Buscando un Himeneo.
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Buscando un Himeneo.
por Patrio Dom Sep 07, 2008 6:34 am
Ocasionalmente me sumerjo en la mitología griega evadiendo los noticiarios, pues nuestra especie es tan destructiva que construímos más cementerios que parques infantiles. De ahí que las historias y romances de aquellos que fundaron las bases de la sociedad actual me estimulan a crear pararelismos y por ese desmedido afan de los cubanos a hiperbolizar, a atribuírnos poderes sobrenaturales sean cuales sean, ubico las leyendas y mitos griegos en nuestros barrios. En la madrugada, con la complicidad del silencio y en franca competencia con Harry Potter, me dispuse a la búsqueda de la piedra filosofal, pero no contento con esto me dispuse a revisar textos de alquimia porque si el objetivo de los eruditos de la Edad Media era lograr oro, desde 1492 en adelante en el archipiélago cubano no ha nacido un ser que logre la unión definitiva de los nativos.
Los israelitas esperan ansiosos la llegada del Mesías, hecho que aun celebran hasta que se entere algún cubano porque no me quedan dudas de que cualquier día baje las escalerillas de un Boeing 747 en el aeropuerto de Tel Aviv, un manzanillero caradura que se registre en la aduana con el nombre de Mesías González. ¿Se imaginan?. La gente saludándole por las calles, arrodillándose, dándole comida, las bellas infantas regalándole miraditas lascivas, en fin como decía mi abuela "el acábose". Lo cierto es que es tentador pero arriesgado, porque cuando los descendientes de Moisés descubran la procedencia del susodicho del oriente cubano, la paliza será tal que el Muro de las Lamentaciones se conocerá desde entonces por la Pared de la Gritería y Mesías González gritará a los cuatro vientos por qué se le ocurrió irse de Manzanillo a Tel Aviv, en vez de irse a La Habana y engrosar las filas de la Policía Nacional Revolucionaria.
Otro detalle que gracias a Dios no se ha difundido en Cuba es el tema de las huríes, las bellas doncellas que el Islam reserva para sus mártires en el paraíso. Para ser justo, el islam es con creces más generoso que el cristianismo con sus mártires y por ello creo que en el fondo el cubano no es un buen cristiano. Si Dios desde las alturas lo ve y lo escucha todo, ¿cómo se le ocurrió decir que el adulterio es un pecado?. Ya estaba condenando a los cubanos por adelantado, eso es racismo, xenofobia o la verdad es que no sé como etiquetarlo porque coño, quitarle la idea, la posibilidad, el sueño o la ilusión a un cubano de tener una cópula ocasional con la vecina del frente, es matarlo en vida. El Islam no se anda con pequeñeces, las huríes son virgenes descritas como espléndidas, voluptuosas, de hermosos ojos, que no menstruan, ni orinan, ni defecan y que no tienen cabellos a excepción de la cabeza y las cejas (adiós a los porductos depilatarios). ¿Algún cubano sugiere algo mejor?. Pero eso no es todo, Ibn Kathir, un afamado comentador del Corán relata que Mahoma dijo que "los hombres en el cielo, podrán tener relaciones sexuales con cien vírgenes al día". Fuma que se apaga, si a alguien se le ocurre hacer una edición del Corán de bolsillo y difundirla en Cuba, la Gran Piedra pasará a ser La Meca del Caribe. Y que venga alguien a decirme que Mahoma no era descendiente de cubanos. Nada, que la fatalidad se cebó con nosotros y nos descubrió un genovés con apellido de cementerio que no tenía otra cosa que llevar en la mano que un estandarte con una cruz. Bien podía habernos descubierto o conquistado, como le quieran llamar, un hijo del Islam, pero bueno, la verdad es que nos habrían machacado de todas formas porque no tendríamos esas playas repletas de cubanas con minúsculas tangas y muchos exigirían las cien vírgenes en tierra, más que esperar la llegada al paraíso para tal disfrute. Nada, que lo de las religiones como que no se nos da bien.
