Realidades.

por Patrio Lun Sep 29, 2008 7:31 am

La única opción posible para toda la diáspora cubana en todos los rincones del planeta, que piensan seriamente en la posibilidad de una patria libre es lograr la conjunción de todas las variantes ideológicas en una sola y única vertiente, sin exclusión alguna. La idea de un exilio triunfalista, erigido en rector de los lineamientos de una nueva Cuba libre es realmente inoperante o cuando menos muy próxima a una verdadera utopía ideológica. Las razones son obvias, los que por disímiles razones no abandonaron el terruño, les asiste por derecho pleno de permanencia la toma de decisiones en cuanto al futuro político del país, ajenos a la línea castrista que les ha regido durante las últimas cinco décadas, pero a su vez también al margen de los que abandonaron el territorio y se desvincularon de la realidad cubana fueran por razones económicas, políticas, etc. Hay que ser consecuentes con la realidad, analistas serios y apegados a los tiempos actuales para aceptar una sentencia histórica ineludible: El exilio debe ser la retaguardia generosa y presta al sacrificio para la ejecución de un proyecto libertario para su patria, pero debe ceder el protagonismo a los que se enfrentan día a día a la dictadura.
La línea de la verticalidad sin opciones es contraproducente por razones de demasiado peso como para ser obviadas. La dictadura castrista cumple cincuenta años, gracias a un aparato represivo de dimensiones faraónicas, pero lo cierto es que sigue rigiendo los destinos del pueblo cubano y ya los que nacieron en 1959, cumplirán cincuenta años. ¿Quiénes vienen detrás y a quiénes se debe comprender con el objetivo de identificarlos con la causa de la plena libertad?. Generaciones nacidas bajo un proceso socialista, educados en una ideología socialista, gran parte de ellos con formación universitaria lo que los aleja de ser una masa maleable, moldeable o fácilmente captable. El cubano promedio está plenamente convencido que el proyecto promovido por la élite castrista es un fracaso económico indiscutible, pero no atisba en el entorno cercano o lejano un proyecto político que les favorezca y menos aun se acercarán a aquellos que les censuren por haber obtenido una carrera universitaria bajo el dominio castrista o servicios prestados a instituciones estatales. Es indudable que el sistema no funciona y que desde hace décadas sobrevive malamente inmerso en un inmovilismo total, pero el ciudadano cubano está demasiado hastiado de consignas, de dictadura, de represión, de unanimidad, como para desear la misma fórmula pero al revés. El pueblo cubano desea cambios, pero en el horizonte del exilio no vislumbra un sistema que genere ganancias sin pérdidas notables. La opción militar para el cese de la tiranía castrista a través de una invasión estadounidense es poco recomendable, los últimos países liberados de un sistema totalitario por las tropas norteamericanas están sumidos en un caos civil de tal magnitud que no es la opción que pudiéramos desearle a nuestros compatriotas, pero tampoco es tentador un proyecto cuyos protagonistas sean representantes de organizaciones foráneas, poseedores de inmensas fortunas y que no buscan en el suelo patrio otro propósito que proseguir incrementando sus bienes. La única opción con probabilidades de aceptación por el pueblo cubano deberá surgir de sus propias entrañas, donde descolla sin duda alguna la disidencia interna, con sus contradicciones propias, pero poseedora de un aval incuestionable, son los únicos que se mantienen con la frente en alto frente a la dictadura. Cualquiera les tildaría de locos o enajenados, pero son los únicos con el respeto necesario como para gozar de credibilidad por una nación hastiada de lemas y consignas. El pueblo confiará plenamente en el que sufre junto a ellos sus miserias, pero mirará con recelo al que a salvo del sátrapa, les regale sugerencias del camino a elegir.
En América Latina se están produciendo fenómenos que no deben escapar a la visión de los interesados en la política continental. Les llaman locos o ciegos, a quienes siguen a líderes populistas como Chávez, Correa, Morales, etc, pero la situación es real y debe analizarse fuera de una óptica parcializada y ejecutada desde un país del primer mundo. La mayor parte de estos países han sido expoliados durante decenios por las grandes transnacionales, avasallados por oligarquías regionales, masacrados por ejércitos y guerrillas, han sido víctimas de corrupción total gubernamental y todo este conjunto les ha sumido en una miseria espantosa. No son tontos, o por desdentados e ignorantes se han decidido por acariciar los movimientos izquierdistas, nada más lejos de la realidad. Es sencillamente que la corrupción de los gobiernos de turno, la abominable explotación de los recursos naturales por las empresas del llamado primer mundo y la miseria en que les han hundido no les deja otra opción que gritar por aquellos que al menos le tienen en cuenta, sea para engañarlos o aprovecharse de ellos para instaurar regímenes totalitarios, pero de quienes al menos recibirán algo. No esperen otra cosa en nuestra sufrida América que la tendencia progresiva a la radicalización izquierdista y no estoy haciendo otra cosa que ceñirme a la realidad actual de gran parte de los países sudamericanos. Dar la espalda a una realidad de miseria y hambruna es obviar la génesis de procesos totalitarios por venir.
El mundo tiene que modificar patrones que aporten estabilibilidad a las regiones con opciones económicas y no militares, porque de otra manera los Castro, los Chávez, los Morales, los Correa y como se llamen pululan a su antojo por América Latina y la causa es la enorme diferencia entre los países ricos y pobres. Solo sembrando verdaderas democracias se combaten los radicalismos, porque sencillamente hay cada vez más pobres en este mundo y un hombre con hambre vota por quien le da protagonismo y al menos la próxima comida, no hace otra cosa.
¿Por qué el pueblo cubano apoyó a Fidel Castro?. No debemos darle vueltas al tema y convertirnos en pseudohistoriadores de ocasión intentando desvirtuar la realidad de hechos históricos. El cubano medio antes de 1959 soportaba una brutal corrupción gubernamental y una dictadura real, porque la realidad es innegable, Don Fulgencio Batista y Zaldívar es un ejemplar museable del típico aprovechado sin escrúpulos que de la noche a la mañana, ascendió de sargento a general proyectado por un ejército asqueado de una cúpula castrense enriquecida a costa de negocios turbios, cosa que más tarde también Batista ejecutó, pues dilapidó a su antojo el erario público. ¿Qué era mejor que el castrismo?. Sin duda alguna, pero aquel sistema fue la causa inobjetable del desastre cubano actual. Los pueblos esquilmados necesitan líderes con ínfulas de dioses que desafíen a los poderosos. ¿Y qué es Chávez sino una copia fiel de Fidel Castro?.
Las estrategias deben cambiar, no es necesario el diálogo ni el contubernio con la cúpula castrista pero si es necesario un acercamiento del exilio al pueblo cubano, y la mejor variante es el apoyo incondicional a los disidentes. Pero además la disidencia se fomenta ofreciendo opciones reales de cambio con la incubación de un verdadero sentido demócrata y de respeto a la convivencia de todas las posturas ideológicas, porque el castrismo al revés que es lo que nos han ofrecido a todos hasta ahora, no tendrá éxito en la Cuba del futuro más próximo. Cuba necesita libertad, a cualquier precio, pero no una libertad de la que solo lleve el nombre, necesita una libertad plena de derechos para todos y cada uno de los cubanos. Es realmente sencillo de comprender esta realidad, lo han hecho los países de la Europa del Este y tendremos que hacerlo nosotros, con aciertos y errores, pero alejados de cincuenta años de encontronazos políticos entre todos aquellos que deseamos una Cuba Libre.
Por estos días, gran parte de las organizaciones se han dedicado a la loable tarea de ayudar a los damnificados por Gustav e Ike, pero vendrán más ciclones y más damnificados, el mejor remedio es la ayuda total a nuestros meteorólogos ideológicos, esos que van por nuestras calles desafiando a la tiranía, llevando con orgullo su condición de disidentes. Ellos son la solución a los huracanes y al totalitarismo castrista.
Patrio

