Postmortem Por Anticipado

POSTMORTEM POR ANTICIPADO
Octubre 27, 2008

No es necesario esperar a que se cuenten todos los votos (incluyendo los fraudulentos elaborados por ACORN) para anticipar una victoria abrumadora de Barack Obama, el candidato presidencial por el Partido Demócrata. Hasta la propia campaña de John McCain ya manifiesta señales de que reconoce la victoria de Obama con pugnas internas, culpándose los unos a los otros en público, sálvese el que pueda.

Es buen momento, entonces, para analizar las razones que han motivado a los votantes de los Estados Unidos a elegir a un Senador tan controversial, y con tantas vulnerabilidades, a la Presidencia de este gran país.

En estas elecciones, realizadas en un momento de importancia histórica, los factores externos han dominado el debate, como sucede con la situación económica. Pero también es cierto que las personalidades de los candidatos y el poder de los medios de comunicación tradicionales han influenciado poderosamente la opinión pública.

Indudablemente, la crisis financiera, ahora gestando una crisis económica, cambió radicalmente la dinámica de la campaña política. Durante las primarias, el argumento fundamental de Obama para justificar su Presidencia fue la Guerra en Irak y prometía retirar las tropas americanas del campo de batalla inmediatamente.

Después del derrocamiento del régimen de Saddam Hussein, la situación militar en Irak se deterioró por varias razones, y la popularidad de la guerra cayó precipitadamente, junto con el apoyo al Presidente Bush. La izquierda radical, que generalmente domina el discurso político en el Partido Demócrata durante las primarias, exigía una retirada militar de inmediato de Irak, y el candidato Obama adoptó esa posición. Hillary Clinton, quien en las primarias representaba el reto más preocupante para Obama, abogó por una posición más centrista, y eventualmente no pudo obtener la nominación del Partido Demócrata.

En Enero 2007, el Presidente Bush anunció un cambio en la estrategia en Irak, desplegando más de 20,000 soldados adicionales al campo de batalla, tal como John McCain había exigido mucho antes. La nueva estrategia fue un éxito, derrotando la iniciativa de Al Qaida en Irak, y facilitando el establecimiento de una débil democracia en ese país. El éxito militar en Irak preocupó enormemente al Partido Demócrata, que súbitamente perdió su argumento principal para ganar la Presidencia.

La crisis financiera no pudo haber llegado en un momento más oportuno para el Partido Demócrata, pues los votantes americanos generalmente culpan al Partido político en el poder por la situación económica, y la popularidad de Bush nunca se recuperó en las encuestas. Es curioso, pero no sorprendente, que Irak ya no es un tema en la campaña, excepto que el Partido Demócrata ahora señala al éxito en el campo de batalla para justificar un recorte en el presupuesto de la defensa militar.

La personalidad de los candidatos también es un factor en estas elecciones. Barack Obama es un hombre joven y su discurso es elocuente, y proyecta un peso especifico que les falta a candidatos negros en contiendas previas, como Jesse Jackson y Al Sharpton. John McCain, sin embargo, a pesar de su historial impresionante como prisionero de guerra en Vietnam, y con muchos años de experiencia en el Senado, es un hombre de edad avanzada y con muy poco carisma.

Al mismo tiempo, la campaña de John McCain resultó ser increíblemente inepta. Es verdad que la crisis financiera representa una desventaja para el Partido Republicano, pero como expliqué en otro artículo (LA CRISIS FINANCIERA - 9-21-08), el origen de esta crisis tiene profundas raíces en el Partido Demócrata y su política. Sin embargo, McCain no supo o no pudo tomar la ofensiva, y permitió que Obama dominara el discurso y culpara al Presidente Bush (y a McCain como su “sucesor”) por la crisis.

La campaña de McCain tampoco pudo articular un mensaje coherente que ofreciera una fórmula para superar la crisis económica. Al contrario, McCain adoptó las mismas consignas de su oponente, acusando a “la avaricia de Wall Street” de provocar la crisis financiera, ignorando los hechos que demostraban la vulnerabilidad del Partido Demócrata en este asunto. Obama, en cambio, prometía “cambios” después de ocho años de un gobierno Republicano, un concepto nebuloso que le permitía al votante interpretarlo a su conveniencia.