Volviendo al tema inicial, de madrugada rebuscaba los preceptos de unión en la Grecia Clásica y me salta el tema de Himeneo, el dios de las ceremonias de matrimonio, inspirador de las fiestas y las canciones. Este dios a decir verdad, es el que más cubano me resulta, un vacilador en potencia, excepto el nombre porque es complicado para una isla tan sensual como Cuba. Himeneo o Himen, sí, el mismo nombrecito de esa delgada membrana que cierra parcialmente el introito vaginal de las doncellas "vírgenes" sexualmente hablando, especie de escasa supervivencia en las latitudes tropicales. Tener un himen en Cuba a los veinte años es un cartel de ******* en la frente, es una afrenta en toda regla a las mujeres de la familia que presumen de expertas en las artes amatorias. Llamarse himen en Cuba es realmente un riesgo ante el acoso de múltiples falos en caza permanente. Me recuerda la historia de una investigación que se hizo en Cuba para recoger una estadística de cuantas mujeres eran vírgenes a los veinte años y se destinó un equipo de ginecólogos para examinar a todas la jóvenes. Tras meses y meses examinando féminas, una mañana se escuchó un grito de alarma de un ginecólogo del equipo, había encontrado un himen intacto. Todos la examinaron y al realizar el examen con el colposcopio, una especie de lupa, observaron estupefactos que la delgada membranita tenía siete pequeños orificios, lo que llevó a más de uno a aseverar que eran minúsculas aberturas para la salida de la menstruación pero las dudas se despejaron al preguntarle el nombre. Blancanieves, respondió con cierta picardía en la mirada.
Pero lo cierto es que necesitamos un Himeneo a toda costa, un dios que aunque tengamos que cambiarle el nombre potencie una unión entre cubanos vista por muchos como imposible. Es cierto que es en extremo difícil aceptar la convivencia con seres que han contribuído de alguna forma al sostenimiento del proyecto castrista, responsable de tantas atrocidades a lo largo de cinco décadas, pero lo ha hecho Rusia, Hungría, Polonia, Rumania, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, Lituania, Letonia, Estonia, Alemania y muchos más, por una sencilla razón, no hay otra forma de hacerlo. Por ello, cada vez que escucho a un cubano emigrado o no, predicar por un cambio mediado por la sangre, vociferando a los cuatro vientos la gallardía de su postura radical no puedo hacer otra cosa que sonreir ante tamaña indiferencia con la historia rayana en la ignorancia. Basta una ojeada a la historia más reciente y se arriba a una sencilla conclusión, hay que convivir con la historia de todos, sea triste, sea hermosa, sea cruel, sea indigna, porque la única manera de lograr el cambio real hacia una democracia es decidirse a implantar una sociedad que respete in extremis, los derechos inalienables de todo ser sea quien sea, la aplicación de las leyes sin distinción, porque mientras sigamos rumiando la hiel de los fracasos y los errorres de las generaciones que no precedieron, jamás seremos verdaderamente libres, ni siquiera fuera de las fronteras de nuestra querida Patria.
Y pensándolo bien, ¿quién dijo que necesitamos a Himeneo?. Tenemos un Biscet.
Patrio
http://www.petitiononline.com/OEB6197/petition.html
Los israelitas esperan ansiosos la llegada del Mesías, hecho que aun celebran hasta que se entere algún cubano porque no me quedan dudas de que cualquier día baje las escalerillas de un Boeing 747 en el aeropuerto de Tel Aviv, un manzanillero caradura que se registre en la aduana con el nombre de Mesías González. ¿Se imaginan?. La gente saludándole por las calles, arrodillándose, dándole comida, las bellas infantas regalándole miraditas lascivas, en fin como decía mi abuela "el acábose". Lo cierto es que es tentador pero arriesgado, porque cuando los descendientes de Moisés descubran la procedencia del susodicho del oriente cubano, la paliza será tal que el Muro de las Lamentaciones se conocerá desde entonces por la Pared de la Gritería y Mesías González gritará a los cuatro vientos por qué se le ocurrió irse de Manzanillo a Tel Aviv, en vez de irse a La Habana y engrosar las filas de la Policía Nacional Revolucionaria.
