjero ¿por qué no lo han encontrado aún frente a los verdugos nacionales?
La cultura de la irresponsabilidad cívica ha tocado fondo en las actuales circunstancias. Los que escogieron el camino de la resistencia o el menos heroico —pero no exento de sacrificios— del exilio antes que colaborar con ese régimen totalitario, demostraron que había otras opciones aunque fuesen costosas. Los disidentes siempre resultan molestos porque demuestran que hay alternativas al colaboracionismo y desnudan la mala conciencia de quienes no se disponen a pagar su precio.
Orlando Zapata Tamayo se acercó a la UJC porque le hicieron creer que esa institución promovía las virtudes ciudadanas que él apreciaba. Creyó en la sinceridad de Fidel Castro cuando expresó que “Revolución es (…) ser tratado y tratar a los demás como seres humanos”, como todavía reza el website del Partido Comunista de Cuba. Este humilde obrero de la construcción nunca fue un oportunista. Lo enviaron a “combatir” las ideas que algunos disidentes exponían en improvisadas tertulias y aprendió a escucharlas. Cuando una de aquellas no-personas fue enviada a la cárcel, Zapata entendió la naturaleza hipócrita, intolerante y represiva del régimen que hasta entonces defendía. Comprendió que no había “batalla de ideas”, sino aniquilamiento de quien expresaba un pensamiento diferente.
El joven albañil rehusaba matar o golpear por sus ideales, pero siempre estuvo sinceramente dispuesto a morir por ellos. Quiso entender de ese modo el mandato del himno nacional cuando dice que “morir (no matar) por la Patria es vivir”.
Quizás el martirologio de Orlando Zapata Tamayo retire la venda de los ojos a quienes ya no pueden posponer por más tiempo definirse al lado del pueblo o de sus opresores. Es hora de enfrentar su conciencia. Ojalá encuentren la necesaria lucidez y coraje para preservar su dignidad en medio de tanta canallada. Zapata —que supo morir libre y digno en una lúgubre celda— les dio el último aldabonazo.
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Nota sobre el autor
Juan Antonio Blanco Gil (Cuba, 1947), doctor en Historia, profesor de Filosofía y ensayista, fue militante de la Unión de Jóvenes de Comunistas desde los catorce años y del Partido Comunista de Cuba a partir de 1975.
Trabajó como profesor de Filosofía en la Universidad de la Habana e integró el equipo de autores de la revista Pensamiento Crítico. Ocupó diversas responsabilidades en el Servicio Exterior cubano. Intentó impulsar reformas dentro de Cuba y la normalización de relaciones con Estados Unidos, pero en 1996, el derribo premeditado de las avionetas de Hermanos al Rescate así como los acuerdos anti-reformistas adoptados seguidamente por el V Pleno del CC del PCC, lo llevaron a la conclusión de que el sistema cubano no era reformable y que Fidel Castro no estaba interesado en el mejoramiento del nivel de vida nacional o en mejorar las relaciones con EE. UU. Actualmente reside en Canadá.
A petición del autor, este artículo incluye su ficha biográfica. Si desea contactar con él puede escribirle a jablanco96@gmail.com.
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Re: Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
Ser judío no es sólo la pertenencia a una religión o grupo étnico; es una condición. Los disidentes cubanos son los judíos del drama que vive la isla. Han sido disminuidos a la categoría oficial de no-personas y de su integridad física puede disponer, a su libre albedrío, cualquiera que desee vapulearla.
Orlando Zapata Tamayo se acercó a la UJC porque le hicieron creer que esa institución promovía las virtudes ciudadanas que él apreciaba. Creyó en la sinceridad de Fidel Castro cuando expresó que “Revolución es (…) ser tratado y tratar a los demás como seres humanos”,
Habanera, articulo de 18K.
Yo tambien coincido, y sobre todo esos 2 párrafos que quoted me parecen espectaculares.
El primero porque es muy certada la comparación que el autor hace .
La seggunda porque un gran % de jovenes cubanos fueron y han sido empujados a engrosar las filas de la UJC sin que ellos conocieran a ciencia cierta que hacían, sin embargo tambien es cierto que cuando hay dignidad y principios, no hay manipulación que valga.
Un abrazo,
Mayra
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Re: Tiranos, antes de que el pueblo los alcance, el ejército hará justicia con ustedes... "Huber Matos"
A mi la parte que más me estremeció fué ésta porque sin duda hoy y ya, es la hora de los hornos:
"Quizás el martirologio de Orlando Zapata Tamayo retire la venda de los ojos a quienes ya no pueden posponer por más tiempo definirse al lado del pueblo o de sus opresores. Es hora de enfrentar su conciencia. Ojalá encuentren la necesaria lucidez y coraje para preservar su dignidad en medio de tanta canallada. Zapata —que supo morir libre y digno en una lúgubre celda— les dio el último aldabonazo."
¡¡¡Ojalá!!!
"Quizás el martirologio de Orlando Zapata Tamayo retire la venda de los ojos a quienes ya no pueden posponer por más tiempo definirse al lado del pueblo o de sus opresores. Es hora de enfrentar su conciencia. Ojalá encuentren la necesaria lucidez y coraje para preservar su dignidad en medio de tanta canallada. Zapata —que supo morir libre y digno en una lúgubre celda— les dio el último aldabonazo."
¡¡¡Ojalá!!!
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