FALLECE HEROE DE BAHIA DE COCHINOS A LOS 85

Fallece Grayston L. Lynch, héroe de Bahía de Cochinos
ELINOR J. BRECHER
The Miami Herald

Grayston L. Lynch, héroe del movimiento anticastrista por su liderazgo en Bahía de Cochinos y quien hizo el primer disparo en la batalla, murió el 10 de agosto a los 85 años.

Lynch, veterano de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, herido en ambas, y quien sufría múltiples problemas de salud, estaba ingresado para operarse de un pie cuando sufrió un infarto en el Hospital de Veteranos James A. Haley, cerca de su casa en Tampa, dijo Karen Lynch, quien estuvo casada con él 18 años.

En su libro de 1998, Decision for Disaster: Betrayal at the Bay of Pigs, Lynch narró en detalle su participación como oficial de la CIA a cargo de la operación del 16 de abril de 1961.

Lynch hizo el primer tiro del asalto de tres días --a un Jeep que enfocaba sus luces sobre los hombres rana de la Brigada 2506 que llegaban a Bahía de Cochinos--, y entonces regresó a su barco y derribó dos aviones de guerra cubanos.

A pesar del desastroso fracaso de la invasión, Lynch continuó dirigiendo desde Miami operaciones clandestinas contra la isla hasta 1967.

Un texano corpulento de 6 pies 2 pulgadas de estatura, Lynch mintió sobre su edad y se alistó en el Ejército a los 15 años

Lynch fue el tema central de varios documentales y el director Ron Howard compró los derechos de su libro para Universal Studios.

''Tenía el tipo de John Wayne y uno hacía cualquier cosa por él'', dijo Amado Cantillo, hombre rana de Bahía de Cochinos y ahora piloto del Condado Miami-Dade.

Anticomunista feroz, Lynch ''inspiraba respeto y atención. Motivaba a sus hombres y los dirigía con el ejemplo. Siempre que había una misión era el primero'', dijo Cantillo.

Lynch, cuya madre falleció cuando lo tuvo el 14 de enero de 1923, era hijo de un perforador de petróleo del este de Texas.

''Nació para ser soldado'', dijo Karen Lynch, dado que el 14 de junio es el Día de la Bandera y el aniversario de la fundación del Ejército en 1775.

Lynch se alistó en 1938 en el 5to de Caballería. Posteriormente desembarcó en Omaha Beach en la II Guerra Mundial, donde una granada de mano le llenó el cuerpo de esquirlas. Durante la batalla por Bélgica un obús le destrozó la pierna derecha.

Se graduó de Ciencias Políticas en la Universidad de Maryland y, después de varias operaciones, se volvió a alistar para la Guerra de Corea, donde combatió.

Sirvió con las fuerzas especiales en Laos y Panamá antes de retirarse como capitán en 1960.

Lynch entonces se unió a la CIA y, cuando reclutaba personal para la Brigada 2506, conoció a Amado Cantillo.

''Cerró filas con nosotros'', dijo Cantillo. ''Tienen que trabajar duro para salvar su país'', dijo.

Un mes después, un desilusionado Cantillo 'limpiaba pisos en el Hospital Mt. Sinai cuando sintió a alguien que se le acercaba en botas de vaquero. `¡Arriba, hombre!'. Estaba a cargo de las misiones [secretas] a Cuba''.

En total, Lynch supervisó 2,126 misiones y participó directamente en 113.

Cuando Karen Hartley-Soben lo conoció en 1987, Gray Lynch se había retirado de la CIA y se había divorciado.

Veinte años más joven, ella se dedicaba a criar caballos de carrera y estaba escribiendo una novela de espías. Lynch, que ya tenía problemas de salud, también estaba escribiendo.

Su libro --y su vida-- se convirtió en la causa de ella.

Cantillo y Janet Weiniger dicen que Karen fue la razón por la que Lynch vivió tanto, mucho más de lo que su mala salud hubiese indicado.

''El libro demoró 10 años'', dijo Karen, quien se casó con Lynch en 1990. ``Era algo muy emocional para él. Lloró mucho con el capítulo titulado Rescate''.

Cantillo y otros veteranos de Bahía de Cochinos planean asistir al funeral de Grayston Lynch el 30 de agosto, programado para la 1 p.m. en la capilla de la Base MacDill de la Fuerza Aérea.

El cuerpo será cremado.

''Lo consideramos un miembro de la Brigada 2506'', dijo Cantillo. ``Le voy a entregar la bandera de la brigada a la viuda''.

La página electrónica de los Lynch es warofwits.net.

En paz descanse, otro más que no pudo ver su patria libre.

Hombres como el y no habladores como Paya es lo que necesita hoy Cuba.

politico

Dios lo tenga en su gloria....amen

saludos