El argumento sobre el carácter de Obama debió ser parte del debate desde el principio de la campaña. Cuando McCain finalmente decidió cuestionar las relaciones personales de Obama con elementos radicales, no permitió que se debatiera la relación más deplorable de todas, o sea, la que mantuvo con su pastor religioso de dos décadas, que claramente es un racista y un extremista de izquierda.

McCain tuvo un acierto en su campaña, y fue la nominación de la Gobernadora de Alaska, Sarah Palin, como candidato a la Vicepresidencia. La Sra. Palin revitalizó la base conservadora del Partido Republicano, y logró atraer un alto porcentaje del voto femenino, incluyendo al grupo de partidarios de Hillary Clinton que nunca se resignó a su derrota en las primarias. En sólo dos semanas, la popularidad de la fórmula Republicana subió en las encuestas y superó al candidato Demócrata.

Los medios de comunicación tradicionales, que siempre se han inclinado a la izquierda, inmediatamente enfocaron gran parte de sus recursos para destruir la reputación de la Sra. Palin, y creo que lo lograron, por lo menos en lo que cuenta en estas elecciones. En este ciclo electoral, los medios de comunicación apoyaron a la candidatura de Obama en forma abrumadora y vergonzosa. Varios estudios de organizaciones que se dedican a medir el nivel de apoyo de los medios a los diferentes candidatos lo demuestran. Los medios parcializados a favor del candidato Obama es una de las razones más determinantes en la victoria electoral del Partido Demócrata.

Después de las elecciones tendremos un periodo de “luna de miel”, como se acostumbra en los Estados Unidos, durante el cuál Obama seleccionará su nuevo Gabinete, exhortará a los ciudadanos a la “unidad” con discursos elocuentes, y los medios de comunicación anunciarán una “nueva época de optimismo y prosperidad”. Los votantes que apoyan a Obama celebrarán en las calles. Esto me evoca recuerdos de mi niñez en Cuba….

En Enero todo regresará a la normalidad, y comienza una nueva etapa en la larga historia de los Estados Unidos.

Bueno, El Compañero, definitivamente vemos las cosas desde prismas muy diferentes, pero eso es lo bueno que tiene una sociedad libre.

Ojala que la crisis financiera se "resuelva" en 8 meses, pero lo dudo. La crisis financiera, que es como empezo todo el despetronque, da paso a la crisis economica, una verdadera recesion profunda, y en mi opinion, eso es lo que viene. Es parte de mi preocupacion con Obama y sus "compinches" Pelosi y Reid, que se van a ver en medio de una recesion profunda, y empezaran a legislar "soluciones" que pudieran empantanar a este pais, tal como lo hizo FDR durante la decada de los 30 (yo se que tampoco estas de acuerdo conmigo en esto).

Respecto a la Guerra de Irak, tambien estoy en desacuerdo contigo. Yo no creo que fue un error, aunque errores se cometieron. A esta guerra hay que analizarla con la perspectiva de varias decadas, y no hoy. Los EEUU no "ocupan" a Irak ni pretenden hacerlo, pero si logran crear un Estado democratico, o por lo menos marginalmente democratico (sin duda mucho mejor que el regimen asesino de Hussein, y antiterrorista), representaria un gran logro en la pacificacion del Medio Oriente, zona de mucho valor estrategico.

Los gastos de la guerra, por altos que sean, son parte de la defensa de este pais, prioridad #1 para cualquier gobierno, sobre todo en los tiempos en que vivimos, donde los enemigos abundan y los amigos escasean. La crisis financiera no tiene nada que ver con la guerra de Irak, y si hay que señalar problemas fiscales, yo comenzaria por recortar el presupuesto federal y los programas que, una vez estrenados, jamas se retiran. Preparate ahora con Obama y sus compinches para que veas la gastadera en el presupuesto, algo que desafortunadamente Bush nunca trato de controlar.

Estoy de acuerdo con tus observaciones sobre America Latina, y especialmente con Cuba, creo que el nuevo gobierno americano sera muy saludable para el regimen cubano.

Respecto a Sarah Palin, mantengo que fue una seleccion brillante, y creo que un Romney o cualquier otro candidato hubiera sido mediocre, aburrido, y peor para la formula Republicana. Son los medios de comunicacion los que destruyeron a Palin, como son grandemente responsables por elevar a Obama y destruir la candidatura de McCain.

Saludos,


Sergio