Otro detalle que gracias a Dios no se ha difundido en Cuba es el tema de las huríes, las bellas doncellas que el Islam reserva para sus mártires en el paraíso. Para ser justo, el islam es con creces más generoso que el cristianismo con sus mártires y por ello creo que en el fondo el cubano no es un buen cristiano. Si Dios desde las alturas lo ve y lo escucha todo, ¿cómo se le ocurrió decir que el adulterio es un pecado?. Ya estaba condenando a los cubanos por adelantado, eso es racismo, xenofobia o la verdad es que no sé como etiquetarlo porque coño, quitarle la idea, la posibilidad, el sueño o la ilusión a un cubano de tener una cópula ocasional con la vecina del frente, es matarlo en vida. El Islam no se anda con pequeñeces, las huríes son virgenes descritas como espléndidas, voluptuosas, de hermosos ojos, que no menstruan, ni orinan, ni defecan y que no tienen cabellos a excepción de la cabeza y las cejas (adiós a los porductos depilatarios). ¿Algún cubano sugiere algo mejor?. Pero eso no es todo, Ibn Kathir, un afamado comentador del Corán relata que Mahoma dijo que "los hombres en el cielo, podrán tener relaciones sexuales con cien vírgenes al día". Fuma que se apaga, si a alguien se le ocurre hacer una edición del Corán de bolsillo y difundirla en Cuba, la Gran Piedra pasará a ser La Meca del Caribe. Y que venga alguien a decirme que Mahoma no era descendiente de cubanos. Nada, que la fatalidad se cebó con nosotros y nos descubrió un genovés con apellido de cementerio que no tenía otra cosa que llevar en la mano que un estandarte con una cruz. Bien podía habernos descubierto o conquistado, como le quieran llamar, un hijo del Islam, pero bueno, la verdad es que nos habrían machacado de todas formas porque no tendríamos esas playas repletas de cubanas con minúsculas tangas y muchos exigirían las cien vírgenes en tierra, más que esperar la llegada al paraíso para tal disfrute. Nada, que lo de las religiones como que no se nos da bien.
Volviendo al tema inicial, de madrugada rebuscaba los preceptos de unión en la Grecia Clásica y me salta el tema de Himeneo, el dios de las ceremonias de matrimonio, inspirador de las fiestas y las canciones. Este dios a decir verdad, es el que más cubano me resulta, un vacilador en potencia, excepto el nombre porque es complicado para una isla tan sensual como Cuba. Himeneo o Himen, sí, el mismo nombrecito de esa delgada membrana que cierra parcialmente el introito vaginal de las doncellas "vírgenes" sexualmente hablando, especie de escasa supervivencia en las latitudes tropicales. Tener un himen en Cuba a los veinte años es un cartel de ******* en la frente, es una afrenta en toda regla a las mujeres de la familia que presumen de expertas en las artes amatorias. Llamarse himen en Cuba es realmente un riesgo ante el acoso de múltiples falos en caza permanente. Me recuerda la historia de una investigación que se hizo en Cuba para recoger una estadística de cuantas mujeres eran vírgenes a los veinte años y se destinó un equipo de ginecólogos para examinar a todas la jóvenes. Tras meses y meses examinando féminas, una mañana se escuchó un grito de alarma de un ginecólogo del equipo, había encontrado un himen intacto. Todos la examinaron y al realizar el examen con el colposcopio, una especie de lupa, observaron estupefactos que la delgada membranita tenía siete pequeños orificios, lo que llevó a más de uno a aseverar que eran minúsculas aberturas para la salida de la menstruación pero las dudas se despejaron al preguntarle el nombre. Blancanieves, respondió con cierta picardía en la mirada.