por Causajusta Lun Oct 13, 2008 9:23 am

Oye compadre eso es bla bla bla bla. Primero cambiate el sombrerito ripiao ese que tienes, segundo bajate de esa nube y entiende que este pueblo no quiere otra cosa que no sea revolucion y socialismo.

por Habanera Lun Oct 13, 2008 10:14 am

Causajusta escribió:... y entiende que este pueblo no quiere otra cosa que no sea revolucion y socialismo.

¡¡¡Lo dudo muchísimo!!! Risa3

por Causajusta Lun Oct 13, 2008 10:18 am

Sigan dudando que llevan asi 50 anos BananaFingerDanc

por Habanera Lun Oct 13, 2008 10:45 am

Causajusta escribió:Sigan dudando que llevan asi 50 anos

Los que no dudan son los balseros cubanos ¡¡¡pedazo de Caca

!!!

por Patrio Lun Oct 13, 2008 6:02 pm

Causajusta escribió:Oye compadre eso es bla bla bla bla. Primero cambiate el sombrerito ripiao ese que tienes, segundo bajate de esa nube y entiende que este pueblo no quiere otra cosa que no sea revolucion y socialismo.

Hermanito:
El sombrerito ripiao es un "Panamá Jack" original. ¿Lo conoces?
Saludos afectuosos para mi contertulio más psiquiátrico,

Pd: La foto es hecha en El Teide, en Tenerife. Pronto te mandaré una en Machu Pichu o quizás en El Coliseo de Roma, ¿o prefieres la de la Pirámide de Keops?. Caballero, como viaja un cubano que se aleja del castrismo.

por Patrio Lun Oct 13, 2008 6:05 pm

Causajusta escribió:Sigan dudando que llevan asi 50 anos

La duda es vuestra, digo yo, por Villa Marista y el Combinado del Este, por sólo señalar dos de las más de quinientas cárceles. Brother, no tienes razón, así de sencillo.

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