Pero lo cierto es que necesitamos un Himeneo a toda costa, un dios que aunque tengamos que cambiarle el nombre potencie una unión entre cubanos vista por muchos como imposible. Es cierto que es en extremo difícil aceptar la convivencia con seres que han contribuído de alguna forma al sostenimiento del proyecto castrista, responsable de tantas atrocidades a lo largo de cinco décadas, pero lo ha hecho Rusia, Hungría, Polonia, Rumania, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, Lituania, Letonia, Estonia, Alemania y muchos más, por una sencilla razón, no hay otra forma de hacerlo. Por ello, cada vez que escucho a un cubano emigrado o no, predicar por un cambio mediado por la sangre, vociferando a los cuatro vientos la gallardía de su postura radical no puedo hacer otra cosa que sonreir ante tamaña indiferencia con la historia rayana en la ignorancia. Basta una ojeada a la historia más reciente y se arriba a una sencilla conclusión, hay que convivir con la historia de todos, sea triste, sea hermosa, sea cruel, sea indigna, porque la única manera de lograr el cambio real hacia una democracia es decidirse a implantar una sociedad que respete in extremis, los derechos inalienables de todo ser sea quien sea, la aplicación de las leyes sin distinción, porque mientras sigamos rumiando la hiel de los fracasos y los errorres de las generaciones que no precedieron, jamás seremos verdaderamente libres, ni siquiera fuera de las fronteras de nuestra querida Patria.
Y pensándolo bien, ¿quién dijo que necesitamos a Himeneo?. Tenemos un Biscet.
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Re: Buscando un Himeneo.
por Mayra Dom Sep 07, 2008 6:54 am
Eso seria el hallazdo de la piedra filosofal, con la espada de Damócles con la fuerza de Hércules, sería el haber encontrado el escudo que proteja el Talón de Aquiles..desde 1492 en adelante en el archipiélago cubano no ha nacido un ser que logre la unión definitiva de los nativos.
Los israelitas esperan ansiosos la llegada del Mesías, hecho que aun celebran hasta que se entere algún cubano porque no me quedan dudas de que cualquier día baje las escalerillas de un Boeing 747 en el aeropuerto de Tel Aviv, un manzanillero caradura que se registre en la aduana con el nombre de Mesías González. ¿Se imaginan?.
jajaja! Patrio,con tu artículo me has recordado la definición moderna de Señorita:
"Niña feísima menor de 7 años" jijijijiji
Estoy de acuerdo contigo Patrio, tenenmos a Oscar Elias Biscet!
Última edición por Mayra el Dom Sep 07, 2008 10:58 am, editado 1 vez
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Re: Buscando un Himeneo.
por Patrio Dom Sep 07, 2008 10:55 am
Mayra escribió:Eso seria el hallazdo de la piedra filosofal, con la espada de Damócles con la fuerza de Hércules, sería el haber encontrado el escudo que proteja el Talón de Aquiles..desde 1492 en adelante en el archipiélago cubano no ha nacido un ser que logre la unión definitiva de los nativos.Los israelitas esperan ansiosos la llegada del Mesías, hecho que aun celebran hasta que se entere algún cubano porque no me quedan dudas de que cualquier día baje las escalerillas de un Boeing 747 en el aeropuerto de Tel Aviv, un manzanillero caradura que se registre en la aduana con el nombre de Mesías González. ¿Se imaginan?.
jajaja! Patrio,con tu artículo me has recordado la definición moderna de Señorita:
"Niña feísima menor de 7 años" jijijijiji
Estoy de acuerdo contigo Patrio, tenenmos a Oscar Elias Biscet!
Saludos, hermanita, tenemos la libertad a la vista.
Un abrazo,
R. Muñoz
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